ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 24 de abril de 2014

Primera Plana

Comienza la cuenta atrás para la canonización
Más de un centenar de cardenales, mil obispos y 93 delegaciones de todo el mundo participarán de este gran evento de la Iglesia

Escuché que Juan Pablo II me dijo: 'Levántate y no tengas miedo'
Entrevista a Floribeth Mora, la costarricense que fue curada milagrosamente de un aneurisma cerebral cuando le quedaba un mes de vida

'Sobre el milagro de Floribeth no hay ningún margen de duda'
Entrevista al médico costarricense Ramirez Carbajal que hizo de 'abogado del diablo'

Dos papas santos: el pontificado de Juan XXIII en números
Francisco canonizará este domingo al Papa que convocó el Concilio Vaticano II

Dos papas santos: el pontificado de Juan Pablo II en números
El Papa polaco será canonizado 9 años después de su muerte

El papa Francisco

El Papa en Santa Marta: 'Evitemos ser cristianos murciélagos'
Francisco explica que hay fieles que tienen miedo a la Resurrección. Su vida parece un funeral

Francisco: 'San José de Anchieta no le tuvo miedo a la alegría'
Misa de acción de gracias del Papa por la canonización del evangelizador de Brasil

Santa Sede

Portavoz del Vaticano puntualiza sobre las llamadas telefónicas del Papa
No es actividad pública y las noticias difundidas y amplificadas mediáticamente no son fiables y suelen ser fuente de confusión

Reliquia de Juan Pablo II expuesta en el Bambino Gesù
Desde el sábado 26 al domingo 27 de abril, en la Capilla del hospital será expuesta una pequeña ampolla que contiene sangre de Wojtyla tomada por los médicos durante los últimos dí­as de su enfermedad

Rome Reports

Francisco preside la misa de acción de gracias por la canonización de José de Anchieta (Video)

Juan XXIII, 8 logros de un pontificado revolucionario (Videos)

Más de 1800 nuevos santos y beatos, el mejor legado de Juan Pablo II (Video)

Espiritualidad

Santa María de santa Eufrasia Pelletier
«El triunfo de su voluntad, junto a la gracia, le permitió doblegar un carácter tempestuoso que hubiera hecho peligrar su vocación. Quiso llevar el nombre de Teresa de Jesús, pero obedientemente acogió el que se le impuso»

Foro

Experiencia pascual de reconciliación
Reflexiones de Mons. Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas


Primera Plana


Comienza la cuenta atrás para la canonización
Más de un centenar de cardenales, mil obispos y 93 delegaciones de todo el mundo participarán de este gran evento de la Iglesia

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Roma vivirá este sábado una Noche Blanca de oración como preparación a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II de este domingo 27 de abril. De esta forma los fieles llegados de todas partes del mundo se prepararán espiritualmente para vivir este evento histórico.

Durante la noche del sábado, 11 iglesias del centro de Roma estarán abiertas para una vigilia de oración y para confesiones. 
En las once iglesias habrá encuentros en 7 lenguas diferentes. Para los peregrinos de lengua española está prevista la iglesia Santissimo Nome di Gesù all’Argentina en la Plaza del Gesù. La noche blanca comenzará el 26 de abril a las 19.00, en la iglesia Santa Maria Monte Santo, donde Juan XXIII fue ordenado sacerdote.

Durante un briefing informativo que ha tenido lugar esta mañana en la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, ha especificado algunos detalles de la celebración litúrgica de este domingo.

En la Plaza de San Pedro, el domingo se iniciará a las 9.00 con la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia. A las 9.30 se continuará con cantos en espera de que comience la eucaristía. Todo ello animado de los coros de la diócesis de Roma, Cravocia y Bérgamo, además del habitual coro en las celebraciones vaticanas, el Coro de la Capilla Sixtina.

La misa iniciará con el canto de las letanías de los santos, habitual en las canonizaciones como un signo de "ponernos en las manos de los santos". La celebración eucarística será presidida por el Santo Padre y concelebrada por unos 130-150 cardenales y unos 1000 obispos, todos ellos a la izquierda del altar. También en ese área pero más abajo en el Sagrado, estarán unos 6.000 sacerdotes.

Asimismo, está previsto que 600 sacerdotes distribuyan la comunión a los fieles que se encuentren en la Plaza de San Pedro y en la Plaza Pío XII, 70 diáconos para dar la comunión a los concelebrantes y finalmente 200 diáconos para los fieles que estén en Vía de la Conciliación.

El padre Lombardi ha especificado que serán 5 los que concelebren junto al Papa en el altar. Está confirmado que tres de ellos serán el cardenal Vallini -vicario de Roma- el cardenal Stanisław Dziwisz -arzobispo de Cracovia y secretario personal de Juan Pablo II- y monseñor Francesco Beschi, obispo de Bergamo. Los otros dos están aún sin determinar.

A la derecha del altar, estarán ubicadas las delegaciones oficiales. Tal y como ha confirmado el padre Lombardi, en el día de ayer eran 93 las delegaciones confirmadas, entre países y delegaciones internacionales. Entre ellos habrá 24 jefes de Estado y 35 primeros ministros.

De Latinoamérica estarán representados 17 países a través de sus delegaciones. Desde España vendrán los reyes -don Juan Carlos y doña Sofía-, José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores, Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, Pedro de Morenés, ministro de Defensa y Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior, acompañados por Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, embajador de España ante la Santa Sede.

Con respecto a las delegaciones, el portavoz vaticano ha recordado que la Santa Sede informa que hay una celebración pero no hace "invitaciones específicas", los que vienen lo hacen porque quieren participar. Por otro lado, de otras confesiones religiosas, también se ha confirmado la asistencia de fieles ortodoxos, anglicanos y judíos, pero no se puede hablar de "delegaciones oficiales" como tal.

Volviendo al rito de la canonización, el padre Lombardi ha explicado que el cardenal Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, preguntará tres veces al Papa si procede a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, y lo hace tres veces para destacar la importancia del hecho en sí. A continuación, el papa Francisco pronunciará la fórmula de canonización.

Los relicarios de los nuevos santos estarán colocados una mesa a la izquierda del altar. Para llevar la reliquia de Juan XXIII estarán su sobrino y el presidente de la Asociación Juan XXIII, para la de Juan Pablo II aún no se sabe. Ambas reliquias son de primer grado. La reliquia del "Papa Bueno" es un trozo de piel, que se extrajo en el año 2000 en la exhumación para la beatificación y del papa Wojtyla serán unas gotas de su sangre.

Al finalizar el rito de canonización, habrá una acción de gracias del cardenal Amato y se retomará la misa en el Gloria. El Evangelio del día, será cantado en latín y griego. Un momento significativo de la celebración eucarística, será en la oración del canon de los santos, donde se mencionará por primera vez a san Juan XXIII y san Juan Pablo II.

Sobre la duración de la ceremonia, el padre Lombardi ha indicado que es difícil prever con exactitud, pero posiblemente durará en torno a dos horas, de este modo se terminaría aproximadamente a las 12.00 con la oración del Regina Coeli.

Al finalizar la eucaristía, está previsto que el Santo Padre salude a las delegaciones en el mismo Sagrado y no como en otras ocasiones, en las que las delegaciones entraban a la Basílica y se saludaban allí. Finalmente, Francisco pasará por la Plaza con el jeep para saludar a los fieles.

El padre Lombardi ha insistido nuevamente, ante la pregunta de una periodista, que no hay ninguna confirmación de que Benedicto XVI vaya a estar presente en la ceremonia del domingo. Invitado está, pero hasta el día no sabremos lo que él decida hacer. Y en caso de que asista, ha preguntado otra periodista, decidirá el mismo papa emérito donde se ubicará, tal y como hizo en el Consistorio para la creación de cardenales el pasado mes febrero. Aun así, es necesario tener en cuenta que esto será una eucaristía y el consistorio era otro tipo de liturgia.

Asimismo, se ha recordado que los cuadros que serán descubiertos en la Plaza en el momento serán los mismos que se usaron en las beatificaciones. Así como las fechas de festividad de los santos, que seguirán siendo las establecidas en la beatificación.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Escuché que Juan Pablo II me dijo: 'Levántate y no tengas miedo'
Entrevista a Floribeth Mora, la costarricense que fue curada milagrosamente de un aneurisma cerebral cuando le quedaba un mes de vida

Por H. Sergio Mora

ROMA, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - La señora costarricense Floribeth Mora, en quien se realizó una inexplicable curación de un aneurisma cerebral por intercesión de Juan Pablo II, ha venido a Roma para la canonización del Papa polaco. La sorpresa que tuvo cuando le indicaron que le quedaba un mes de vida, el miedo, el asombro de los médicos al ver los exámenes posteriores al momento del milagro, la voz que escucho y la seguridad de que era la de Juan Pablo II. ZENIT estuvo hoy con ella, que contó varios particulares para nuestros lectores.

¿Qué pasó cuando le dijeron que tenía un aneurisma mortal y que no había salida?
--Floribeth Mora: Cuando me dieron el diagnóstico me quedé sorprendida porque uno no se lo espera, pues se considera una persona sana. Al hospital fui sendas veces para tener a mis cinco hijos. Lo peor fue diás después cuando me dijeron que me quedaba un mes de vida, ese fue el peor momento.

¿Y entonces los médicos le dijeron que se vaya a su casa?
--Floribeth Mora: Sí fue increíble, nunca me habría esperado una noticia tan fuerte, sin embargo estaba agarrada duro de la mano de Dios, pidiendo la intercesión de Juan Pablo II. Y cuando se acercaba el momento le pedía a Dios que me dé fortaleza, porque tenía miedo, pero que Dios hiciera su voluntad y no la mía, porque la suya es la que debe prevalecer ante todo.

¿Hay algún momento particular en el que le pide al Papa su intercesión?
--Floribeth Mora: Aún no había sido beatificado, si bien siempre pensé que Juan Pablo II era un santo, no solamente ahora que lo van a canonizar, ya estando en vida lo consideraba un santo, desde siempre, una persona tan especial.

¿Cómo se dio cuenta Ud. del milagro?
--Floribeth Mora: Cuando escuché una voz que en mi cuarto que me dijo “levántate” y por una segunda vez, “levántate y no tengas miedo”. Había allí una revista que en su portada tenía la foto de Juan Pablo II y vi las manos del Papa sobresalir, entonces me levanté de la cama, sin miedo, sin agonía, con una paz increíble y sabiendo que estaba sana. Y desde ese día estoy en pié para la gloria de Dios.

¿Cuántos exámenes le habían hecho antes? ¿Consultaron en otros países?
--Floribeth Mora: En otros países no podíamos consultar porque no tenía los medios económicos para eso. Entretanto fui vista por varios médicos neurólogos en Costa Rica. Primero me hicieron un TAC luego la resonancia magnética y después la artereografía.

¿El aneurisma se veía en la artereografía o también en los otros exámenes?
--Floribeth Mora: En todos los exámenes se veía el aneurisma. Por mi parte estaba segura de mi curación inmediata si bien no tenía los medios económicos para comprobar lo que estaba diciendo. Solamente se vio seis meses después cuando me hicieron la resonancia magnética. Recuerdo y tengo muy clara en mi mente la cara de asombro del médico, corriendo de un lado a otro para ver que fueran los exámenes correctos. No entendía esos últimos exámenes, corrió a los archivos, porque dijo que una mujer que tuvo el impacto cerebral como el que yo había sufrido no podía estar así bien. Yo le dije: 'sé que estoy sana' por la intercesión de Juan Pablo II, estoy sanada. Entonces para mi eran importantes los exámenes médicos porque eran una prueba de lo que decía, y no solamente mis palabras.

¿Y después?
--Floribeth Mora: Después me vieron diversos neurólogos de Costa Rica y también del sector privado. Y siempre se sorprendían. Me reía bastante cuando decían: '¿Mujer y a vos quien te ha dicho que tenías un aneurisma?'. Y luego aquí en Roma estuve internada en octubre de 2012 en el policlínico Gemelli en donde me vieron varios médicos neurólogos, y me hicieron varios exámenes: resonancia magnética, arteriografía y otros.

¿Y quedó alguna cicatriz o alguna traza?
--Floribeth Mora: Eso es lo más importante, no hay nada en los exámenes que indique que en algún momento sufrí un aneurisma, y ni siquiera una secuela en mi parte física que indique que sufrí un daño o una paraplegia en mi lado izquierdo.

¿Por qué se encomendó a Juan Pablo II y no a otros santos?
--Floribeth Mora: Siempre admiré al padre Pío y creo en su intercesión, pero con Juan Pablo II fue distinto, era el primer papa que llegó a Costa Rica y nos impactó a todos. En ese momento yo era joven y tenía 19 años. Lo vi cuando pasó por la avenida segunda y después pude compartir en una misa que el Papa celebró en La Sabana, donde había muchos jóvenes. Y aunque lo veía desde lejos no necesité más que eso para entender quien era.

¿Cuando escuchó esa voz interior, en qué idioma la escuchó?
--Floribeth Mora: En español, era su voz fuerte, no cabía duda, no puedo dudar de lo que escuché, estoy muy segura de eso.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


'Sobre el milagro de Floribeth no hay ningún margen de duda'
Entrevista al médico costarricense Ramirez Carbajal que hizo de 'abogado del diablo'

Por H. Sergio Mora

ROMA, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Este domingo es la canonización de Juan Pablo II. El milagro que ha servido para llevar al papa polaco a los altares sucedió en Costa Rica. La señora Floribet Mora, tras saber que tenía un aneurisma y que no podía ser operada porque se encontraba en la base del cerebro, pidió la intercesión del recién nombrado beato. El milagro fue ampliamente constatado científicamente. ZENIT pudo hablar hoy en Roma con el médico encargado por los obispos de Costa Rica, Mariano Ramírez Carbajal, encargado de certificar el milago, que explicó qué vieron los médicos antes y después del milagro.

¿Por qué le eligieron como perito médico en el proceso del milagro de Floribet Mora, y qué ha sucedido?
--Dr. Carbajal: Me eligieron por ser el médico de mayor experiencia, por ser el más viejo. En el caso de esta señora, los aneurismas cerebrales que le habían sido diagnosticados en el hospital Calderón Guardia de Costa Rica desaparecieron espontáneamente.

¿Qué le dijeron a Floribet cuando la atendieron en el hospital Calderón Guardia?
--Dr. Carbajal: Después de ver los exámenes a los parientes le dijeron: “Llévenla a su casa porque no hay nada que hacer”. Además en Estados Unidos, México y Costa Rica dijeron “es inoperable” y si procedían terminaba en estado vegetativo.

Hay algún margen de duda en la curación de Floribet.
--Dr. Carbajal: El margen de duda es cero, en mi experiencia nunca he visto una curación espontánea de aneurisma, sí muchas muertes por aneurismas. Existen curaciones con una cirugía aunque en este caso por encontrarse el problema en la base del cerebro no era posible.

¿Y en el mundo ha habido casos de curaciones espontáneas de aneurismas?
--Dr. Carbajal: No, y por esto estamos aquí. Y por ello la Iglesia lo ha aceptado.

¿Qué le indicaron a usted como perito y a la comisión de médicos que la siguieron?
--Dr. Carbajal: El neurocirujano Alejandro Vargas, del hospital Calderón Guardia, el día de la entrevista con la comisión del proceso, de la cual yo hacía de 'abogado del diablo', nos explicó la fisiología y la etiopatogenia y nos enseñó las imágenes y exámenes, los positivos con la patología y los negativos cuando se ve todo normal. Y el neurocirujano indicó que no existe explicación ante este hecho.

¿Y si no se curaba, qué sucedía?
--Dr. Carbajal: Se moría la paciente, no se sabe cuando pero sí que antes o después se moría. Tengo una paciente con un aneurisma de la yugular desde hace varios años y aún está viva.

Y ella cuando supo eso.
--Dr. Carbajal: Se puso a llorar, pero ella tuvo confianza en Juan Pablo II porque el primero de mayo había sido la beatificación y escuchó su voz, ¿pero quién le iba a creer eso?

¿No hay alguna explicación médica, o algún margen de duda?
--Dr. Carbajal: No, absolutamente no la hay. Las imágenes de la artereografía señalan el trayecto de todas las arterias cerebrales, porque sea el Tac que la resonancia magnética no enseñan los trayectos arteriales. Después le hicieron otra arteriografía aquí en el Gemelli. Y no hay ninguna evidencia que se haya vuelto a formar nada ni los rastros de la misma.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Dos papas santos: el pontificado de Juan XXIII en números
Francisco canonizará este domingo al Papa que convocó el Concilio Vaticano II

Por Iván de Vargas

MADRID, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - El 28 de octubre de 1958, contando con 77 años, el cardenal Angelo Giuseppe Roncalli fue elegido Papa ante la sorpresa de todo el mundo a causa de su avanzada edad. Escogió el nombre de Juan, nombre de su padre, del patrón de su pueblo natal y del evangelista de la caridad. En seguida empezó una nueva forma de hacer de Papa, movido por su fe y por su temperamento alegre.

 Juan XXIII supo dotarse de un programa preciso, cargándose de compromisos serios, dotados de grandes y trascendentales consecuencias. No olvidó jamás que el primer papel de un Papa es la oración. Si el mundo católico se extrañó ante el anuncio de la elección del cardenal Roncalli, de quien se había hablado poco antes del Cónclave y del que poco se conocía, más todavía le extrañó a él mismo que ni se había planteado semejante posibilidad. Desde el principio se definía amablemente como "un Papa aprendiz" y decía "dejadme que haga mi noviciado", se acercó sin temor a sus primeras tareas y con su habitual tranquilidad se enfrentó a ellas.

La misma noche de la bendición "urbi et orbi", su secretario le preguntó cuáles eran los primeros problemas de importancia a los que se quería enfrentar, respondió: "Ahora voy a tomar mi Liturgia de las Horas y voy a rezar Vísperas y Completas".

En los dos discursos iniciales del 29 de octubre, en su primer radio-mensaje al mundo y en el del día 4 de noviembre, día de la Coronación, Juan XXIII trazaba cuidadosamente y con aplomo el programa de su Pontificado, realizado después de manera efectiva con mucha paciencia, fuerza y tenacidad. "Queremos sobre todo subrayar con insistencia que Nosotros cargamos en nuestro corazón de una manera muy especial la tarea de pastor de toda la grey. Todas las otras cualidades humanas --la ciencia, el interés y el tacto diplomático, los talentos organizativos y de liderazgo--, pueden ser como ornamentos, acabados y para completar un gobierno pontifical, pero de ninguna manera pueden tomar el lugar suyo. Mas el punto central de todo es el celo, la pasión del "Buen Pastor", listo para cada ardua empresa sagrada, lineal, constante, hasta el sacrificio extremo". Un programa entonces clara e inequívocamente pastoral. Pero también ecuménico y misional, guiado por la conquista de los alejados.

La magnitud y la extraordinaria popularidad del papa Juan proceden en buena parte, también de un inalterable optimismo frente al hombre y frente a toda la Humanidad, sustentado en una inquebrantable y valiente fe, y de un sentido intenso y fuerte de lo Divino, que le permitió ir al encuentro, y establecer los consiguientes contactos, con las iglesias ortodoxas y protestantes, además de con hombres de distinta fe, religión o ideología. 

Tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros, ante la sorpresa de todo el mundo anunció el XXI Concilio Ecuménico --que posteriormente fue llamado Concilio Vaticano II--, el I Sínodo de la Diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico. Durante su pontificado nombró 37 nuevos cardenales, entre los cuales por primera vez uno de Tanzania, un japonés, un filipino y un mejicano. Fue el primer Papa, desde 1870, que ejerció su ministerio de obispo de Roma visitando personalmente las parroquias de su diócesis.

El 4 de octubre de 1962, una semana antes del Concilio, el papa Juan peregrinó en tren a Loreto y a Asís para orar y hacer orar por el Concilio que se iba a celebrar. Ésta fue la primera salida de un Papa fuera de la región del Lazio desde la incorporación de Roma al Estado Italiano (1870). Todos los medios de comunicación destacaron el hecho. La prensa remarcó los discursos realizados en Loreto y Asís. A lo largo del viaje muchas personas lo recibieron en las estaciones de tren por las que pasaba para dirigirse a su destino. Él hablaba con la gente desde la ventanilla del tren, pero lo más importante era el hecho que se dirigía a las dos zonas de peregrinación para recibir la gracia de Dios en vista al Concilio Ecuménico, el Vaticano II.

El 11 de octubre de 1962 el papa Roncalli abrió el Concilio Vaticano II en San Pedro, indicando la precisa orientación de los objetivos: no se trataba de definir nuevas verdades ni condenar errores, sinó que era necesario renovar la Iglesia para hacerla más santa y capaz de transmitir el Evangelio en los nuevos tiempos, buscar los caminos de unidad de las Iglesias cristianas, buscar lo bueno de los nuevos tiempos y establecer diálogo con el mundo moderno centrándose primero "en lo que nos une y no en lo que nos separa".

El 1 de marzo de 1963 su nombre se asociaba al premio internacional Balzan por la paz en reconocimiento de su intensa actividad para evitar los conflictos y su tarea de mostrar a la humanidad los caminos para conseguir la convivencia pacífica. El día 7 del mismo mes recibió en audiencia privada al senador Giovanni Gronchi, presidente general de los premios de la Fundación Internacional Balzan, el cual le comunicó oficialmente la asignación del premio. En esa ocasión pronunció un discurso en francés. Recibió el premio el 10 de mayo.

El 7 de marzo de 1963 recibió en su estudio privado del Vaticano a Alexej Adjubei, yerno del líder soviético Nikita Kruscev, y su esposa Rada. Rada estava emocionada y feliz y dijo al Papa: “Usted tiene las manos grandes y fuertes como los campesinos, igual que mi padre”.

El 11 de abril de 1963, Jueves Santo, el papa Roncalli publicó la Encíclica "Pacem in terris" (Paz en la Tierra), dirigida no sólo a los católicos sinó a "todas las personas de buena voluntad". Dada la situación del momento, fue bien acogida por todo el mundo como expresión del camino para alimentar la esperanza de paz y solidaridad del género humano. Fue guardada en los archivos de las Naciones Unidas, en Nueva York. El papa Juan escribió ocho encíclicas en total: "Pacem in terris"; "Paenitentiam Agere"; "Aeterna Dei Sapientia"; "Mater et Magistra"; "Princeps Pastorum"; "Grata Recordatio"; "Sacerdotii Nostri Primordia"; "Ad Petri Cathedram".  

El 23 de mayo del mismo año fue anunciada públicamente la enfermedad del Papa y el 3 de junio -después de cuatro años, seis meses y seis días de pontificado- Angelo Giuseppe Roncalli, que había tomado el nombre de Juan XXIII, moría en paz invocando el nombre de Jesús y ofreciendo su vida de acuerdo con las palabras de Jesús: "Que todos sean uno" (Ut unum sint). Una persona que lo conocía bien y le había seguido durante esos pocos años sintetizó muy bien la impresión de todos: "El papa Juan me ha hecho descubrir de una forma nueva y consoladora la paternidad de Dios".

La causa de beatificación fue introducida por Pablo VI en 1965, después de la clausura del Concilio Vaticano II. El Papa Bueno fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre del 2000, durante el Jubileo, en la misma celebración de la beatificación de Pío IX. En aquella ocasión, el milagro aprobado para su beatificación fue la curación de sor Caterina Capitani en 1966.

El beato Angelo Giuseppe Roncalli serán proclamado santo por el papa Francisco el próximo 27 de abril, segundo domingo de Pascua, Fiesta de la Divina Misericordia, en una ceremonia de canonizaciones que se celebrará en la plaza de San Pedro del Vaticano y a la que se espera que acudan cientos de miles de personas.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Dos papas santos: el pontificado de Juan Pablo II en números
El Papa polaco será canonizado 9 años después de su muerte

Por Redacción

MADRID, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Los cardenales reunidos en Cónclave eligieron Papa a Karol Wojtyla el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.

El Pontífice polaco ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la "sollicitudo omnium Ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.

Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.Publicó también cinco libros como doctor privado: "Cruzando el umbral de la esperanza" (octubre de 1994);"Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996); "Tríptico romano - Meditaciones", libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia. Amplió notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno "in pectore", cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).

Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas (más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000) y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con primeros ministros.

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina. Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto Pontífice, más de tres millones de peregrinos le rindieron homenaje, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005, y el Pontífice polaco fue beatificado en un tiempo récord por Benedicto XVI, el 1 de mayo de 2011. El papa Francisco canonizará el próximo domingo a Karol Wojtyla ante cientos de miles de personas en la plaza de San Pedro.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El papa Francisco


El Papa en Santa Marta: 'Evitemos ser cristianos murciélagos'
Francisco explica que hay fieles que tienen miedo a la Resurrección. Su vida parece un funeral

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Hay cristianos que tienen miedo de la alegría de la Resurrección que Jesús nos quiere donar y su vida parece un funeral, pero el Señor resucitado está siempre con nosotros. Ésta es la enseñanza que el papa Francisco ha extraído del Evangelio de hoy, y que el Pontífice ha explicado en su homilía de la misa celebrada esta mañana en la capilla de la Casa Santa Marta. 

La liturgia del día narra la aparición de Cristo resucitado a sus discípulos. Ante el saludo de paz del Señor, los discípulos, en lugar de alegrarse --ha afirmado el Santo Padre-- se quedan “trastornados y llenos de temor”, pensando “que veían un fantasma”. Jesús trata de hacerles entender que lo que ven es real, los invita a tocar su cuerpo, y pide que le den de comer. Los quiere conducir a la “alegría de la Resurrección, a la alegría de su presencia entre ellos”. Pero los discípulos --ha observado el Pontífice-- “no podían creer, porque tenían miedo de la alegría”:

“Esta es una enfermedad de los cristianos. Tenemos miedo de la alegría. Es mejor pensar: ‘Sí, sí, Dios existe, pero está allá; Jesús ha resucitado, está allá’. Un poco de distancia. Tenemos miedo de la cercanía de Jesús, porque esto nos da alegría. Y así se explica la existencia de tantos cristianos de funeral, ¿no? Que su vida parece un funeral continuo. Prefieren la tristeza y no la alegría. Se mueven mejor, no en la luz de la alegría, sino en las sombras, como esos animales que sólo logran salir de noche, pero no a la luz del día, porque no ven nada. Como los murciélagos. Y con un poco de sentido del humor podemos decir que hay cristianos murciélagos que prefieren las sombras a la luz de la presencia del Señor”. 

Pero “Jesús, con su Resurrección --ha añadido el Papa-- nos da la alegría: la alegría de ser cristianos; la alegría de seguirlo de cerca; la alegría de ir por el camino de las Bienaventuranzas, la alegría de estar con Él”:

“Y nosotros, tantas veces, o estamos trastornados, cuando nos llega esta alegría, o llenos de miedo, o creemos que vemos un fantasma o pensamos que Jesús es un modo de actuar: ‘Pero nosotros somos cristianos y debemos hacer así. ¿Pero dónde está Jesús? ‘No, Jesús está en el Cielo’. ¿Tú hablas con Jesús? ¿Tú le dices a Jesús: ‘Yo creo que Tú vives, que Tú has resucitado, que Tú estás cerca de mí, que Tú no me abandonas’? La vida cristiana debe ser eso: un diálogo con Jesús, porque --esto es verdad-- Jesús siempre está con nosotros, siempre está con nuestros problemas, con nuestras dificultades, con nuestras obras buenas”.

¡Cuántas veces --ha recordado Francisco al concluir-- nosotros los cristianos “no somos alegres, porque tenemos miedo!”. Cristianos que “han sido vencidos” en la cruz:

“En mi tierra hay un dicho que dice así: ‘Cuando uno se quema con la leche hirviendo, después, cuando ve una vaca, llora’. Y éstos se habían quemado con el drama de la cruz y dijeron: ‘No, detengámonos aquí; Él está en el Cielo; muy bien, ha resucitado, pero que no venga otra vez aquí, porque ya no podemos más’. Pidamos al Señor que haga con todos nosotros lo que ha hecho con los discípulos, que tenían miedo de la alegría: que abra nuestra mente: ‘Entonces, les abrió la mente para comprender las Escrituras’; que abra nuestra mente y que nos haga comprender que Él es una realidad viva, que Él tiene cuerpo, que Él está con nosotros, que nos acompaña y que Él ha vencido. Pidamos al Señor la gracia de no tener miedo de la alegría”.

(RED/IV)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Francisco: 'San José de Anchieta no le tuvo miedo a la alegría'
Misa de acción de gracias del Papa por la canonización del evangelizador de Brasil

Por Redacción

ROMA, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha presidido este jueves, a las seis de la tarde, en la Iglesia romana de San Ignacio de Loyola, la misa de acción de gracias por la canonización de san José de Anchieta. El Santo Padre firmó el pasado 3 de abril el decreto de canonización del padre Anchieta, junto con el de otros dos beatos canadienses: la mística misionera María de la Encarnación (Guyart) y el obispo Francisco de Montmorency-Laval. Los tres habían sido beatificados en 1980 por Juan Pablo II. 

La canonización del jesuita tinerfeño José de Anchieta se realizó a través del proceso llamado 'equivalente', ya que no responde a un milagro reciente, sino que se reconoce su intensa labor de evangelización en Brasil, realizada en la segunda mitad del siglo XVI.

A su llegada a la iglesia, el Pontífice argentino ha sido recibido entre vítores y ovaciones por los numerosos fieles y curiosos que se agolpaban a las puertas del templo. Y es que Roma se encuentra tomada por miles de peregrinos procedentes de diversos países del mundo que han llegado a la capital de Italia para asistir, el próximo domingo, a las canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II.

La iglesia de San Ignacio ha acogido en torno a mil personas durante la celebración. La delegación canaria, de algo más de ochenta personas, ha estado encabezada por los dos obispos de Canarias, monseñor Bernardo Álvarez (Tenerife) y monseñor Francisco Cases (Gran Canaria), el presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, el del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el alcalde de La Laguna --ciudad natal de san José de Anchieta--, Fernando Clavijo, entre otros. En representación del Gobierno de Español, el ministro José Manuel Soria, que también es canario.

A la eucaristía, que ha sido en portugués, han acudido las primeras autoridades religiosas de Brasil: los cardenales Damasceno, Hummes, Braz y Scherer. Aun así, el Santo Padre ha realizado su homilía en español. A continuación, reproducimos las palabras pronunciadas por el papa Francisco durante la misa de acción de gracias:

En el pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar los discípulos no alcanzan a creer la alegría que tienen porque “no pueden creer a causa de esa alegría”, así dice el Evangelio. Miremos la escena: Jesús ha resucitado, los discípulos de Emaús han narrado su experiencia. Pedro también cuenta que lo vio. Luego el mismo Señor aparece en la sala y les dice: “Paz a ustedes”. Varios sentimientos irrumpen en el corazón de los discípulos: miedo, sorpresa, duda y, por fin, alegría. Una alegría tan grande que por esta alegría “no alcanzaban a creer”. Estaban atónitos, pasmados, y Jesús, casi esbozando una sonrisa, les pide algo de comer y comienza a explicarles, despacio, la Escritura, abriendo su entendimiento para que puedan comprenderla. Es el momento del estupor del encuentro con Jesucristo, donde tanta alegría nos parece mentira; más aún, asumir el gozo y la alegría en ese momento nos resulta arriesgado y sentimos la tentación de refugiarnos en el escepticismo, “no es para tanto”. Es más fácil creer en un fantasma, que en Cristo vivo. Es más fácil ir a un quiromante que te adivine el futuro, que te tire las cartas, que fiarse de la esperanza de un Cristo triunfante, de un Cristo que venció la muerte. Es más fácil una idea, una imaginación que la docilidad a ese Señor que surge de la muerte y vaya a saber a qué cosas te invita. Es el proceso de relativizar tanto la fe que nos termina alejando del encuentro, alejando de la caricia de Dios. Es como si “destiláramos” la realidad del encuentro con Jesucristo en el alambique del miedo, en el alambique de la excesiva seguridad, del querer controlar nosotros mismos el encuentro. Los discípulos le tenían miedo a la alegría… Y nosotros también. 

La lectura de los Hechos de los Apóstoles nos habla de un paralítico. Escuchamos solamente la segunda parte de esa historia, pero todos conocemos la trasformación de este hombre: lisiado de nacimiento, postrado a la puerta del Templo para pedir limosna, sin atravesar nunca su umbral; y cómo sus ojos se clavaron en los Apóstoles, esperando que le diesen algo. Pedro y Juan no le podían dar nada de lo que él buscaba: ni oro, ni plata. Y él, que se había quedado siempre a la puerta, ahora entra por su pie, dando brincos, y alabando a Dios, celebrando sus maravillas. Y su alegría es contagiosa. Eso es lo que hoy nos dice la Escritura: la gente se llenaba de estupor, y asombrada acudía corriendo para ver esa maravilla. Y en medio de ese barullo, de esa admiración, Pedro anuncia el mensaje. 

Es que la alegría del encuentro con Jesucristo, ésa que nos da tanto miedo de asumir, es contagiosa y grita el anuncio, y ahí crece la Iglesia. El paralítico cree. “La Iglesia no crece por proselitismo, crece por atracción”; la atracción testimonial de este gozo que anuncia Jesucristo. Ese testimonio que nace de la alegría asumida y luego transformada en anuncio. Es la alegría fundante. Sin este gozo, sin esta alegría, no se puede fundar una iglesia, una comunidad cristiana. Es una alegría apostólica, que se irradia, que se expande. Me pregunto: Como Pedro, ¿soy capaz de sentarme junto al hermano y explicar despacio el don de la Palabra que he recibido? ¡Es contagiarle mi alegría! ¿Soy capaz de convocar a mi alrededor el entusiasmo de quienes descubren en nosotros el milagro de una vida nueva, que no se puede controlar, a la cual debemos docilidad porque nos atrae, nos lleva; esa vida nueva nacida del encuentro con Cristo?

También san José de Anchieta supo comunicar lo que él había experimentado con el Señor, “lo que había visto y oído” de Él; lo que el Señor le comunicó en sus ejercicios. Él, junto a Nóbrega, es el primer jesuita que Ignacio envía a América. Un chico de 19 años. Era tal la alegría que tenía, tal el gozo, que fundó una nación, puso los fundamentos culturales de una nación en Jesucristo. No había estudiado teología, no había estudiado filosofía; era un chico, pero había sentido la mirada de Jesucristo y se dejó alegrar, y optó por la luz. Ésa fue y es su santidad. No le tuvo miedo a la alegría.

San José de Anchieta tiene un hermoso himno a la Virgen María, a quien, inspirándose en el cántico de Isaías 52, compara con el mensajero que proclama la paz, que anuncia el gozo de la Buena Noticia. Que Ella, que en esa madrugada del domingo, insomne por la esperanza, no le tuvo miedo a la alegría, nos acompañe en nuestro peregrinar, invitando a todos a levantarse, a renunciar a la parálisis, para entrar juntos en la paz y la alegría que Jesús, el Señor Resucitado, nos regala. 

Ver el álbum de fotos de la celebración.

(RED/IV)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Santa Sede


Portavoz del Vaticano puntualiza sobre las llamadas telefónicas del Papa
No es actividad pública y las noticias difundidas y amplificadas mediáticamente no son fiables y suelen ser fuente de confusión

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Refiriéndose a la llamada que el santo padre Francisco realizó el 21 de abril a una señora argentina casada con un divorciado que le había escrito un mail al Papa en el mes de septiembre, y que tuvo fuerte resonancia en los medios de ayer, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi consideró oportuno realizar algunas precisaciones. 

Sobre la llamada del Papa los medios dieron diversas interpretaciones, algunas indudablemente forzadas, como la supuesta 'autorización para comulgar a una divorciada'.

En un breve comunicado difundido hoy, el portavoz Lombardi recuerda que el Papa suele tener contactos telefónicos con los fieles. "En el ámbito de las relaciones personales pastorales del Papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono", ha escrito.

Y precisó, como adelantado ayer por ZENIT, que "como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa".

Señala además que este tipo de noticias, que se apoyan el relato de quienes hablaron con el Papa, suelen ser fuente de confusión y sufren una amplificación mediática: "Las noticias difundidas sobre esa materia --ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales-- y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión" añade el comunicado.

En este caso en particular las interpretaciones fueron incluso muy forzadas e impuntuales, como llegar a confundir que una mujer casada con un divorciado era divorciada, y que la llamada del Papa significaba que los divorciados podían acercarse al sacramento de la comunión.

"Por lo tanto --concluye el padre Lombardi-- hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia".

Leer el artículo de ZENIT sobre el tema

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Reliquia de Juan Pablo II expuesta en el Bambino Gesù
Desde el sábado 26 al domingo 27 de abril, en la Capilla del hospital será expuesta una pequeña ampolla que contiene sangre de Wojtyla tomada por los médicos durante los últimos dí­as de su enfermedad

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Una reliquia de Juan Pablo II será expuesta en el hospital Bambino Gesù de Roma, desde el sábado 26 al domingo 27 de abril. Como informa un comunicado del hospital, se trata de una pequeña  ampolla que contiene la sangre del futuro santo polaco, tomada en los últimos días de su enfermedad por el personal médico.

Esta extracción fue puesta a disposición del Servio de Transfusiones del Bambino Gesù en vistas de una posible transfusión, que finalmente no fue efectuada. La sangre de Juan Pablo II fue por tanto conservada en cuatro pequeños envases, dos de los cuales quedaron a disposición del secretario particular, el cardenal Stanislaw Dziwisz. Los otros dos fueron guardados con devoción desde el día de la muerte de Wojtyla en la capilla del hospital, propiedad de la Santa Sede.

La reliquia del Santo -explica el comunicado- será expuesta a partir de la tarde del sábado 26 de abril, en ocasión de la Santa Misa de las 17.00. El domingo 27, día de la canonización, la exposición tendrá lugar desde las 8.30 hasta las 19.00. Junto a la ampolla, en la capilla del Bambino Gesù será expuesto también "el solideo" de Juan XXIII, el misma que el "Papa Bueno" dejó en la cabeza de un pequeño paciente del hospital durante una de sus visitas.

Los enfermos ingresados en el hospital, junto a sus familiares, podrán "participar" en la ceremonia de canonización, siguiendo la transmisión en directo desde las televisiones en las pantallas de las habitaciones y de las salas de espera. Además - concluye el comunicado- en vista de la máxima presencia de fieles en Roma, desde el sábado 26 al lunes 28 de abril, el servicio de urgencias del Bambino Gesù será la unidad de crisis pediátrica de referencia.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Rome Reports


Francisco preside la misa de acción de gracias por la canonización de José de Anchieta (Video)

Por Rome Reports

ROMA, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - El Papa Francisco presidió la Misa en acción de gracias por la canonización del jesuita José de Anchieta, el apóstol de Brasil.

De origen español, con tan sólo 19 años fue enviado por el propio San Ignacio de Loyola a América Latina. Se estableció en Brasil donde fundó las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paolo.

Francisco declaró santo al misionero español el 3 de abril mediante de la fórmula de la canonización equivalente.

Para ver el video clique aquí

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Juan XXIII, 8 logros de un pontificado revolucionario (Videos)

Por Rome Reports

ROMA, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Juan XXIII se ganó rápidamente el sobrenombre de "Papa bueno”. Así lo percibían los cristianos de a pie y las personas que lo trataron de cerca. Junto a las grandes empresas, como el Concilio Vaticano II, llevó a cabo sencillos gestos que perduran y que también han cambiado la Iglesia.

Para ver el video hacer click aquí

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Más de 1800 nuevos santos y beatos, el mejor legado de Juan Pablo II (Video)

Por Rome Reports

ROMA, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) -  Una de las cifras más llamativas del pontificado de Juan Pablo II es el número de personas a las que canonizó y beatificó: más de 1800.No es casualidad que los más importantes vivieran en el siglo XX: con ellos Juan Pablo II quiso mostrar que ser santo no es imposible hoy en día.

Para ver el vídeo hacer click aquí

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Espiritualidad


Santa María de santa Eufrasia Pelletier
«El triunfo de su voluntad, junto a la gracia, le permitió doblegar un carácter tempestuoso que hubiera hecho peligrar su vocación. Quiso llevar el nombre de Teresa de Jesús, pero obedientemente acogió el que se le impuso»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 24 de abril de 2014 (Zenit.org) - Rosa Virginia nació el 31 de julio de 1796 en la isla de Noirmoutier, Francia en medio de la Revolución francesa. Fue el lugar elegido por sus padres para refugiarse al producirse el levantamiento de La Vendée. Estos valientes defensores de sacerdotes y religiosos, por cuyas acciones en su favor debieron abandonar su lugar de origen, la bautizaron por su cuenta de forma clandestina. Cuando la niña tenía un año, el primer presbítero que desembarcó en la costa confirmó el sacramento. El estrecho vínculo que la familia continúo manteniendo con estos confesores de la fe hizo que Rosa creciera bajo el sólido fundamento de la misma. Al recibir la primera comunión sintió la llamada a la consagración. En 1805 murió una de sus hermanas y al año siguiente su padre. Entonces su madre decidió enviarla a Tours. Quedó bajo el amparo de la madre Pulchérie fundadora de la Asociación católica. Era una persona estricta con las alumnas. Pero este trato riguroso fue conveniente para la santa, quien a los 17 años, siendo una joven bien parecida, eligió seguir a Cristo. Desde el principio supo que debía salvar el escollo de su fuerte temperamento. Impulsiva y poco dada a la contención verbal, su tendencia a responder con salidas de tono y un apego al propio criterio ponían su voluntad y vocación en peligroso disparadero. El arrepentimiento y la aflicción que llegaban después unido a las penitencias que se imponía revelaban su nobleza. Pero eran caballos de batalla que le dominaban y si deseaba unirse a Cristo tenía que purificar sus tendencias. Su determinación a luchar era incontestable, y así se lo dijo a su hermana: «Será necesario doblegarme, lo sé, pero seré religiosa». Lo que vivió en el centro junto a la madre Pulchérie fue un entrenamiento para lo que tendría que asumir.

En esta época tuvo noticias de la existencia del instituto de Nuestra Señora de la Caridad y del Refugio. San Juan Eudes lo había fundado en 1641 con objeto de proporcionar una vida digna a las mujeres descarriadas (llamadas magdalenas), y a las que podían caer en redes mafiosas movidas por desaprensivos. Rosa ingresó en el convento de Tours en 1814 y se le encomendó ser catequista de las jóvenes. En el momento de profesar decidió tomar el nombre de Teresa. Es lógico pensar que la imponente y arrebatadora personalidad de esta mujer castellana que volcó su pasión en Cristo le sedujese. Que le hiciese creer que con este referente, junto a la gracia, también ella podría escalar las altas cimas de la santidad. Por eso quiso unirla a su persona. Pero a la superiora le pareció excesivo. Teresa de Jesús había sido una santa de tal calibre que juzgó presunción que Rosa Virginia pensase en él para llevarlo en su honor. «¿Teresa? ¿Tú, Teresa? ¿Una mujer tan grande?¡¿Por quién te tienes?! ¿Pretendes igualarla, pobrecita aspirante a la perfección religiosa? Ve a buscar en la ‘Vida de los Santos’el nombre más humilde y escondido que haya».Sin mostrar resistencia alguna, humilde y generosa, abrió las páginas del santoral y eligió el nombre de una sencilla mujer que había conquistado la santidad: Eufrasia.

A los 29 años fue designada superiora de la Orden. Pero, poco a poco, iba viendo que la Institución no era para ella. Intuía que debía moverse con horizontes más amplios. «Yo no quiero que se diga que soy francesa. Yo soy italiana, inglesa, alemana, española, americana, africana o hindú. Yo soy de todos los países donde hay personas que salvar». En Angers habían solicitado una nueva fundación y allí se trasladó para vivir en una casa refugio existente en la ciudad denominada «El Buen Pastor». Su ímpetu apostólico hizo de este centro un lugar fecundo desde el principio. Movida por él, solía decir: «Nuestra vida debe ser siempre el celo; y este celo debe abrazar al mundo entero». A los cuatro meses tenían más de ochenta nuevas vocaciones, una comunidad de contemplativas y una segunda rama que ha perdurado hasta nuestros días. Debía volver a Tours, pero la gente que la quería se opuso a su partida. Entretanto, se percató de la conveniencia de fundar un generalato. Salía al paso de eventuales dificultades que podrían surgir si cada casa dependía de un prelado distinto. Además, juzgó que si existía una superiora general podría cubrir las necesidades que surgieran trasladando a las religiosas donde fuese conveniente. No tardaron en saltar a la palestra murmuraciones, incomprensiones y signos de desaprobación de quienes no compartían la obra. Fueron especialmente ácidas al ser elegida unánimemente por todas las religiosas como superiora general. «Me habéis nombrado superiora: soy indigna de ello, estoy confusa; pero en fin, ya que soy la superiora, fundaremos las ‘Magdalenas’». La acusaron entre otras cosas, de ambición personal, afán de poder, espíritu de innovación… Fueron momentos de gran dolor, una prueba que afrontaba confiada en Dios. Una noche escribió al papa: «Si el Santo Padre encuentra dificultad en que yo sea la superiora general, me someto humildemente». Las peticiones para que abriera fundaciones en otros lugares, incluida Roma, no cesaban y el pontífice Gregorio XVI le dio su bendición en 1835: «Ahora voy a ser yo quien va a sostener vuestro Instituto».Con su aquiescencia puso en marcha la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor. Erigió en vida más de cien casas en casi todos los continentes sin viajar, y sin los medios de comunicación que existirían después. Como aquello que se ama es por lo que se lucha y se da la vida, sus hermanas eran sostén y aliento en su dulce caminar junto a Cristo: «Como he dado a luz a mis hijas en la cruz, las quiero más que a mí misma. Mi amor tiene sus raíces en Dios y en el conocimiento de mi propia miseria, pues comprendo que a la edad en que hacen la profesión, yo no hubiese sido capaz de soportar tantas privaciones y un trabajo tan duro». Murió en Angers el 24 abril de 1868. Pío X la beatificó el 30 de abril de 1933. Y Pío XII la canonizó el 2 de mayo de 1940.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Foro


Experiencia pascual de reconciliación
Reflexiones de Mons. Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas

Por Felipe Arizmendi Esquivel

SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 24 de abril de 2014 (Zenit.org)

VER

Celebré el Triduo Pascual en Nueva Palestina y Frontera Corozal, comunidades tseltal y ch’ol, a más de siete horas de la sede episcopal. En la primera, desde hace unos años hubo un distanciamiento entre dos grupos católicos, los de la iglesia de Guadalupe, en el centro del lugar, y los de las otras iglesias: Sagrado Corazón, Cristo Rey, Santo Domingo, San Pedro y San Miguel. Todo empezó porque los de Guadalupe invitaron a un coro no coordinado de Chilón, con cantos de tinte carismático, que no les parecieron a los demás. Se hicieron agravios entre ambos grupos y se radicalizaron las posturas. Los de Guadalupe ya no querían pertenecer a su parroquia, sino ser atendidos por otra. En una ocasión en que estuve allá tratando de resolver la división, unas mujeres de Guadalupe me amenazaron con no dejarme salir del templo y del pueblo, si no aceptaba sus condiciones, a las que no podía acceder. Hicimos varios intentos de resolver el conflicto, con ayuda de la Vicaría de Justicia y Paz. Después de varias propuestas, se empezó a destrabar el asunto con el cambio de líderes en Guadalupe.

Les propuse ir a celebrar el Triduo Sacro participando ambos grupos. Aceptaron y prepararon todo, distribuyéndose los servicios litúrgicos y aportando todos algo para compartir juntos los alimentos. El Jueves Santo, celebré en la iglesia del Sagrado Corazón y llegaron en solemne procesión los de Guadalupe, con su Crucifijo, la imagen de la Virgen, tambores, flautas, coros, banderas, incienso, velas y mucha gente. En la Vigilia Pascual, los de las cinco capillas llegaron a Guadalupe, para celebrar juntos la Pascua. No hubo reproches ni estridencias. No fue necesario firmar documentos, acuerdos, compromisos; todo se desarrolló en paz y armonía, en un reencuentro sereno y gozoso de familia, como si nada hubiera pasado. Desde hacía meses no llovía, y antes de la celebración, Dios manifestó su complacencia con una sabrosa lluvia, que nos refrescó y alentó la nueva vida también en los campos. El domingo de Resurrección, desde la iglesia de Guadalupe, todos peregrinamos hacia la iglesia de Cristo Rey, donde culminamos estas fiestas compartiendo la Eucaristía y los alimentos con una convivencia que es fruto del Espíritu. Una suave brisa, como la de Elías en el Sinaí, nos refrescaba del fuerte calor. Algo semejante vivimos en Frontera Corozal, donde hace años había también diferencias entre los de la iglesia del Señor de Tila y los del barrio de Guadalupe; ahora celebré en ambas partes y todos participaron en las dos iglesias, sin resentimientos.

Sucedió otro milagro: Hablaron conmigo los líderes de los Bienes Comunales Zona Lacandona, para informarme que decidieron no pedir más a los gobiernos federal y estatal el desalojo y la reubicación de unas comunidades de Montes Azules, asentadas ilegalmente en territorio lacandón desde hace más de treinta años, porque se consideran hermanos indígenas y no quieren dañarse entre sí. Antes, pedían lo contrario, y con nuestros agentes de pastoral tratamos de velar por los derechos de los otros. Ahora dicen que el problema son instituciones gubernamentales, asociadas con empresarios, las que insisten en el desalojo, por intereses económicos, que disfrazan de ecoturísticos y de protección ambiental. Piden mi intervención ante esas instancias, para que ya no intenten desalojar a aquellas comunidades, sino que puedan vivir en paz en ese territorio. Esto es acción del Espíritu, que esperamos sea una resurrección de paz y armonía social entre los indígenas.

PENSAR

El Papa Francisco, en su mensaje de Pascua, ha dicho: “En Jesús, el Amor ha vencido al odio, la misericordia al pecado, el bien al mal, la verdad a la mentira, la vida a la muerte. La Buena Nueva es salir de sí mismo para ir al encuentro del otro, estar al lado de los heridos por la vida, compartir con quien carece de lo necesario, permanecer junto al enfermo, al anciano, al excluido. El amor es más fuerte, el amor da vida, el amor hace florecer la esperanza en el desierto” (20-IV-2014).

ACTUAR

Sigamos buscando caminos para que se logre la misma reconciliación en las comunidades donde todavía hay divisiones entre los mismos creyentes. Que el Espíritu nos conceda ser puentes de unidad. Eso es Pascua de resurrección.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba