Al final de la Audiencia celebrada esta mañana en la plaza de San Pedro, el Papa después de los saludos a los fieles hizo un llamamiento contra la explotación del trabajo infantil:

“Mañana, 12 de junio, se celebra el Día Mundial contra la explotación del trabajo infantil. Decenas de millones de niños, escuchad bien ¡eh!, decenas de millones de niños, están obligados a trabajar en condiciones degradantes, expuestos a formas de esclavitud y explotación, así como a los abusos, los malos tratos y la discriminación. Espero sinceramente que la comunidad internacional puede ampliar la protección social de los menores para erradicar este flagelo de los niños. Renovemos todos nuestro empeño, en particular las familias, para garantizar que a cada niño y niña la salvaguardia de su dignidad y la posibilidad de un crecimiento sano. Una infancia serena permite a los niños mirar con confianza a la vida y el futuro”.