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VI Jornada de la Juventud Asiática

Francisco advierte de la "idolatría a la riqueza" a los jóvenes de Asia

El papa Francisco criticó la "idolatría a la riqueza" y la "creciente desigualdad entre ricos y pobres", durante la VI Jornada de la Juventud Asiática.

"Nos preocupa la creciente desigualdad en nuestras sociedades entre ricos y pobres. Vemos signos de idolatría de la riqueza, del poder y del placer, obtenidos a un precio altísimo para la vida de los hombres", aseguró Francisco durante su discurso ante 6.000 jóvenes católicos de Asia en su segunda jornada de visita a Corea del Sur.


 

La JJA, de cinco días de duración, tiene su sede principal en el Santuario de Solmoe, el lugar de nacimiento del primer sacerdote coreano Andrew Kim Tae-gon, en la citada localidad de Dangjin.

Este encuentro es el equivalente asiático de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica y se celebró por primera vez en 1999 en Hua Hin, Tailandia, con el objetivo de conectar a los jóvenes católicos del continente más poblado del mundo, que cuenta con unos 137 millones de seguidores de este credo.

Durante el encuentro el pontífice advirtió en inglés, tras ser recibido con muestras de gran entusiasmo por los asistentes, que "es como si un desierto espiritual se estuviera propagando por todas partes", lo que consideró que "afecta también a los jóvenes, robándoles la esperanza y, en tantos casos, incluso la vida misma".

Los asistentes, que vestían camisetas de diferentes colores dependiendo de sus países de origen o parroquias, desplegaron una artillería de teléfonos inteligentes para inmortalizar con fotografías la llegada del papa a la carpa donde se llevó a cabo el encuentro, uno de los más importantes de su visita.

La ceremonia estuvo amenizada por actuaciones que mezclaban lo tradicional, el teatro musical o sonidos más contemporáneos, y las intervenciones de tres jóvenes de Hong Kong, Camboya y Corea del Sur que preguntaron al pontífice sobre sus problemas e inquietudes tanto espirituales como sociales.

Francisco, tras un rato haciendo esfuerzos leyendo en inglés su discurso, les contestó de manera espontánea en italiano y sin papeles, y les animó a que cuando tengan dudas, "todo lo que tienen que hacer es escuchar al Señor y pedirle que los ayude".

Además, el Papa solicitó un momento de silencio para rezar por los vecinos de Corea del Norte, "para que Dios los ayude a ser una sola familia de nuevo, sin perdedores o ganadores", informó la agencia de noticias EFE.

La VI Jornada de la Juventud Asiática católica finalizará el domingo con una misa de clausura ofrecida por el pontífice en la Fortaleza de Haemieupseong, un espacio histórico junto al Santuario de los Mártires de Haemi en la localidad de Seosan, 150 kilómetros al suroeste de Seúl.