Aumento en comportamientos sexuales de riesgo

Anticonceptivos para adolescentes: fomentando la cultura de la irresponsabilidad

 

El pasado 13 de julio el Ministerio de Salud de Argentina presentó un anticonceptivo hormonal para adolescentes que se aplica como un implante subdérmico en el brazo de la mujer y que durante 3 años va eliminando del cuerpo humano las hormonas. La distribución masiva de anticonceptivos a adolescentes no apunta a resolver las causas que llevan al embarazo adolescente y llevará a un aumento de las infecciones de transmisión sexual.

23/07/14 7:50 AM


(Argentinos Alerta/InfoCatólica) La presentación fue realizada por por el subsecretario de Medicina Comunitaria, Maternidad e Infancia de la cartera sanitaria nacional, Nicolás Kreplak; y la coordinadora del Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, Adriana Álvarez.

La implementación está a cargo del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y está dirigida a de entre 15 años y 19 años que «hayan tenido al menos un evento obstétrico en los últimos 12 meses, y que no tengan obra social o prepaga.» El objetivo es «disminuir el indicador de fecundidad y la tasa de natalidad en mujeres adolescentes».

María Inés Franck, investigadora del Centro de Bioética, advierte que el plan no apunta a resolver ninguna de las causas que llevan al embarazo adolescente que se estima en unos 114.000 nacimientos de madres menores de 20 años por año según la misma información de prensa del Ministerio de Salud. Así, los adultos se desligan de los problemas de los jóvenes y en particular el varón no se hace cargo de sus actos. Se promueve una cultura de la irresponsabilidad.

El obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, expresó que el embarazo adoslescente «es un mal muy grave y extendido en nuestra sociedad, con los perjuicios que esto implica en el riesgo de la salud de las jóvenes, los problemas sociales que trae aparejado y las frecuentes condiciones de precariedad e irresponsabilidad ante la vida que conlleva». Pero al mismo tiempo, consideró que «es ilusorio buscar la solución más fácil a través del uso de anticonceptivos».

«Es preocupante que no se diga nada de un tema muy delicado. Me refiero a la necesidad de una autorización de los padres para que adolescentes puedan ser sometidas a esta intervención. De esta manera el Estado está interfiriendo en una responsabilidad que le compete exclusivamente a los padres de las menores».

Anticoncepción hormonal en adolescentes y aumento de infecciones de transmisión sexual

En un artículo publicado en 2011 en la revista «Journal of Health Economics» sobre el efecto del mayor acceso a la anticoncepción de emergencia sobre las infecciones de transmisión sexual (ITS), se encontró que produce un incremento de las ITS en los adolescentes.

Los investigadores explican que el mayor acceso a la anticoncepción «induce un aumento en comportamientos sexuales de riesgo en los adolescentes» lo que se traduce en un aumento de ITS.

Este efecto en realidad es general y ha sido estudiado en detalle por el Dr. Jokin de Irala, investigador principal del proyecto Educación de la Afectividad y la Sexualidad Humana del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra. Se conoce como «compensación de riesgo»: cuando una medida preventiva de tipo tecnológica reduce la percepción de riesgo en la población, se induce a que a se abandonen o relajen otros comportamientos preventivos básicos. Finalmente, el riesgo supera el efecto beneficioso que teóricamente poseía la nueva tecnología.

En declaraciones para Argentinos Alerta, el Dr. Carlos Beltramo, del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, subrayó que «se trata al embarazo como una ITS, con lo que el efecto de compensación de riesgo es alto para el propio embarazo pero mucho mayor para las que sí son verdaderas ITS, lo que nos pone de cara a un eventual problema de salud pública mayor a mediano plazo: no es probable que se resuelva el drama de los embarazos adolescentes pero además podremos ver crecer cifras en ITS que incluso creíamos superadas, cosa que ya ha sucedido en otros países.»