Este fin de semana se celebra la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico. Una pastoral poco conocida  dependiente  del Departamento de la Pastoral de la Carretera, de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal. Su director, Jose Aumente ha concedido una entrevista a Agencia SIC con motivo de esta jornada que, un año más, al inicio de las vacaciones estivales recuerdan a los católicos su responsabilidad cristiana también al volante.

P.- La Pastoral de la Carretera es quizás uno de los ámbitos más “desconocidos” de la actividad de la Iglesia, así, de primeras no podríamos preguntarnos ¿Que tiene que ver el tráfico con la Fe?

R.- ¡Tiene muchísimo que ver! desde el mandamiento de respetar la vida propia y la ajena.

En los Diez Mandamientos tenemos el “No matarás” y, responsable o irresponsablemente, pero la realidad es que la carretera es un lugar también de muerte. No sólo es lugar de muerte, también es un lugar de vida porque ahí se va mucho de nuestro tiempo, pero la realidad es que muchas personas viven en la carretera sus últimos minutos.

P.- ¿Cómo nace esta Pastoral de la Carretera?

R.- La Pastoral de la Carretera nació de manera providencial. En las Navidades de 1962, un sacerdote de la Sierra de Madrid estaba haciendo autostop para ir de un pueblo a otro a celebrar la Misa de Nochebuena, no le coge nadie y al final, ya tarde, paró un camión que le recogió, lo llevó al pueblo… etc. este sacerdote notó cómo el camionero iba enfadado porque era Nochebuena, más de las 9 de la noche y tenía que llegar a Burgos a cenar con su familia y veía que cuando llegara allí, sería tarde, su familia estaría dormida y que no había nada que hacer. El cura vio esa necesidad de atender a estas personas que están en la carretera y así nació esta pastoral, que al principio era muy “personal”.

En el año 1968 la Conferencia Episcopal Española la asume como propia  con mensaje, con cartel.. etc. Ese año, los obispos españoles publican un documento muy importante sobre la pastoral de la carretera, que se hace eco de otras publicaciones que ya habían realizado los obispos suizos o franceses.

P.- Este domingo celebramos la Jornada de la responsabilidad en el Tráfico pero, ¿Cómo se realiza esta pastoral a lo largo del año?

R.- El núcleo fuerte de la pastoral se centra en la Fiesta de San Cristóbal que en España se celebra el 10 de julio. La jornada se celebra en torno  a esta fiesta, primero, porque San Cristóbal es el patrón de los conductores y segundo, porque marca el inicio de las vacaciones y es cuando más coches se ponen a la carretera. De ahí es donde surge la necesidad que tener unas palabras de respeto, de prudencia al volante… que no significa ir a una u otra velocidad sólo sino que, ya desde el mismo momento en el que nos ponemos al volante, la carretera tiene que ser un espacio de relajación y no sólo  de correr para llegar a un sitio a descansar.

Tenemos que ver el camino como parte de ese disfrute, de esas vacaciones. Si sólo queremos llegar, la carretera se convierte en un infierno.

P.- Las estadísticas muestran un ligero descenso de las víctimas de accidentes en nuestro país aunque aún son miles las personas que, cada año, mueren en nuestras carreteras ¿Somos realmente conscientes de que jugamos, no sólo con nuestras vidas, sino con muchas, al ponernos al volante?

R.- El mandamiento “No matarás” no sólo se refiere al otro, también a no atentar contra mi propia vida, pero es verdad que en la carretera al ser imprudente no sólo juego con mi vida sino con la de otras personas, agravo la situación. Yo creo que nadie va a la carretera buscando la muerte, pero si no tomamos las precauciones debidas arriesgamos la vida de otros y de otros terceros, porque ese padre de la carretera tiene unos hijos, esposa… puedo producir una gran cantidad de sufrimiento. De ahí que tengamos la sensibilidad de al menos respetar las normas de tráfico.

P.- El lema de la Jornada de este año “Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos” alude directamente al encuentro con Cristo en medio de la actividad viajera…

R.- Claro. Tenemos unas páginas preciosas en el Evangelio en las que es Jesús el que camina, va ¡cuánta evangelización hace Jesús “mientras va de camino”. El camino es espacio de evangelización. Hoy día podemos vivir esa evangelización en el camino de muchos modos: emisoras de radio, audios…

Tenemos el episodio de Emaús que es el que inspira el lema de este año en el que se dice que “Jesús en persona se acerca y se puso a caminar con ellos” ¿Qué pasa en el camino? Que  hay un diálogo, un reconocer, una amistad.. hablan un poco de todo… es un espacio de apertura a la trascendencia. No podemos dejar que esos momentos sean estériles por ejemplo, en los profesionales del volante.

Hay otro episodio que es el del eunuco,. Cuando Felipe se acerca y le pregunta si entiende lo que está leyendo y el eunuco le responde ¿cómo voy a entenderlo si nadie me lo explica? Y lo hace subir a la carroza, y siguen de camino, hablan de las profecías y cuando el eunuco ve agua lo tiene clarísimo, se bautiza… mientras van de camino encuentran al Señor.

P.- Quizás uno de los puntos donde sea más difícil mantener esta presencia de Dios es en los trayectos cortos, por la rutina, la prisa o los contratiempos ¿Cómo poner a Dios en esos momentos?

R.- Por el respeto. El documento recoge que no puede ser verdad que cuando voy al volante el resto sean  malos conductores, tontos…porque cuántas veces nos creemos el rey de la carretera. Si me gusta que me traten con respeto así debo tratar a los demás. Malhumorarnos no llega a ningún sitio.

P.- Las normas de tráfico se han ido endureciendo con el tiempo, sin embargo ¿No sería mejor una formación de la conciencia vial más profunda?

R.- Claro. Las normas de tráfico son impuestas, los conductores las respetan muchas veces por el temor a las multas, no porque sean mejores conductores. Nosotros vamos más por la educación, por la educación vial también porque el respetarme a mi mismo es respetar a los demás. La DGT agradece mucho las campañas de la Pastoral de la Carretera porque la Iglesia trabaja desde otra perspectiva: desde la vía del respeto a la vida y la educación vial. En las jornadas de este año tuvimos dos ponencias sobre la educación vial en los colegios, creo que por ahí va el camino. Ahí es donde tiene que estar la Iglesia: convenciendo desde la razón y la caridad porque merece la pena hacer de la carretera lugar de encuentro y comprensión

(Mª José Atienza – Agencia SIC)