3.06.14

¿Qué pasó con lo del gregoriano?

A las 7:31 PM, por Jorge
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He de reconocer que tengo lectores y comentaristas con buenísima memoria. De vez en cuando suelto alguna cosa, hablo de ocurrencias pastorales, proyectos o locuras de uno y ahí queda la cosa. A veces salen, a veces se quedan en el corazón… depende.

Pero… hete aquí que en esos casi siempre te llega el correo de algún memoriete que se debe atizar fósforo Ferrero en vena y mira por dónde se acuerda, y manda un correo “inocente” de esos que son más o menos una cosa así… “perdón, don Jorge, me estaba acordando de una vez que nos dijo… ¿aquello qué pasó?” Y claro, pues hay que decir algo.

Ambicioso proyecto lo de cantar alguna cosita en gregoriano en la parroquia. Locuras de un servidor que no sé ni cómo me aguantan. Cada vez que digo que “se me está ocurriendo una cosa” directamente se echan a temblar y me llaman de todo. Eso sí, como son buena gente acaban diciendo que vale, que por esta vez vale, pero que se esté tranquilo.

A lo que iba. Que allá por marzo, era por marzo, cuando muy bajinis, casi sin que se notara, lo solté como el que no quiere la cosa. Ya saben, como entre dientes: que si algo de gregoriano… Pues mis feligreses, gente de aguda captación auditiva, se entraron, al menos algunos, y a las pocas semanas estábamos ensayando.

Han pasado tres meses. Como pueden comprender, pasar de repente a lo de siempre que es lo que francamente podemos, con nuestras guitarras y esa gente de buenísima voluntad, al gregoriano, es un paso duro. Perdido en la práctica durante mucho tiempo para la liturgia, que no para conciertos ¡qué cosas!, volver a meterlo en una misa dominical parecía cosa imposible. Por eso andamos poco a poco. De cuando en cuando, entre col y col, lechuga de la buena.

A día de hoy, y tras tres meses de andadura, cada domingo, en la misa de las 13 h., se cantan un par de cosas en gregoriano. Poquito a poquito, a base de repetir, memoria y buena voluntad (que los hay que se van a trabajar con lo de la semana en el coche para irlo aprendiendo, que me lo sé yo) se van haciendo con un repertorio mínimo. Ya se ha cantado kyries, gloria, sanctus y agnus de la misa de angelis, por ejemplo. El domingo pasado nos sorprendieron con el Ave verum. Y para el próximo, Pentecostés, procesión de entrada con el Veni creator y el Gloria.

Así que para los que preguntan con la mejor intención, y aun cuando no lo sea, decirles que hay un pequeño grupo de diez o doce personas que cada miércoles ensayan de 20 a 21 horas y que cada domingo algo van haciendo. Muy limitados, claro, pero con bastante decoro.

El gran problema de la música litúrgica es que no sé a quién se le ha ocurrido que en misa hay que cantar como sea, que antes muerto que una misa de domingo a palo seco. Y en ese como sea se han colado canciones que no hay por dónde coger ni en la letra ni en la calidad musical, y ejecuciones de las mismas como para ejecutar litúrgicamente a cualquiera.

Volviendo a lo de la parroquia y esto del gregoriano. Efectivamente hay gente que lo rechaza con esa cosa de que ya está bien, estamos volviendo a lo de antes, curiosamente los mismos que quieren volver a los primeros cristianos, con lo cual hay antes buenos, otros malos y otros entre fuerte y flojo. A ver cómo leches distinguimos. Mucha gente lo valora y descubre su belleza y cómo ayuda a entrar en el misterio, que de eso se trata.

Pues eso, que no está olvidado, que en ello estamos. Y que merece la pena que nos embarquemos en historias. Por eso lo cuento, y no es tan complejo.