14.08.14

 

El culto a la ‘Dama Poderosa’, tal como se conoce también a la Santa Muerte, va en aumento: se calcula que alrededor de cinco millones de mexicanos la veneran por la cantidad de milagros y favores recibidos, tal como asegura el investigador estadounidense Andrew Chesnut. Lo cuenta Leticia Sánchez Medel en el medio mexicano Milenio.

El autor del libro Santa Muerte. La segadora segura, publicado bajo el sello editorial Ariel, afirma en entrevista que la imagen cadavérica atrae a más fieles que el propio San Judas Tadeo o la Virgen de Guadalupe, pues muchos de ellos han cambiado su culto por el de ‘La Flaquita’.

De acuerdo con el profesor de Estudios Religiosos y jefe de Estudios Católicos en la Virginia Commonwealth University, en Richmond, sus imágenes superan las ventas de la Virgen del Tepeyac, lo cual se debe, a decir de los creyentes, a que es la santa popular más cumplidora y multifacética.

“Su devoción obedece a la precariedad en la que viven millones de personas y, en el caso de México, a la guerra contra el narco de Felipe Calderón, y en la que murieron 70 mil mexicanos. Ante el miedo, la desesperación y la inseguridad que se vive en el país, muchas personas, además de los narcotraficantes, le piden protección”.

De las más vendidas

En el recorrido que ha realizado Chesnut por las tiendas esotéricas y por los negocios de yerberas, la Santa Muerte resultó ser una de las imágenes más adoradas por los mexicanos y también por los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, donde sus estampas, figuras y veladoras se venden muy bien todo el año.

La “Santísima Muerte” ha adquirido tal importancia que lo mismo se le ve en las telenovelas que en el cine y en exposiciones de arte. Chesnut continúa recopilando información alrededor del fenómeno que, para él, ya es un movimiento religioso por su número de seguidores en el continente.

“Puedo afirmar que el culto a la Santa Muerte es el movimiento religioso que más crece, tanto en México como en toda América, desde Argentina hasta Canadá. Estimo que tiene cerca de 12 millones de devotos, la gran mayoría en México y Estados Unidos, pero también esa devoción crece en Centroamérica”. En Estados Unidos sorprende observar que el culto atrae también a los blancos y a los afroamericanos. La respuesta está en que la muerte que es universal y no tiene fronteras.

Fervor en aumento

El pasado 1 de agosto Chesnut presenció la celebración de la Santa Muerte en el barrio de Tepito, donde se originó el primer altar público, y relata que sigue encontrando respuestas: “Su poder y efectividad de la Santa Muerte la colocan solo debajo de Dios en la jerarquía celestial”. Se sorprende por el recibimiento que le dan en México y porque cada vez que regresa a este país, comprueba que la devoción a la huesuda va al alza.

“Del culto clandestino se ha convertido en el culto más popular. Tiene una celebración mensual, a diferencia de los otros santos que tienen solo un día del año para ser venerados. Esto llevó a la Iglesia católica a idear una estrategia para que San Judas Tadeo fuera adorado el día 28 de cada mes”, refiere Chesnut.

El pasado 9 de agosto hubo una celebración a la Santísima Muerte en Nueva York, que por séptimo año consecutivo organiza Arely González, una persona transgénero de origen mexicano que vive en esa ciudad. “Arely se ha convertido en la gran figura del culto a la Santa Muerte; vive en Nueva York, es empleada doméstica, no habla inglés, pero cada año logra organizar un gran evento que incluso es cubierto por la prensa de Nueva York”, dice Andrew Chesnut.

Fue Enriqueta Vargas, quien ya oficia bautizos y bodas, la que conectó al investigador con González. “Por lo que veo, Enriqueta Vargas se está convirtiendo en la vocera de este movimiento religioso a nivel nacional, porque se la pasa viajando en su autobús por todo el país; ahora mismo está en Nueva York para participar en la gran fiesta a la Santa Muerte”, apunta el especialista. Enriqueta Vargas, señala, es la madre del Comandante Pantera, quien fundó el templo a la Santa Muerte y quien fue acribillado con 150 balazos en el año 2008.

Otras voces

En ANSA leemos que según el periodista José Gil Olmos, autor del libro La Santa Muerte, la virgen los olvidados, se han levantado unos 10.000 altares en los últimos años en México para honrar a la Santa Muerte, donde cuenta con unos cinco millones de fieles.

El poeta mexicano Homero Aridjis, autor del libro de relatos La Santa Muerte, señala que “es un culto muy fuerte que va en aumento” y se vincula con la tradición del Día de Muertos, con “raíces históricas tanto de la época prehispánica como de la Colonia” pero que “se acomoda muy bien al México contemporáneo”.