NOTA DE PRENSA

Monseñor Sánchez Sorondo: “El Papa está muy preocupado por el cambio climático”

  • El Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales ha participado en los Cursos de Verano de Santander de la Universidad Católica de Valencia.


 

SANTANDER | 05.08.2014


 

Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano ha participado esta mañana en el Curso de Verano de Pensamiento Cristiano de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV) en Santander, centrado en esta edición en la figura del prestigioso filósofo español Julián Marías.

Previamente a su ponencia, Mons. Sánchez Sorondo ha afirmado que “el Papa está muy preocupado por el cambio climático; lo considera un problema muy serio. El calentamiento global es responsabilidad humana y no podemos seguir adelante así. Pero la solución es la ética, porque la falta de esta es la causa de la crisis económica y la que se esconde tras los graves problemas del mundo. Hemos de volver a las virtudes aristotélicas a las que la fe cristiana dio una nueva dimensión”.

El Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales ha asegurado que el Papa está muy preocupado también “por la falta de respeto a la legislación internacional respecto del armamento atómico, por la paz y por la inclusión social, especialmente por la falta de empleo en la juventud y el tráfico de seres humanos”.

Mons. Sánchez Sorondo ha expuesto asimismo la preocupación del Papa “por el anuncio del Evangelio en Asia”, donde solo el tres por ciento de la población es cristiana. “Es misión de América ser puente entre ambos océanos para llevar el Evangelio a Asia”, ha añadido.

En ese sentido, Mons. Sánchez Sorondo ha recordado ya en su conferencia la importancia que concedió Marías a San Juan Pablo II, que un realizó un esfuerzo “sobrehumano” en el mundo globalizado por “intentar mostrar el amor de Dios mas allá de cualquier confín y, al mismo tiempo, por querer hacer respetar la justicia en y entre las naciones. Una exhortación para que no haya una ciencia que traicione el hombre que la ha creado, para que no haya un pueblo inferior a otro en la participación de los bienes y de los servicios y también, y sobretodo, en la participación de la nueva energía de la gracia divina”.

“La reflexión de Marías en su obra Sobre el Cristianismo (Madrid, 1997) nos estimula e incita a despertarnos del sueño del secularismo y del nihilismo para estar con la consciencia intelectiva y afectiva siempre vigilante a fin de realizar plenamente el proyecto cristiano, desde nuestras propias vidas y desde un nuevo inicio de milenio representado por no pocas problemáticas y de grandes desafíos: es una reflexión que significa un auténtico momento de gracia que no hay que dejar pasar”, ha asegurado.

Frente a las nuevas formas de ateísmo que reniegan de las raíces cristianas de Occidente, el Obispo argentino se ha referido a la insistencia de Marías en que Occidente es una realidad “muy precisa”, definida de sus tres diversas raíces: “La razón filosófica y científica de origen principalmente griego; el orden según autoridad y derecho, proveniente de Roma; y la religión hebrea y cristiana, personal, que considera a Dios como Padre y al ser humano como su imagen libre, llamado a participar de la vida divina”.

Para Marías, ha incidido Mons. Sánchez Sorondo, el cristianismo es una religión “histórica”, que tiene su origen “en la plenitud de los tiempos con la Encarnación, caracterizada por datos y hechos precisos, hasta el punto de incluir en el Credo el nombre histórico de Poncio Pilato”.

El ateísmo “más extendido” en Occidente, en opinión de Marías, era el “relativismo relativo”, según ha señalado el Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Ante la afirmación de los pensadores de dicha corriente ideológica de que “la frase “Dios existe” está privada de sentido”, Marías contestaba que “el filósofo que niega cualquier resultado no empíricamente verificable, está postulando él mismo la contradicción de un resultado no empíricamente verificable”.

“Por otra parte, si la filosofía da la espalda a su principal cuestión, no por ello tal problema deja de existir. Sucede en vez que es la filosofía la que pierde su condición fundamental: la de la radicalidad. No es que la filosofía tenga que ser radical o profunda, sino que ésta consiste en serlo”, ha aducido.

El Obispo argentino ha hecho énfasis, precisamente, en que para Marías, el “punto de inflexión” de la filosofía se produjo con la obra de Ortega y Gasset, centrada en una marcada atención por la vida humana, sobre la esencial conexión entre el yo y el mundo (“yo soy yo y mi circunstancia”), sobre la idea de verdad como alétheia y, sobretodo, sobre la inseparabilidad entre la razón y la vida en esa noción sintética acuñada por Ortega de “razón vital”.

Marías consideraba que la filosofía del siglo XX “era la más apta para entender y expresar la visión de la realidad presente en el cristianismo” porque, partiendo de ese punto de inflexión, “o sea desde la persona como yo o sí mismo viviente absoluto por participación”, resulta “necesaria” la pregunta por Dios y consecuentemente “por la realidad creada del ser humano”.

“Desde ese reflexión, Marías intenta reelaborar las categorías y conceptos que respondan de la manera más adecuada a la concepción del hombre imago Dei. Él subrayó que el cristianismo, debe ser entendido como religión en su sentido más pleno, capaz de interpretar el mundo desde una perspectiva religiosa inclusiva e universal. Es por eso que sin esta, el cristianismo resulta estéril, ineficaz y carente de interés. Un cristianismo puramente auto-referencial y secularizado es incapaz de solicitar al hombre de hoy”, ha remarcado.

Finalmente, Mons. Sánchez Sorondo ha hecho referencia a la reivindicación de Marías de que, “desde el punto de vista del cristianismo en su significado religioso, hoy más que nunca, estamos llamados a recomenzar desde este núcleo, o sea desde el misterio de la Trinidad, desde la Encarnación y desde Pentecostés o la presencia del Espíritu Santo en la historia. La palabra ‘teología’ debe tener su referencia primaria en Dios. En Dios, uno y trino, usando la recta razón, se deben encontrar las llaves últimas para resolver las cuestiones que agobian a los seres humanos de la actualidad”.

 

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