18.06.14

 

El nombre de Jehová irrumpió ayer, 17 de junio, varias veces en la larga conversación que el diario Huelva Información mantuvo con la familia del yihadista detenido el pasado día 16 en el número 1 del pasaje Pedro Argot, en la barriada de El Ciruelo de la capital onubense, corazón de la demarcación de Huerta Mena. Una de sus hermanas, Meryem, indicaba que cuando hablaba de religión no lo hacía del islam, sino de la secta de origen cristiano.

Este rotativo logró contactar con José Manuel Mora, el superintendente coordinador de la Congregación Huelva Norte de los testigos de Jehová, a la que se había acercado K.J.C.L. El onubense confirmó este punto y precisó que “se había interesado por curiosidad y solicitó un curso bíblico -de acercamiento a las sagradas escrituras- que llegó a realizar”.

El primer contacto del yihadista con la secta en Huelva tuvo lugar hace ya “unos dos años casi”. Siempre tuvo las puertas abiertas de la congregación porque “aquí acogemos bien a cualquier persona que se comporte bien y éste era el caso”.

K.J.C.L. no les ocultó que era musulmán practicante y que lo que sentía por ellos era “curiosidad”. Dice Mora que a veces discutían de forma sana sobre detalles doctrinales que diferencian a sendas corrientes religiosas, “como que para ellos Dios no tiene nombre, Alá es su manera de definirlo, pero el nuestro sí y se llama Jehová”.

El detenido llegó a asistir a las asambleas regionales que se celebran tres veces al año y que convocan a cientos de testigos de Jehová en una ciudad andaluza. En concreto, había estado en alguna en Sevilla, según apuntó su propia madre, Touria L., a este diario.

También participaba en reuniones de la congregación y siempre “se comportaba muy bien, era correcto y muy educado”. Mora concretó que el detenido se solía reunir con un grupo de habla francófona que existe en la comunidad onubense, “aunque conmigo siempre hablaba en español, pero está claro que en francés se defiende mejor y prefiere comunicarse en ese idioma”.

Una posible tapadera

Al coordinador de la Congregación Huelva Norte sí hubo varios asuntos que le llamaron la atención sobre esta persona. De un lado, que “se limitaba a curiosear, pero no iba más allá; es decir, que no empatizaba con nosotros, no se implicaba, su vida íntima nos era totalmente desconocida, algo que no pasa con el resto de personas que se acercan a nosotros o que forman parte de nuestra comunidad”.

De otro, que K.J.C.L. era “reticente” a la conversión a la fe de Jehová. José Manuel Mora explicó que “habíamos llegado a comentar que era extraño que en casi dos años con nosotros no se hubiera convertido ni se marchara, que es lo lógico; si te convence, te quedas, y si no, te vas”.

Estos asuntos generaron cierto desasosiego en la congregación. Ahora, después de conocer su detención, Mora confesó que “nos hemos quedado patidifusos, no nos lo esperábamos, y sí tiene lógica que nos estuviera utilizando como tapadera”. Así lo evidenció el Ministerio del Interior, subrayando en un comunicado que K.J.C.L. “evitaba mostrar rasgos de radicalismo disimulando sus creencias religiosas y aparentando estar integrado en la sociedad donde residía, llegando incluso a participar en actos organizados por la Iglesia cristiana”.

En el barrio del yihadista no se hablaba de otro asunto más que de su arresto. Entre sus vecinos la palabra más repetida era “sorpresa” y remarcaban que “es un chico reservado” y que “más que miedo lo que tenemos es precaución”. Muchos vieron “exagerado” el dispositivo de la Guardia Civil para detener al joven de origen marroquí (con acordonamiento de la barriada incluido) y señalaron que fue “incómodo” tener que ir acompañados de un agente cada vez que necesitaban coger algo de casa.