Católicos
Se han estudiado las cartas y los textos breves de la santa

El Congreso sobre Santa Teresa da fuerzas a los carmelitas para "mover las piedras" que impone el mundo

El encuentro, celebrado en la Universidad de la Mística como uno de los actos preparatorios del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Ávila, ha servido a los participantes no sólo para profundizar intelectualmente en los textos estudiados, sino para recuperar las fuerzas para presentar el espíritu teresiano ante una sociedad que es ajena al modelo de vida carmelita.


 

Con la mirada puesta en la preparación del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa en 2015, la Universidad de la Mística, en Ávila, ha organizado un Congreso en el que diferentes expertos han analizado las cartas que escribió a lo largo de su vida. Pero el fin de este congreso iba más allá del mero análisis académico. Explican desde la organización que los frutos que ha producido los trasladarán “a la oración, a la vida consagrada, a la enseñanza, a las formas de dar a conocer a Santa Teresa”.

Este fortalecimiento del espíritu de la Santa ha permitido a los participantes salir “con ánimos teresianos de ‘procurar siempre ir de bien en mejor’ y con ‘determinada determinación’, como diría la misma Teresa de Jesús, para hacer que todo aquello que empapa la vida del Carmelo”.

Pero además, salen “con alegría saber y poder transmitirlo a todo aquel que nos pida razón de nuestra participación y vivencia del carisma teresiano. Todo ello con firmeza pero con suavidad y gran discreción que eran otras de las tantas virtudes teresianas”. Una de las Carmelitas Descalzas que ha participado en la cita, la Hermana Olga Olivier Otero, aseguraba que “lo primero si queremos “mover a las piedras” (que impone el mundo, la sociedad, etc.), y en este mundo nuestro hace mucha falta, es  que cuantos nos vean y traten encuentren una “admirable vida” en nosotros. Lejos de perfeccionismos rigoristas, nada teresianos por otra parte, se trata de una vida entregada a la causa de Cristo. Pero, todo ello, de tal manera que el resto de las personas vean “cuán suave es el padecer por Cristo”.