18.09.14

Director del colegio El Pilar de Madrid

Carlos Eraña Guruceta, de 51 años y guipuzcoano de Arechavaleta, fue el primero en morir de los tres religiosos marianistas asesinados en Ciudad Real que han sido beatificados. Hizo sus primeros votos en 1903 y comenzó a dar clase de primaria en Escoriaza, Villafranca de Oria y Madrid, para ser luego director de los colegios de Ciudad Real (1916-1927), Tetuán- Marruecos (1927-1933), y Nuestra Señora del Pilar de Madrid. El 24 de julio de 1936, el Colegio del Pilar, donde residía, fue incautado y la comunidad religiosa dispersada. Carlos Eraña fue detenido dos veces y luego puesto en libertad. Cuando vio que en Madrid su vida corría peligro y que no podía hacer nada útil, decidió ir a Ciudad Real. Después de una nueva detención en Alcázar de San Juan, que estuvo a punto de costarle la vida, llegó a Ciudad Real el 29 de julio. Allí se encontró con dos comunidades marianistas dispersas a las que trató de ayudar, manifestándose siempre como religioso. Solía decir: «Sea lo que Dios quiera». El 6 de septiembre fue arrestado y llevado a la casa del pueblo, donde permaneció doce días en aislamiento. El día antes de morir manifestó su deseo de confesarse. En la madrugada del 18 de septiembre fue sacado de la improvisada cárcel y fusilado en Alarcos, a pocos kilómetros de la capital.

Un salesiano pontevedrés asesinado por la checa de Fomento

Salvador Fernández Pérez, de 66 años y pontevedrés de San Pedro de Creciente, profesó como salesiano en 1891 y fue ordenado sacerdote en 1896. Ejerció en Málaga, Vigo, Santander, diversos lugares de Galicia y el País Vasco y, desde 1935, en la casa del barrio madrileño de Estrecho, como confesor. Tras el asalto al colegio del día 19, fue a parar a la Dirección General de Seguridad, y al ser puesto en libertad se refugió en domicilios de parientes. Desde el 28 de agosto estuvo en la pensión Manzano, de la calle Libertad 12, hasta que el 18 de septiembre se presentaron unos milicianos que, tras identificarlo como sacerdote, se lo llevaron a la checa de Méndez Álvaro y luego a la de Fomento (oficialmente la Checa principal, sita en el Círculo de Bellas Artes en la calle Alcalá, no se trasladó como tal sede del Comité Provincial de Investigación Pública a la calle Fomento 9 hasta el 25 de octubre; pero obviamente en Fomento funcionaba antes otra checa). Dos días más tarde se exponía la foto de su cadáver en la DGS. Fue el tercero de los cuatro salesianos de Estrecho asesinados, todos a su vez beatificados.

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