9.05.14

 

¿Quién me iba a decir que un día llegaría a estar de acuerdo en algo con esas señoras que van por la vida reclamando el derecho a matar a los seres humanos no nacidos? Pues ese día ha llegado.

Resulta que la cabeza de lista del PSOE al parlamento europeo planteó la posibilidad de celebrar un referéndum sobre el aborto en España. Y la plataforma “Mujeres ante el Congreso” ha replicado rápidamente diciendo dos cosas que vienen a ser la misma:

- El derecho individual de las personas no tiene que ir a referéndum.

- El derecho a decidir de la mujer no está sujeto a mayorías.

Pues bien, yo también estoy en contra de un referéndum sobre el aborto. Pero por las siguientes razones:

- El derecho a nacer no tiene que ir a referéndum.

- El derecho a que no te maten antes de nacer no está sujeto a mayorías.

Es decir, a diferencia de religiosas heréticas a las que la Iglesia -incomprensiblemente- mantiene en su seno, como es el caso de Sor Teresa Forcades, no creo que sea equiparable el derecho a vivir con el derecho a la “autodeterminación” de la mujer sobre su embarazo. Yo pienso que si no existe el derecho a la vida, no existe derecho alguno.

Es más, la actual legislación -o la que quiere traer el señor Gallardón- es tan repelente, que se da la peculiar circunstancia de que un embrión o feto humano tiene derecho a heredar en caso de que un familiar -mayormente el padre- muera durante el embarazo, pero no a nacer.

Obviamente, si fuera diputado y tuviera que votar una ley sobre el aborto, mi voto sería “no”. Pero seguiría diciendo exactamente lo mismo. Señores, eso no se debe ni votar. Tiene guasa que esas promotoras del peor de los crímenes le den una lección de coherencia a muchos que creen en la idea de la democracia liberal que consiste en que prácticamente todo puede votarse. Incluso derechos fundamentales.

Luis Fernando Pérez Bustamante