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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 14 de junio de 2014

La frase del día sábado 14

La verdad que daña es mejor que la mentira que alegra. Proverbio árabe


 

 


El papa Francisco

Francisco: palabras hemos escuchado muchas, necesitamos que se trabaje
30.000 miembros de la Condeferación nacional de las Misericordias y de los grupos Fratres acuden a San Pedro para un encuentro con el Santo Padre

El Papa: "¡No dejemos que nos roben la alegría de la evangelización!"
El Santo Padre en el Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones reflexiona sobre la urgencia de anunciar con alegría a Jesús

Texto completo del Mensaje del Papa para la 88ª Jornada Mundial de las Misiones
Francisco habla de la alegría de la evangelización y recuerda que "El Padre es la fuente de la alegría. El Hijo es su manifestación, y el Espíritu Santo, el animador"

Misa de Santa Marta suspendida en julio y agosto
Audiencia General suspendida en julio. Francisco rezará el ángelus cada domingo, excepto durante el viaje a Corea

Santa Sede

La solidaridad que no es solo filantropí­a porque nace del amor de Cristo
Miembros del consejo de administración explican la labor de Populorum Progressio y los 125 proyectos financiados por 1.5 millones de euros para comunidades indí­genas y campesinas en América Latina

Rome Reports

Tsunamis de vida muestra apasionantes historias para recordar el valor de cada persona (Video)
Son 7 cortos con 7 protagonistas que reflejan que merece la pena vivir en cualquier condición

Francisco mantendrá un encuentro con personas sin hogar en Trastévere (Video)
Visitará la basílica de Santa María en Trastévere donde se reúne la Comunidad de Sant'Egidio

Isabel Méndez, misionera en la enfermedad (Video)
Era Sierva de San José y padeció tuberculosis. Vivió la enfermedad con gran fe y una sonrisa

Espiritualidad

Beata Francisca de Paula de Jesús
«Madre de los pobres, la brasileña Nhá Chica atrajo a incontables personas hacia Cristo y María con su fe y oración. Vivió bajo el amparo de la Virgen en cuyo honor erigió una ermita, actual santuario de Nuestra Señora de la Concepción»

Foro

Diáconos permanentes casados
Fortalecer la pastoral vocacional integral, para la vida consagrada y el laicado, pero sobre todo para el sacerdocio


El papa Francisco


Francisco: palabras hemos escuchado muchas, necesitamos que se trabaje
30.000 miembros de la Condeferación nacional de las Misericordias y de los grupos Fratres acuden a San Pedro para un encuentro con el Santo Padre

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco se ha reunido esta mañana en la plaza de san Pedro con la Confederación nacional de las Misericordias y los grupos de Donantes de sangre "Fratres" de Italia. A las 12 de la mañana el Papa ha entrado a la plaza en el jeep descubierto y ha dedicado 20 minutos a pasear por los pasillos y saludar a los presentes.

El Papa, en su discurso, ha mostrado su "aprecio por la obra importante que realizáis en favor del prójimo que sufre" a los más de 30.000 fieles presentes. El Pontífice ha recordado que las "Misericordias", antigua expresión del laicado católico y bien arraigado en el territorio italiano, están comprometidas en testimoniar el Evangelio de la caridad entre los enfermos, los ancianos, los discapacitados, los menores, los inmigrantes y los pobres. "Todo vuestro servicio toma sentido y forma de esta palabra: 'misericordia', palabra latina cuyo significado etimológico es 'miseris cor dare', 'dar el corazón a los pobres'", ha indicado el Santo Padre.

Además, ha observado que eso es lo que ha hecho Jesús: "ha abierto su Corazón a la miseria del hombre. El Evangelio tiene muchos episodios que presentan la misericordia de Jesús, la gratuidad de su amor por los que sufren y los débiles".

Y de este modo, ha señalado que de los episodios evangélicos podemos recoger "la cercanía, la bondad, la ternura con la que Jesús se acercaba a las personas que sufren y las consolaba, les aliviaba y a menudo les curaba". Francisco ha invitado a seguir el ejemplo de nuestro Maestro: "estamos llamados a hacernos cercanos, a compartir la condición de las personas que encontramos. Es necesario que nuestras palabras, nuestros gestos, nuestras actitudes expresen solidaridad, la voluntad de no permanecer extraños al dolor de los otros, y esto con calor fraterno y sin caer en ninguna forma de paternalismo".

Asimismo, el Papa ha observado que tenemos a disposición muchas informaciones y estadísticas sobre la pobreza y las tribulaciones humanas. Por eso ha advertido que "se corre el riesgo de ser espectadores informadísimos y desencarnados de esta realidad, o de hacer buenos discursos que se concluyen con soluciones verbales y una retirada respecto a los problemas reales".

"Demasiadas palabras, demasiadas palabras, demasiadas palabras y no se hace nada, esto es un riesgo. No es vuestro. ¡Vosotros trabajáis bien!", ha reconocido el Papa. Asimismo, ha compartido que cuando él escucha conversaciones entre personas que conocen las estadísticas y le dicen "¡qué barbaridad, padre!", Francisco se pregunta: "¿y qué haces tú por esta barbaridad? Nada, hablo. Pues esto no remedia nada". A propósito, el Santo Padre ha advertido que "palabras hemos escuchado muchas, lo que necesitamos es el trabajar, el testimonio cristiano, ir donde los que sufren, acercarse como Jesús lo ha hecho".

De ahí la invitación de Francisco de imitar a Jesús: "Él va por los caminos y no ha planificado ni los pobres, ni los enfermos, ni los inválidos que cruza en el camino; pero con el primero que se encuentra se para, convirtiéndose en presencia que socorre, signo de la cercanía de Dios que es bondad, providencia y amor".

Al concluir, el Pontífice ha dicho a los presentes que su actividad se inspira en las siete obras de misericordia corporal, como le gusta llamarlas: "dar de comer a los enfermos, vestir a los desnudos, alojar a los peregrinos, visitar a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos". Y así, Francisco les ha animado a llevar adelante con alegría su acción y a "modelarla sobre la de Cristo, dejando que todos los que sufren puedan encontraros y contar con vosotros en el momento de la necesidad". Finalmente, el Papa les ha dado las gracias y ha impartido su bendición.

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El Papa: "¡No dejemos que nos roben la alegría de la evangelización!"
El Santo Padre en el Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones reflexiona sobre la urgencia de anunciar con alegría a Jesús

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - La misión ad gentes, en la que todos los miembros de la Iglesia están llamados a participar, ya que la Iglesia es misionera por naturaleza -la Iglesia ha nacido “en salida”- es urgente porque aún hay muchas personas que no conocen a Jesús. Así comienza el santo padre Francisco el Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones.

Esta Jornada -que se celebra el 19 de octubre- "es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las iglesias jóvenes en los territorios de misión". Y en el Mensaje, Francisco reflexiona sobre la alegría de Jesús y de los discípulos misioneros, ofreciendo una imagen bíblica, que encontramos en el Evangelio de Lucas (cf.10,21-23).

El evangelista cuenta -indica el Papa- que el Señor envió a los setenta discípulos, de dos en dos, a las ciudades y pueblos, a proclamar que el Reino de Dios había llegado, y a preparar a los hombres al encuentro con Jesús. "Después de cumplir con esta misión de anuncio, los discípulos volvieron llenos de alegría: la alegría es un tema dominante de esta primera e inolvidable experiencia misionera", afirma.  Son tres las escenas que presenta san Lucas, prosigue el Papa. Primero, Jesús habla a sus discípulos, y luego se vuelve hacia el Padre, y de nuevo comienza a hablar con ellos. De esta forma Jesús quiere hacer partícipes de su alegría a los discípulos, que es diferente y superior a la que ellos habían experimentado.

En la segunda parte del Mensaje, Francisco afirma que "los discípulos estaban llenos de alegría, entusiasmados con el poder de liberar de los demonios a las personas. Sin embargo, Jesús les advierte que no se alegren por el poder que se les ha dado, sino por el amor recibido". Y esta experiencia de los discípulos es motivo de gozosa gratitud para el corazón de Jesús. "Lucas entiende este júbilo en una perspectiva de comunión trinitaria: 'Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo', dirigiéndose al Padre y glorificándolo". El Papa explica que este momento de profunda alegría "brota del amor profundo de Jesús en cuanto Hijo hacia su Padre, Señor del cielo y de la tierra, el cual ha ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las ha revelado a los pequeños". Y Francisco se pregunta "¿Qué es lo que Dios ha revelado y ocultado? Los misterios de su Reino, el afirmarse del señorío divino en Jesús y la victoria sobre Satanás".

Al respecto, el Pontífice recuerda que "Dios ha escondido todo a aquellos que están demasiado llenos de sí mismos y pretenden saberlo ya todo", que "están cegados por su propia presunción y no dejan espacio a Dios". En cambio, los "pequeños" son los humildes, los sencillos, los pobres, los marginados, los sin voz, los que están cansados y oprimidos, a los que Jesús ha llamado "benditos".  

En el tercer punto del Mensaje, Francisco inicia con el versículo: "Sí, Padre, porque así te ha parecido bien" (Lc 10,21). De este modo, el Santo Padre subraya que "las palabras de Jesús deben entenderse con referencia a su júbilo interior, donde la benevolencia indica un plan salvífico y benevolente del Padre hacia los hombres". Un júbilo similar al de María "mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador" (Lc 1,47). Se trata de la Buena Noticia que conduce a la salvación, afirma el Papa.  Y prosigue indicando que "Jesús, al ver el éxito de la misión de sus discípulos y por tanto su alegría, se regocija en el Espíritu Santo y se dirige a su Padre en oración". En ambos casos, matiza el Santo Padre, "se trata de una alegría por la salvación que se realiza, porque el amor con el que el Padre ama al Hijo llega hasta nosotros, y por obra del Espíritu Santo, nos envuelve, nos hace entrar en la vida de la Trinidad".

Por eso, Francisco recuerda que "el Padre es la fuente de la alegría. El Hijo es su manifestación, y el Espíritu Santo, el animador". Los discípulos reciben la llamada a estar con Jesús y a ser enviados por Él para predicar el Evangelio y así se ven colmados de alegría. "¿Por qué no entramos también nosotros en este torrente de alegría?", pregunta el Santo Padre en el Mensaje.

A continuación, un cuarto aspecto. Retomando la exhortación apostólica Evangelii gaudium, Francisco recuerda que "el gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada". Por lo tanto, "la humanidad tiene una gran necesidad de aprovechar la salvación que nos ha traído Cristo. Los discípulos son los que se dejan aferrar cada vez más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión por el Reino de Dios, para ser portadores de la alegría del Evangelio", afrima. Y añade que "todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización".

Además, indica que los obispos "como principales responsables del anuncio", tienen la tarea de promover la unidad de la Iglesia local en el compromiso misionero, teniendo en cuenta que la alegría de comunicar a Jesucristo se expresa tanto en la preocupación de anunciarlo en los lugares más distantes, como en una salida constante hacia las periferias del propio territorio.

Al abordar el hecho de que en muchas regiones "escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada", el Papa apunta que "a menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo".

Por esta razón, el Pontífice anima a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos "a vivir una vida fraterna intensa, basada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos". Donde hay alegría, surgen las verdaderas vocaciones, sin olvidar las vocaciones laicales a la misión, recuerda. El Papa añade que es importante proporcionar a los laicos "la formación adecuada, con vistas a una acción apostólica eficaz".

"Dios ama al que da con alegría" (2 Co 9,7). Con esta cita inicia el último punto del Mensaje.  El Santo Padre afirma que "la contribución económica personal es el signo de una oblación de sí mismos, en primer lugar al Señor y luego a los hermanos, porque la propia ofrenda material se convierte en un instrumento de evangelización de la humanidad que se construye sobre el amor".

Para concluir el Papa exclama: "¡No dejemos que nos roben la alegría de la evangelización!" De este modo invita a sumergirse "en la alegría del Evangelio y a nutrir un amor que ilumine vuestra vocación y misión" y exhorta a recordar "el primer amor con el que el Señor Jesucristo ha encendido los corazones de cada uno, no por un sentimiento de nostalgia, sino para perseverar en la alegría".

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Texto completo del Mensaje del Papa para la 88ª Jornada Mundial de las Misiones
Francisco habla de la alegría de la evangelización y recuerda que "El Padre es la fuente de la alegría. El Hijo es su manifestación, y el Espíritu Santo, el animador"

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - Publicamos a continuación el Mensaje del santo padre Francisco  para la 88ª Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra el domingo 19 de octubre.

Queridos hermanos y hermanas:
Hoy en día todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. Por eso es tan urgente lamisión ad gentes, en la que todos los miembros de la iglesia están llamados a participar, ya que la iglesia es misionera por naturaleza: la iglesia ha nacido “en salida”. La Jornada Mundial de las Misiones es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las iglesias jóvenes en los territorios de misión. Se trata de una celebración de gracia y de alegría. De gracia, porque el Espíritu Santo, mandado por el Padre, ofrece sabiduría y fortaleza a aquellos que son dóciles a su acción. De alegría, porque Jesucristo, Hijo del Padre, enviado para evangelizar al mundo, sostiene y acompaña nuestra obra misionera. Precisamente sobre la alegría de Jesús y de los discípulos misioneros quisiera ofrecer una imagen bíblica, que encontramos en el Evangelio de Lucas (cf.10,21-23).

1. El evangelista cuenta que el Señor envió a los setenta discípulos, de dos en dos, a las ciudades y pueblos, a proclamar que el Reino de Dios había llegado, y a preparar a los hombres al encuentro con Jesús. Después de cumplir con esta misión de anuncio, los discípulos volvieron llenos de alegría: la alegría es un tema dominante de esta primera e inolvidable experiencia misionera. El Maestro Divino les dijo: «No estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo. En aquella hora, Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra...” (...) Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis!”» (Lc 10,20-21.23).

Son tres las escenas que presenta san Lucas. Primero, Jesús habla a sus discípulos, y luego se vuelve hacia el Padre, y de nuevo comienza a hablar con ellos. De esta forma Jesús quiere hacer partícipes de su alegría a los discípulos, que es diferente y superior a la que ellos habían experimentado.

2. Los discípulos estaban llenos de alegría, entusiasmados con el poder de liberar de los demonios a las personas. Sin embargo, Jesús les advierte que no se alegren por el poder que se les ha dado, sino por el amor recibido: «porque vuestros nombres están inscritos en el cielo» (Lc 10,20). A ellos se le ha concedido experimentar el amor de Dios, e incluso la posibilidad de compartirlo. Y esta experiencia de los discípulos es motivo de gozosa gratitud para el corazón de Jesús. Lucas entiende este júbilo en una perspectiva de comunión trinitaria: «Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo», dirigiéndose al Padre y glorificándolo. Este momento de profunda alegría brota del amor profundo de Jesús en cuanto Hijo hacia su Padre, Señor del cielo y de la tierra, el cual ha ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las ha revelado a los pequeños (cf. Lc 10,21). Dios ha escondido y ha revelado, y en esta oración de alabanza se destaca sobre todo el revelar. ¿Qué es lo que Dios ha revelado y ocultado? Los misterios de su Reino, el afirmarse del señorío divino en Jesús y la victoria sobre Satanás.

Dios ha escondido todo a aquellos que están demasiado llenos de sí mismos y pretenden saberlo ya todo. Están cegados por su propia presunción y no dejan espacio a Dios. Uno puede pensar fácilmente en algunos de los contemporáneos de Jesús, que Él mismo amonestó en varias ocasiones, pero se trata de un peligro que siempre ha existido, y que nos afecta también a nosotros. En cambio, los “pequeños” son los humildes, los sencillos, los pobres, los marginados, los sin voz, los que están cansados y oprimidos, a los que Jesús ha llamado “benditos”. Se puede pensar fácilmente en María, en José, en los pescadores de Galilea, y en los discípulos llamados a lo largo del camino, en el curso de su predicación.

3. «Sí, Padre, porque así te ha parecido bien» (Lc 10,21). Las palabras de Jesús deben entenderse con referencia a su júbilo interior, donde la benevolencia indica un plan salvífico y benevolente del Padre hacia los hombres. En el contexto de esta bondad divina Jesús se regocija, porque el Padre ha decidido amar a los hombres con el mismo amor que Él tiene para el Hijo. Además, Lucas nos recuerda el júbilo similar de María: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador » (Lc 1,47). Se trata de la Buena Noticia que conduce a la salvación. María, llevando en su vientre a Jesús, el Evangelizador por excelencia, encuentra a Isabel y cantando el Magnificat exulta de gozo en el Espíritu Santo. Jesús, al ver el éxito de la misión de sus discípulos y por tanto su alegría, se regocija en el Espíritu Santo y se dirige a su Padre en oración. En ambos casos, se trata de una alegría por la salvación que se realiza, porque el amor con el que el Padre ama al Hijo llega hasta nosotros, y por obra del Espíritu Santo, nos envuelve, nos hace entrar en la vida de la Trinidad.

El Padre es la fuente de la alegría. El Hijo es su manifestación, y el Espíritu Santo, el animador. Inmediatamente después de alabar al Padre, como dice el evangelista Mateo, Jesús nos invita: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera» (11,28-30). «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 1).

De este encuentro con Jesús, la Virgen María ha tenido una experiencia singular y se ha convertido en “causa nostrae laetitiae”. Y los discípulos a su vez han recibido la llamada a estar con Jesús y a ser enviados por Él para predicar el Evangelio (cf. Mc 3,14), y así se ven colmados de alegría. ¿Por qué no entramos también nosotros en este torrente de alegría?

4. «El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 2). Por lo tanto, la humanidad tiene una gran necesidad de aprovechar la salvación que nos ha traído Cristo. Los discípulos son los que se dejan aferrar cada vez más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión por el Reino de Dios, para ser portadores de la alegría del Evangelio. Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización. Los obispos, como principales responsables del anuncio, tienen la tarea de promover la unidad de la Iglesia local en el compromiso misionero, teniendo en cuenta que la alegría de comunicar a Jesucristo se expresa tanto en la preocupación de anunciarlo en los lugares más distantes, como en una salida constante hacia las periferias del propio territorio, donde hay más personas pobres que esperan.

En muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. A menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres. Por tanto, animo a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida fraterna intensa, basada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos. Donde hay alegría, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones. Entre éstas no deben olvidarse las vocaciones laicales a la misión. Hace tiempo que se ha tomado conciencia de la identidad y de la misión de los fieles laicos en la Iglesia, así como del papel cada vez más importante que ellos están llamados a desempeñar en la difusión del Evangelio. Por esta razón, es importante proporcionarles la formación adecuada, con vistas a una acción apostólica eficaz.

5. «Dios ama al que da con alegría» (2 Co 9,7). La Jornada Mundial de las Misiones es también un momento para reavivar el deseo y el deber moral de la participación gozosa en la misión ad gentes. La contribución económica personal es el signo de una oblación de sí mismos, en primer lugar al Señor y luego a los hermanos, porque la propia ofrenda material se convierte en un instrumento de evangelización de la humanidad que se construye sobre el amor.

Queridos hermanos y hermanas, en esta Jornada Mundial de las Misiones mi pensamiento se dirige a todas las Iglesias locales. ¡No dejemos que nos roben la alegría de la evangelización! Os invito a sumergiros en la alegría del Evangelio y a nutrir un amor que ilumine vuestra vocación y misión. Os exhorto a recordar, como en una peregrinación interior, el “primer amor” con el que el Señor Jesucristo ha encendido los corazones de cada uno, no por un sentimiento de nostalgia, sino para perseverar en la alegría. El discípulo del Señor persevera con alegría cuando está con Él, cuando hace su voluntad, cuando comparte la fe, la esperanza y la caridad evangélica.
Dirigimos nuestra oración a María, modelo de evangelización humilde y alegre, para que la Iglesia sea el hogar de muchos, una madre para todos los pueblos y haga posible el nacimiento de un nuevo mundo.

Vaticano, 8 de junio de 2014, Solemnidad de Pentecostés

FRANCISCUS PP.

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Misa de Santa Marta suspendida en julio y agosto
Audiencia General suspendida en julio. Francisco rezará el ángelus cada domingo, excepto durante el viaje a Corea

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - La misa en la Casa Santa Marta celebrada por el santo padre Francisco será suspendida durante los meses de julio y agosto. A inicios de septiembre, se retomará la celebración eucarística matutina.

Por otro lado, las audiencias generales de los miércoles serán suspendidas tan solo el mes de julio. Es decir, habrá audiencia los días 6, 20 y 27 de agosto. El día 13 de agosto no habrá audiencia por el viaje del Santo Padre a Corea del Sur para el encuentro con los jóvenes asiáticos.

Finalmente, no habrá ninguna modificación en el ángelus. Francisco se asomará cada domingo del verano a la ventana del Palacio Apostólico para la oración mariana con los fieles presentes en la plaza. Habrá tan solo dos excepciones, el domingo del 17 de agosto y la fiesta de la Solemnidad de la Asunción porque estará en el viaje a Corea.

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Santa Sede


La solidaridad que no es solo filantropí­a porque nace del amor de Cristo
Miembros del consejo de administración explican la labor de Populorum Progressio y los 125 proyectos financiados por 1.5 millones de euros para comunidades indí­genas y campesinas en América Latina

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - La Fundación Populorum Progressio fue creada por el papa san Juan Pablo II el 13 de febrero de 1992, empeño que asumió en vísperas de la conmemoración del V Centenario del inicio de la Evangelización del Continente Americano. Al crear la Fundación, el Santo Padre invitaba a la comunidad internacional, a las instituciones y a las personas de buena voluntad a duplicar los esfuerzos en favor del desarrollo integral de las poblaciones indígenas, campesinas y los descendientes afroamericanos.

Cada año, la Fundación -confiada al Pontificio Consejo Cor Unum- aprueba proyectos, apoyada en la realización de las iniciativas de la Iglesia local, la cual posee un verdadero y real conocimiento de las poblaciones y de las comunidades a las que las ayudas van destinadas. Desde 1993, se han aprobado 4.005 proyectos (124 el año que menos y 231 el que más) por valor de 36.524.219 dólares. 

Entre los criterios establecidos para la presentación y posterior aprobación de los proyectos están atender los diversos aspectos del desarrollo integral de una comunidad, ser parte de un proceso que esté viviendo el grupo o la comunidad y no el fruto de una improvisación o que sean planeados, ejecutados y evaluados con la participación de la misma comunidad.

El consejo de administración de la Fundación ha celebrado su reunión anual esta semana para aprobar los 125 proyectos con 1.5 millones de euros. Además, el viernes tuvieron una audiencia con el santo padre Francisco.

Monseñor Edmundo Luis Flavio Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia) y presidente del consejo de administración explica a ZENIT cómo se desarrolló el encuentro con el Pontífice.

"Un encuentro muy cercano, paterno y fraterno", observa el arzobispo, en el que "hubo tiempo para hablar de cosas serias pero también para las risas". El Papa les ha pedido que se preocupen especialmente de dos aspectos en el trabajo de la Fundación: por una parte, de la gente más marginada, descartada de la sociedad, en concreto de los niños, los ancianos y los jóvenes que no tienen trabajo. Por otro lado, Francisco les pidió que no se olviden de la evangelización. Los proyectos son de tipo social y cuando ayudas no hay que fijarse en la fe del hermano, sin embargo hay que ofrecer el mensaje y la propuesta cristiana, porque es algo de los que estamos convencidos y es algo valioso. Pero no debe ser ocasión de proselitismo.

Por otro lado, monseñor Montero profundiza algunos aspectos de los 125 proyectos aprobados este año. "Los proyectos son de todo tipo, no los seleccionamos nosotros, nos vienen pedidos por las diferentes diócesis de cada país según las necesidades y prioridades", explica. Además, observa que para muchos puede parecer que no se puede hacer nada con los 15.000 dólares que se le asigna a cada proyecto, pero "para la gente pobre significa mucho".

Finalmente, reconoce que "da gusto sentir el impulso de América Latina desde la parte de la necesidad y la pobreza y poder aportar nosotros lo que podemos".

ZENIT también conversó con monseñor Javier Del Río Alba, arzobispo de Arequipa (Perú). Él define el encuentro con Francisco como "fraterno, agradable y entrañable". De esta reunión, el arzobispo destaca un aspecto abordado por el Papa, "el indigenismo". Monseñor Del Río cuenta que el Santo Padre les habló de estas "corrientes que pretenden encerrar en sí mismas a las culturas indígenas y nativas e impedirles que se relacionen con otras culturas y esto es como llevarlas a la muerte. Porque una cultura crece, se enriquece en la medida en la que se relaciona con otras y contrasta e intercambia elementos". También hubo espacio para el diálogo, cada miembro del consejo de administración pudo exponer cómo ve el lugar donde está trabajando y las comunidades a las que sirve a través de la Fundación.

Coincidiendo el encuentro con Francisco con la inauguración del Mundial de fútbol en Brasil, fue también ocasión para comentar el primer partido e intercambiar algunas bromas.

Al abordar con el arzobispo de Arequipa las grandes preocupaciones a nivel social en la actualidad en América Latina, explica que "las necesidades son tantas y nuestros medios son siempre insuficientes". Por eso se han planteado, ya desde la reunión del año pasado y este año lo han perfilado mejor, "este desafío de conseguir fondos en la misma América Latina, ya que hay países en los que existe un crecimiento económico". El prelado indica que hasta ahora esta Fundación vive de la caridad de la Iglesia de Roma e Italia en general pero "comentábamos que es importante -no solo para tener más fondos para ayudar a más gente- sino también porque a través de las campañas de recaudación de fondos se forma y se evangeliza a los empresarios que tienen inversiones en nuestros países". Y para esta labor de buscar fondos en América Latina, la Fundación creará una Comisión en los próximos meses.

Para concluir, el arzobispo señala que "tras años trabajando en proyectos sociales soy testigo de cómo se abre todo un panorama para estos jóvenes que son beneficiarios de los proyectos que financiamos". Y añade que "es impresionante cómo se les cambia la vida a estos jóvenes y a sus familias". Por otro lado, menciona la solidaridad de la que son testigos, "que no es solo filantropía, sino que parte del amor de Cristo y lo que se quiere es transmitir ese amor por esta vía". Este es el "secreto" que diferencia la Fundación, a Cor Unum y otras instituciones eclesiales de una ONG.

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Rome Reports


Tsunamis de vida muestra apasionantes historias para recordar el valor de cada persona (Video)
Son 7 cortos con 7 protagonistas que reflejan que merece la pena vivir en cualquier condición

Por Rome Reports

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Francisco mantendrá un encuentro con personas sin hogar en Trastévere (Video)
Visitará la basílica de Santa María en Trastévere donde se reúne la Comunidad de Sant'Egidio

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ROMA, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Isabel Méndez, misionera en la enfermedad (Video)
Era Sierva de San José y padeció tuberculosis. Vivió la enfermedad con gran fe y una sonrisa

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ROMA, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Espiritualidad


Beata Francisca de Paula de Jesús
«Madre de los pobres, la brasileña Nhá Chica atrajo a incontables personas hacia Cristo y María con su fe y oración. Vivió bajo el amparo de la Virgen en cuyo honor erigió una ermita, actual santuario de Nuestra Señora de la Concepción»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - Ante la vida de esta gran mujer vienen a la memoria las palabras de san Pablo en su himno de la caridad: toda ciencia es necedad si no está alumbrada por este mandamiento instituido por Cristo. Formación faltó a Nhá Chica, que no supo nunca leer ni escribir, pero tenía el amor por bandera. Fue el santo y seña de su quehacer cotidiano, lo único que precisó para traspasar las fronteras de la gloria. Y así, el 4 de mayo de 2013 la ciudad de Baependi no ocultaba su alborozo por la beatificación de su compatriota, primera laica y negra brasileña en subir a los altares, y escuchaba jubilosa las palabras que el papa Francisco dirigía a todos en un mensaje, sintetizando su admirable existencia. Recordó ese día que fue «una mujer de asidua oración y perspicaz testigo de la misericordia de Cristo con los necesitados del cuerpo y del espíritu». Al hilo de estas palabras en la mente de tantos agraciados por su generosidad se abría paso su luminosa presencia, mientras el corazón latiría emocionado con el eco de sus múltiples gestos de piedad.

De humilde condición social nació hacia 1808 (hay fuentes que señalan 1810 porque la fecha es imprecisa), en la hacienda Porteira dos Vilellas del municipio de Santo Antônio do Rio das Mortes Pequeno, perteneciente a Minas Gerais, aunque desde sus 8 años toda su vida discurrió en Baependi. Traía consigo excelsas virtudes trazadas en su oscura piel que evocaba ancestrales tradiciones y culturas, un pasado de injusta esclavitud que no supuso para ella obstáculo alguno. Tampoco para sus contemporáneos que nunca tuvieron en cuenta sus raíces ni sus carencias educativas. Únicamente repararon en su alma limpia, la poderosa fuerza que emanaba de sus palabras, la dulzura que enmarcaba su rostro y ese caudal de bondad hecho incontenible dádiva que se filtraba entre sus dedos buscando paliar el sufrimiento ajeno.

No habían discurrido más que diez años de su vida cuando perdió a su madre Isabel María, que había sido esclava y seguramente debió concebirla a través de algún terrateniente. Francisca quedaba sola en el mundo junto a su hermano Teotônio, cuatro años mayor que ella. Se desconoce si ambos tuvieron el mismo padre, ya que los apellidos de aquél pertenecían a una relevante familia, mientras que ella había sido inscrita con el nombre de Francisca de Paula de Jesús. Isabel María le aconsejó que no se casase, que dedicara su vida a socorrer a los necesitados sostenida por la fe. Cuando su madre murió, la Virgen, bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, fue el exclusivo referente de Nhá Chica. La llamaba familiarmente «Mi Señora»; no hacía nada sin exponérselo a Ella. Al trasladarse a Baependi, entre las escasas pertenencias que portaron llevaban una imagen suya. Por tanto, había crecido contemplándola, sintiéndola tan cerca que esa intimidad que mantenía con la Madre era natural.

Nunca le atrajo la cultura, sí la Palabra de Dios que a su tiempo comenzaron a leerle. De todos modos, hay que tener en cuenta su procedencia y la escasa atención que en la época se prestaba a la formación de la mujer. A ello se añadía haberse quedado sin protección familiar siendo una niña; son factores que explican también la deficiencia educativa que marcó su vida. Al margen de ello, tenía unas cualidades excepcionales para llegar al corazón de los demás con sus atinados consejos. La gente acudía a su encuentro confiada en su buen juicio y sugerencias para solventar los distintos problemas que cada cual tenía. Como acertaba en sus pronósticos, y veían que los hechos discurrían tal como aventuraba, no podían ocultar su impresión. Ante su sorpresa invariablemente respondía que la clave estaba en su ferviente oración. «… Es porque rezo con fe», justificaba con sencillez, atribuyendo todo a la Virgen.

Llegada la edad de casarse mantuvo viva la sugerencia de su madre y rehusó las propuestas de compromiso matrimonial que surgieron. Entretanto, su hermano hizo acopio de cierta fortuna y fue escalando puestos relevantes en la sociedad. Llegó a ser oficial de la Guardia Nacional y juez de una localidad. Era uno de los directivos de la Hermandad de Nuestra Señora de la Buena Muerte. Se había desposado, pero no hubo descendientes y al morir en 1861 legó todos sus bienes a su hermana. Nhá Chica tenía una idea fija: construir una pequeña capilla dedicada a la Inmaculada. Fue una petición expresa que María le hizo en 1865 señalando para ello el alto del Cavaco. Así que, distribuyó entre los pobres gran parte de la cuantiosa herencia y el resto lo dedicó a esta obra. Luego impulsaría numerosas colectas para concluirla.

Erigió la pequeña ermita –convertida después en el actual santuario de Nuestra Señora de la Concepción– en la cima de la colina, al lado de su casa que nunca quiso abandonar. En un altar colocó la imagen heredada de su madre ante la que solía rezar la novena que compuso, rogando por el cumplimiento de las numerosas peticiones que recibía. Tanta era la fe de Francisca y tal su vínculo con la Virgen que quienes solicitaban su ayuda, sabedores de esta intimidad filial, la abordaban directamente: pide a María que me sane de esto, o que me resuelva lo otro… Y los milagros se sucedían en vida de la beata. Los pobres, los abandonados, los que sufrían por la razón que fuese tenían en ella una excepcional valedora ante la Madre que también le encomendaba misiones con un conmovedor: «mi hija, yo, tu Señora María», para añadir a continuación sus demandas relacionadas con la Iglesia, con la caridad de los desamparados… A veces Nhá Chica quedaba suspensa en el aire rezando la Salve Regina.

Debido a una complicación gástrica murió el 14 de junio de 1895 con fama de santidad. Por expreso deseo suyo, sus restos yacen en la iglesia que mandó construir. Tras su deceso siguieron obrándose los prodigios obtenidos por la mediación de esta mujer, modelo de fe, de caridad y de vínculo indisoluble con la Iglesia, que pasó por este mundo alumbrada por María consolando a los desvalidos.

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Diáconos permanentes casados
Fortalecer la pastoral vocacional integral, para la vida consagrada y el laicado, pero sobre todo para el sacerdocio

Por Felipe Arizmendi Esquivel

SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 14 de junio de 2014 (Zenit.org) - VER

Después de catorce años de oraciones, diálogos, sufrimientos, esperas, insistencias y trabajos pastorales, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos me entregó la carta que me autoriza ordenar nuevamente diáconos permanentes en nuestra diócesis.

Desde el año 2000, dicha Congregación me había sugerido no ordenar más diáconos permanentes, y en enero del año 2002 me ordenó no hacerlo, porque había serias desconfianzas hacia esta diócesis, por el gran número de diáconos (341), en comparación con el relativamente escaso de sacerdotes (66). Se temía que tener muchos diáconos y pocos sacerdotes no correspondiera a una eclesiología más integral, como la propone el Concilio Vaticano II. Había el temor de que algunos de esos diáconos permanentes fueran ordenados presbíteros casados, lo cual no corresponde al camino que sigue la Iglesia. Estos puntos han sido aclarados y Dios nos ha manifestado su misericordia al regalarnos un progresivo aumento de presbíteros (ahora son 98) y de vocaciones sacerdotales nativas: en este curso, iniciamos con 19 seminaristas en Teología, 20 en Filosofía, 19 en el Curso Introductorio y 8 en el Seminario Menor.

El diálogo eclesial, al interior de la Conferencia Episcopal y con Roma, ha dado sus frutos. Hemos pasado pruebas, incomprensiones y desconfianzas dolorosas, pero la paciencia, la constancia, la obediencia filial, la humildad para reconocer nuestras fallas y, sobre todo, la convicción de vivir en comunión con quien preside la caridad en la Iglesia universal y con sus colaboradores, con Pedro y bajo Pedro, nos confirma en el camino de ser una Iglesia autóctona, encarnada en una situación muy particular, pero siempre en comunión y bajo la guía del Espíritu. ¡A Él sea la gloria y la alabanza! No faltó quien me aconsejara rupturas y proceder al margen de estos largos y sufridos procedimientos, pero mi convicción es que los obispos no somos dueños de las diócesis, sino sólo servidores de la Iglesia de Jesucristo, a la que hemos consagrado nuestras vidas. Sólo hemos de hacer lo que nos corresponde y cada quien tiene su propia responsabilidad.

PENSAR

Desde el 21 de noviembre de 1964, el Concilio Vaticano II restableció “el diaconado como grado propio y permanente de la jerarquía…, que podrá ser conferido a varones de edad madura, aunque estén casados, y también a jóvenes idóneos, para quienes debe mantenerse firme la ley del celibato… Los diáconos reciben la imposición de manos no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio. Así conformados con la gracia sacramental, en comunión con el obispo y su presbiterio, sirven al Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio propio del diácono, según le fuere asignado por la autoridad competente, administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura” (LG 29). A pesar de que el Concilio, desde hace cincuenta años, abrió este camino, en muchas partes aún no se comprende su importancia.

En días pasados la Congregación para el Clero aprobó la reglamentación de México para la formación y la vida de los diáconos permanentes; pero desde mayo de 2013, dicha Congregación aprobó la nueva versión del Directorio de nuestra diócesis para el Diaconado Permanente en los pueblos indígenas, con las características culturales de nuestros pueblos originarios. Así, tenemos ya un camino aprobado por Roma para ser una Iglesia en comunión.

ACTUAR

Valoremos el gran servicio pastoral que pueden dar los diáconos permanentes, no sólo para la liturgia, sino también para las periferias. Fortalezcamos la pastoral vocacional integral, para la vida consagrada y el laicado, pero sobre todo para el sacerdocio, pues no se excluyen estas vocaciones, sino que se complementan.

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