Crónica de Roma
Primeros trabajos en Roma

El Sínodo de los Obispos no va a cuestionar la doctrina

“El matrimonio es y sigue siendo indisoluble” lo han confirmado los padres sinodales reunidos durante las primeras discusiones de la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la pastoral familiar.

Un artículo de Mercedes De La Torre


 

De este modo, el portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi ha asegurado que el Sínodo “no cuestiona la doctrina” sino que “reflexiona sobre la pastoral, es decir sobre el discernimiento espiritual para la aplicación de la misma para enfrentar los retos de la familia contemporánea”. En este sentido, ha explicado que “la misericordia no elimina los mandamientos”.

El debate ha abordado diferentes aspectos del matrimonio, por un lado se ha afirmado que es necesaria “una mayor preparación para el matrimonio” no sólo para que fuera “válido, sino también fructífero”. Se ha invitado a “no preocuparse solamente por los remedios para el fracaso de la unión conyugal, sino también por las condiciones que la hacen válida y fructífera” para esto, se ha animado a transmitir “una visión del matrimonio no sólo como punto de llegada, sino como un camino hacia una meta más alta, un camino de crecimiento personal y de pareja, una fuerza y fuente de energía”.

En esta línea, se ha resaltado que “la elección del matrimonio es una vocación verdadera y propia y como tal requiere fidelidad y coherencia para ser realmente un lugar de crecimiento y de salvaguardia de lo humano”. Por ello es importante “acompañar constantemente a los cónyuges en su itinerario de vida, a través de una pastoral familiar intensa y vigorosa”. 

Asimismo, se ha insistido en que la Iglesia debe estar cerca de las parejas en dificultad “con comprensión, perdón y misericordia”. Se ha insistido en que no es necesario elegir “entre la doctrina y la misericordia”, sino la puesta en marcha de “una pastoral iluminada, para animar sobre todo a las familias en dificultades, que a menudo tienen la sensación de que no pertenecen a la Iglesia”.

Por último, en el Sínodo de los Obispos se ha precisado que la Iglesia “debe ofrecer su enseñanza de forma más incisiva, presentando la doctrina no como una lista de prohibiciones, sino haciéndose más cercana a los fieles, como hacía Jesús. De esta manera, actuando con empatía y ternura, será posible reducir la brecha entre la doctrina y la práctica, entre las enseñanzas de la Iglesia y la vida familiar”.

@mercedesdelat