Del 7 al 10 de julio de 2014 se celebrará en Bugos la 67 Semana Española de Misionología, bajo el lema “Saliendo a las periferias” (Desde la Evangelii Gaudium).

Objetivos 

La Semana de Misionología recoge la propuesta del Papa Francisco: “salir a las periferias” y con esta consigna los objetivos de la 67 edición quiere:

- Ofrecer un ámbito de reflexión sobre las nuevas interpelaciones que Evangelii Gaudium plantea  a la actividad misionera de la Iglesia.

- Profundizar en el alcance teológico, eclesial y social de las periferias existenciales, como nuevos ámbitos de la misión. 

- Valorar el servicio que hacen  a la humanidad los misioneros y misioneras que entregan su vida a los pueblos más necesitados.

- Favorecer el intercambio de experiencias de los participantes en cuanto agentes de esta actividad misionera de la Iglesia tanto en los ámbitos territoriales como culturales o sociales.

Conferencias 

La propuesta del Papa Francisco: “Una Iglesia en salida”

“Evangelizar en esta época de grandes transformaciones sociales requiere una Iglesia misionera toda en salida, capaz de hacer un discernimiento para confrontarse a las diversas culturas y visiones del hombre” (Francisco, 9-V-2014). Salida no alocadamente sino como respuesta a la interpelación de Dios. Cada cristiano y cada comunidad es invitada a salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio (Cfr. EG, 20)

Evangelización y caridad a la luz de la Evangelii Gaudium

La Palabra de Dios revela que en el hermano está la permanente prolongación de la Encarnación de Dios. “La Iglesia, misionera por naturaleza, tiene como prerrogativa fundamental el servicio de la caridad con todos. La fraternidad y la solidaridad universal son connaturales a su vida y a su misión en el mundo y para el mundo” (Francisco, 9-V-2014), porque la fraternidad y la solidaridad universal son partes connaturales a su existir y a su misión en el mundo y para el mundo. La Iglesia, misionera por naturaleza, tiene como prerrogativa fundamental el servicio de la caridad a todos. 

Ponencias

Un proyecto apasionante de misión

“Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” (EG, 23). “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación” (EG, 27).

Evangelizar a los pobres y dejarse evangelizar por los pobres (EG 198)

Los misioneros al escuchar la interpelación de Dios que les pregunta por el hermano dan un paso adelante para “acoger con amor preferencial a los pobres, teniendo las puertas de la Iglesia abiertas para que todos puedan entrar y encontrar refugio” (Francisco 9-V-2014). En este contexto se entiende el sentido profundo y eclesial de una Iglesia pobre para los pobres que se convierte en sacramento de salvación para todos y desarrollar la capacidad de atracción más por el testimonio de vida que por el mensaje que proclama en palabras. La proclamación del Kerigma tiene como primeros destinatarios los pobres porque  tienen una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe, para añadir a los Directores nacionales que ha de “partir desde los últimos, desde los pobres, desde aquellos que tienen dobladas sus espaldas bajo el peso y la fatiga de la vida.

Nostalgia del rostro de Dios (EG 14)

“Cada vez que el evangelizador se encuentra con el otro en el amor, queda capacitado para descubrir algo nuevo de Dios, se nos abren los ojos para reconocer al otro, se le ilumina más la fe para reconocer a Dios (EG, 272). Esta es una de las novedosas aportaciones de la fe cristiana en un mundo donde el provecho personal y sobre el individualismo está tan en el interior de una sociedad secularizada. En cambio la Iglesia misionera sale al encuentro del otro que busca, tal vez sin saberlo, al “dios desconocido”, sin saber que ya el Dios verdadero está en el interior de su vida y de su persona. Se entiende que el misionero no lleva a Dios, sino que Él ya le ha precedido y le espera en los nuevos “lugares” donde aún no es reconocido. Finalmente, remarquemos que la evangelización está esencialmente conectada con la proclamación del Evangelio a quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado. Muchos de ellos buscan a Dios secretamente, movidos por la nostalgia de su rostro, aun en países de antigua tradición cristiana. Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. (EG 14)

Los misioneros al servicio del bien común

Tanto el misionero como la comunidad evangelizadora se dispone a acompañar a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene mucho de paciencia, y evita maltratar limites, renunciando “a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura” (EG, 270). La evangelización es el mejor servicio a los hermanos porque no tiene otro objeto que decir al otro que todos somos hermanos, hijos del mismo Padre. De ahí́ que la conversión cristiana exija revisar “especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común”(EG, 182) 

Mesas redondas

Primerear la opción política con los excluidos, con los jóvenes y con la cultura (EG 105)

“Los jóvenes, en las estructuras habituales, no suelen encontrar respuestas a sus inquietudes, necesidades, problemáticas y heridas” (EG, 105) ¡Qué bueno es que los jóvenes sean « callejeros de la fe », felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra!” (EG, 106). “Salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos” (EG, 22). En la cultura predominante, el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede el lugar a la apariencia” (EG, 62). “Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio” (EG, 69).

El sueño misionero de llegar a todos (EG 32)

El Papa “sueña con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual” (EG, 27). Es un sueño que gracias a la labor incansable de los misioneros y misioneras es una realidad, aún en sus comienzos, como diría Juan Pablo II, pero realidad al fin. 

Testimonios misioneros

El encuentro misionero con el otro

Salir al encuentro del otro, del hermano, es un acto permanente de fraternidad que se transforma la levadura que fermenta la masa, “como la luz elevada sobre las naciones, como sacramento de comunión que confiere un respiro universal a las Iglesias locales, a las comunidades cristianas, encerradas quizás en los propios confines geográficos y culturales” (EG, 114). Es entonces cuando la Iglesia se transforma en el fermento de Dios en medio de la humanidad.

 (OMP)