El individualismo y la teoría de género, son los elementos básicos “de un ataque jamás visto en épocas anteriores a la familia”, es la afirmación del Profesor Stephen Zagmani al intervenir en Madrid durante las II Jornadas Sociales católicos para Europa. Para el profesor de Bolonia, “el descenso de la tasa de natalidad, el aumento de los divorcios y separaciones, la edad media de la población son todos los efectos de una causa que está más arriba, y que tiene que ver con la desinstuticionalización que en Europa se está llevando a cabo en contra de la familia “. La familia – dice Zagmani – “hoy es vista como el lugar y el centro de los afectos, y no como una institución social.” Este argumento se justifica -dice el economista italiano- basándolo “en consideraciones que no son reales: por un lado la necesidad de afirmar la libertad de las personas, que es el individualismo que nos lleva a considerar que lo que me atrae, el tengo que ser capaz de hacer; por otro lado el proceso de emancipación de la mujer respecto del hombre en la llamada de la cuestión de género “. Entonces, ¿qué puede hacer en este contexto el mundo católico? “Es claro que se puede hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora”, dice Zagmani, y “este” movimiento católico europeo “en sus diversas fases debe trabajar para garantizar que esta situación no se generalice y se vuelva irreversible.” Y para ello, el profesor de Bolonia identifica tres puntos clave: cambiar las políticas de conciliación trabajo-familia procurando la armonización de políticas; y centrar el modelo de bienestar en la familia ya no en el individuo. “Hoy en día, nuestros modelos de bienestar están relacionados con el individuo y no la familia como tal”; y, por último, mejorar aún más la dimensión cultural. Zamagni señala que estos elementos se pueden extraer de los mismos principios de la doctrina social de la Iglesia.