Del 5 al 19 de octubre, el Vaticano acogerá la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocado por el papa Francisco para abordar “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Con este motivo, el pontífice ha establecido que el domingo 28 de septiembre se celebre en toda la Iglesia una jornada de oración especial.

En la documentación sobre la jornada de oración “se invita a las Iglesias particulares, los institutos de vida consagrada, las asociaciones y los movimientos, a rezar en las celebraciones eucarísticas y en otros momentos celebrativos, en los días previos y durante los trabajos sinodales”. Se indica que en Roma habrá oración diaria en la basílica de Santa María la Mayor y que también “los fieles pueden unirse en sus oraciones personales a esta intención, sobre todo en las familias”.

En su oración el Santo Padre pide que las familias sean “lugares de comunión” donde nunca más se experimente la violencia y la división; y que “cualquiera que haya sido herido u ofendido conozca pronto la consolación y la sanación”. Además, pide a la Sagrada Familia para que en el próximo Sínodo se vuelva a despertar en todos “la conciencia del carácter sagrado e inviolable de la familia, su belleza en el proyecto de Dios”.

El mismo Pontífice ha comunicado la oración especial para ese día “Oración a la Santa Familia por el Sínodo” y ha dado indicaciones sobre algunas intenciones para la oración universal de las Misas dominicales del día 28 de septiembre, así como en los días de la celebración del Sínodo. También ha recomendado rezar el santo rosario por los trabajos sinodales.

El secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, ha enviado una carta a todos los obispos de todo el mundo comunicándoselo.

Oración a la Santa Familia por el Sínodo

Jesús, María y José

en vosotros contemplamos

el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.

 

Santa Familia de Nazaret,

haz también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,

auténticas escuelas del Evangelio

y pequeñas Iglesias domésticas.

 

Santa Familia de Nazaret,

que nunca más haya en las familias episodios

de violencia, de cerrazón y división;

que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.

 

Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obispos

haga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la familia,

de su belleza en el proyecto de Dios.

 

Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica.

II –   Oración universal

Hermanos y hermanas,

Como familia de los hijos de Dios y animados por la fe, elevemos nuestras súplicas al Padre, para que nuestras familias, sostenidas por la gracia de Cristo, sean auténticas Iglesias domésticas, donde se viva y se testimonie el amor de Dios.

A cada intención respondamos:

Señor, bendice y santifica nuestras familias

Por el Papa Francisco: el Señor que lo ha llamado a presidir la Iglesia en la caridad, lo sostenga en su ministerio al servicio de la unidad del Colegio episcopal y de todo el Pueblo de Dios, oremos:

Por los Padres Sinodales y los demás participantes de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos: el Espíritu del Señor, ilumine sus mentes, para que la Iglesia pueda responder a los desafíos de la familia en fidelidad al proyecto de Dios, oremos:

Por aquellos que tienen la responsabilidad en el gobierno de las Naciones: el Espíritu Santo les sugiera proyectos que valoricen la familia como célula fundamental de la sociedad, según el proyecto divino, y que sostengan las familias en situaciones difíciles, oremos:

Por las familias cristianas: el Señor que ha puesto en la comunión esponsal el sigilo de su presencia, haga de nuestras familias cenáculos de oración, íntimas comunidades de vida y de amor a imagen de la Santa Familia de Nazaret, oremos:

Por los cónyuges en dificultad: el Señor rico en misericordia, los acompañe mediante la acción materna de la Iglesia con comprensión y paciencia en su camino de perdón y de reconciliación, oremos:

Por las familias que a causa del Evangelio deben dejar sus tierras: el Señor que ha experimentado con María y José el exilio en Egipto, los conforte con su gracia y abra para ellos senderos de caridad fraterna y humana solidaridad, oremos:

Por los abuelos: el Señor que ha sido recibido en el Templo de los Santos ancianos Simeón y Ana, les conceda ser sabios colaboradores de los padres en la transmisión de la fe y en la educación de los hijos, oremos:

Por los niños: el Señor de la vida, que en su ministerio los ha acogido y propuesto como modelos para entrar en el Reino de los cielos, suscite en todos el respeto a la vida naciente y sugiera proyectos educativos conforme e la visión cristiana de la vida, oremos:

Por los jóvenes; el Señor, que ha santificado las bodas de Caná, los ayude a descubrir la belleza del carácter sagrado e inviolable de la familia en el designio divino y sostenga el camino los novios que se preparan al matrimonio, oremos:

Oh Dios, que no abandonas la obra de tus manos, escucha nuestras invocaciones: manda el Espíritu de tu Hijo a iluminar la Iglesia al comienzo del camino sinodal, para que contemplando el esplendor del amor verdadero que resplandece en la Sagrada Familia de Nazaret, aprenda de ella la libertad y la obediencia para responder con audacia y misericordia a los desafíos del mundo hoy. Por Cristo nuestro Señor.

Las asambleas sinodales de 2014 y 2015

El Sínodo de los Obispos es el organismo creado en el Concilio Vaticano II para facilitar y mantener vivo el espíritu de colegialidad en la Iglesia. Un Sínodo es un encuentro religioso o asamblea en la que unos obispos, reunidos con el Santo Padre, tienen la oportunidad de intercambiarse mutuamente información y compartir experiencias, con el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universal. El Sínodo puede ser definido, en términos generales, como una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo.

El 8 de octubre de 2013, el papa Francisco convocó la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. La secretaría general del Sínodo inició la preparación con el envío del Documento Preparatorio, que tuvo una amplia acogida eclesial en el pueblo de Dios, sintetizada en el Instrumentum Laboris.

El Papa, considerada la amplitud del tema, ha establecido un itinerario de trabajo en dos etapas, que constituyen una unidad orgánica. En esta Asamblea General Extraordinaria de 2014, los Padres sinodales evaluarán y profundizarán los datos, los testimonios y las sugerencias de las Iglesias particulares, a fin de responder a los nuevos desafíos de la familia. La Asamblea General Ordinaria de 2015, más representativa del episcopado, reflexionará en un segundo momento —insertándose en el precedente trabajo sinodal— sobre las temáticas afrontadas para individuar líneas operativas pastorales.

Cuestionario trabajado en las Diócesis en 2013

Documento de trabajo previo al Sínodo

Diócesis de Zamora

Así, por ejemplo, el obispo de Zamora, Mons. Gregorio Martínez Sacristán, a través de la secretaría general del Obispado, ha escrito a todos los sacerdotes de la Diócesis y les ha enviado los materiales para la oración propuestos desde la Santa Sede.

En concreto, desde el Obispado de Zamora se ha enviado a las parroquias, comunidades de vida consagrada y asociaciones de fieles la oración a la Sagrada Familia por el Sínodo, compuesta por el papa Francisco, y un elenco de peticiones que pueden utilizarse en las Misas del domingo 28 de septiembre, así como durante la celebración de la asamblea sinodal el mes de octubre, tanto en la Eucaristía como en la Liturgia de las Horas. “Se recomienda, además, el rezo del Santo Rosario por los trabajos sinodales”, agrega el documento.

El pasado mes de diciembre, la Diócesis de Zamora participó activamente en la fase de consulta a los obispos de todo el mundo, ya que desde la secretaría general del Sínodo se invitó a los obispos a que tuvieran en cuenta las aportaciones de los fieles, y el cuestionario enviado se trabajó a nivel parroquial y arciprestal en muchos lugares de la Diócesis zamorana. (Cuestionario trabajado en la Diócesis en 2013)