9.06.14

Hogar de Tuam

«Dígannos la verdad sobre los niños abandonados en las fosas comunes de Galway. Olvídense de rezar. No insultéis a aquellos que fueron despreciados en vida y abusados por vosotros., bla, bla, bla» Así ‘comentaba’ la reciente descubrimiento de hace 39 años The Guardian, y más o menos así ha sido contado por la progrez de izquierdas y derechas de todo el mundo: monjas malas, Irlanda católica mala, católicos malos.

La nada sospechosa de filocatolicismo revista Spyked ha salido al paso para rescatar los últimos resquicios de buen periodismo que quedan: La fosa de Tuam, otro mito sobre la malvada [católica] Irlanda, y es que después de una semana los hechos no son como muchos se los han creído, cada uno abreva donde quiere y puede. El anticatolicismo sigue siendo el único prejuicio socialmente aceptado. Los hechos son breves y concisos:

Una investigadora local de Tuam (Irlanda), Catherine Corless, estudia el «Hogar» para madres e hijos de su pueblo dirigido por religiosas entre 1925 y 1961, que acogía a madres solteras y sus hijos, situación que en muchos casos las convertía en parias sociales. Los «descubrimientos» de Corless se reducen a:

  • entre 1925 y 1961 las religiosas registraron 796 muertes en el Hogar de Tuam
  • en 1975 dos niños descubren una antigua fosa séptica en los terrenos, rompieron la cubierta de hormigón y vieron restos óseos en el interior

Los «extraordinarios» resultados de la «investigación» se publicaron en el ‘prestigioso’ Facebook, que como todo el mundo sabe permite hacer un análisis crítico. Luego vinieron las hordas de periodistas, blogueros y tuiteros. Otras veces he perdido el tiempo ilustrándolo, paso. De los medios en español me lo esperaría, pero que la BBC, Washington Post o The Guardian, se salten los estándares más básicos ya si me llama más la atención.

La propia Corless ha tenido que desmentirse y contextualizar, parece que con la emoción del momento se le calentó la boca en los primeros instantes y el sábado en The Irish Time declaraba que ha sido «malinterpretada», que:

Nunca le dije a nadie que 800 cuerpos fueron arrojados a una fosa séptica. Eso no vino de mí de ningún modo. Esas no son mis palabras.

Y es que sin mentir, eso no podía haberlo afirmado. Le honra. Es cierto que hay registradas –por las religiosas—796 defunciones en el archivo municipal: los nombres, las edades, los lugares de nacimiento y las causas de muerte, nada oculto que desvelase la investigadora. Causas de muerte que son las de la época: la tuberculosis, sarampión, tos ferina, gripe, bronquitis, meningitis,… Dada la concentración de personas que se alojaban no es descabellado un brote epidémico. En 36 años de funcionamiento salen 22 muertes por año.

Nunca se ha investigado la fosa, así que no se sabe de quienes son los restos, ni cuántos. Que hay 796 muertes es un hecho (que ya iban contando las religiosas), que estén en esa fosa forma parte del «periodismo». Uno de los que descubrió la fosa en 1975, cuando tenía 10 años, dice que no habría más de 20. El Irish Time apunta como dato añadido que la fosa continuó como tal 1937, lo que según el registro supondría el ‘entierro’ de 200 cadáveres, eso es prácticamente imposible, como reconoce el diario.

La hipótesis que cobra fuerza es que la fosa fue reconvertida en cripta. Y desgraciadamente los enterramientos anónimos infantiles, y más con riesgo de epidemia, eran frecuentes en Irlanda y en otras partes del mundo. Como señala Michael Cook sólo en el entorno hay 500 identificados.

El Hogar fue fundado por el gobierno, y sometido a inspecciones, en 1935 el portavoz del consorcio sanitario relataba en 1935 que “Tuam es una de las instituciones mejor gestionada que he podido ver en todo el país”.

Podemos terminar como empezamos, ¡periodistas!, abandonen prejuicios y dígannos la verdad, y sí, recen por esos niños, pudieron nacer y seguramente fueron bautizados. Cuando se descubra que las religiosas actuaron, como siempre con amor por los más desfavorecidos, con heroísmo, a ustedes no les importará. Nosotros nos quedaremos llorando a esos niños, que a buen seguro tuvieron la suerte de encontrar un poco de amor y cuidado, y que desgraciadamente no fue suficiente, aunque en este punto también hay que decir toda la verdad, la tasa de mortalidad era sorprendentemente la misma que en Dublín y mejor que en varios condados, con muchísimos menos medios.