30.08.14

Se adelantó al gesto de Kolbe, cambiándose por un sacerdote enfermo


De las personas asesinadas el lunes 31 de agosto han sido beatificadas 12: cinco dominicos y un capuchino en Asturias; tres lasalianos en la provincia de Almería -los hermanos Valerio Bernardo, Amalio y Edmigio, arrojados en Tabernas al Pozo de la Lagarta, de donde hay 31 mártires beatificados- y dos salesianos -Félix Paco Escartín y Tomás Alonso- más un sacerdote diocesano en Málaga.

El religioso profeso capuchino ejecutado en Gijón era Bernardo Cembranos Nistal (Eustaquio de Villaquite), de 33 años y natural de esa localidad leonesa. Lo habían encerrado con otros capuchinos del convento de Gijón en la iglesia de San José, convertida en prisión, pero no lo mataron como al resto el 14 de agosto. Fue beatificado en 2013.

El Kolbe malagueño, que se ofreció a cambio de un sacerdote enfermo

El caso del rector del seminario de Málaga, beatificado en 2007, es otro que anticipa en un lustro algo parecido a lo que hizo san Maximiliano Kolbe.

Enrique Vidaurreta Palma, antequerino de 39 años, se ordenó sacerdote en Madrid en 1919 y se trasladó a Málaga, donde fue misionero eucarístico y rector del seminario. Detenido en el seminario, junto con los sacerdotes que realizaban ejercicios espirituales, fue trasladado al Cuartel de la Trinidad, después al Gobierno Civil y finalmente a la cárcel, donde llamó la atención —según los datos publicados por el obispado— por su extraordinario espíritu y caridad. La noche del 30 de agosto se ofreció para la muerte en lugar de otro sacerdote enfermo, y fue llevado a las tapias de San Rafael para ser asesinado con un centenar de encarcelados.

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