Le han prohibido entrar en el país durante 10 años

Un judío británico converso al cristianismo recurre al Supremo de Israel tras ser deportado por evangelizar

 

Barry Barnett, protestante evangélico británico fue deportado de 2013 de Israel por desarrollar «actividades misioneras» sin disponer de permiso, ha anunciado que su caso será recurrido ante el Tribunal Supremo de este país por la misión que le apoya, «Judíos para Jesús». «Si ganamos ante el Tribunal Supremo, no sólo podré volver a Israel en lugar de esperar 10 años, sino que significa que cada cristiano o cualquier persona religiosa tiene el derecho de expresar su fe libremente y sin intimidación», dijo Barnett.

10/10/14 7:57 AM


(MST/ProtestanteD/InfoCatólica) Barry Barnett es originario de Londres y según su perfil en la web de ‘Judíos para Jesús Reino Unido’ proviene de una familia judía liberal. «Me convertí a los 30 años. Antes de involucrarme a tiempo completo con ‘Judíos para Jesús’ fui un profesor de Teatro y Estudios religiosos por doce años», explica allí.

Fue detenido en Israel cuando participaba como voluntario en una campaña evangelística similar a otras en las que había participado en el país hasta en ocho ocasiones anteriores. Sin embargo en esta ocasión, el día de 20 de noviembre, en la ciudad de Beer Shiva, en el sur de Israel, le detuvieron seis agentes de la brigada de control de inmigración. Estos le retuvieron varias horas en las afueras de la ciudad sin darle a conocer la causa de su arresto. Después fue transferido a la prisión de Ramla, cerca de Tel Aviv.

Según explican miembros del propio equipo que organizaba las actividades evangelísticas, Barnett era el único extranjero del grupo y sostenía una pancarta junto con otros miembros en la que se leía «Salvación = Jesús», además de mostrarse un número de teléfono de contacto con la organización ‘Judíos para Jesús’.

Libertad para evangelizar

La razón oficial por la que se le expulsó fue por participar en actividades misioneras en lugar de actividades turísticas regulares. Sin embargo, según Dan Sered, director israelí de 'Judíos para Jesús', «con su visado de turista B2 tenía permiso para ejercer su fe, que es lo que estaba haciendo».

«Hay instituciones religiosas y autoridades que están tratando de utilizar todos los medios para 'proteger' lo que ven como el Estado judío de Israel», dice Sered analizando el caso. «Creo que Yad L'Achim – un grupo judío ultraortodoxo abiertamente anticristiano - usó su propio poder e influencia para conseguir esto». La obra misional es legal en Israel, siempre y cuando no se da ningún incentivo material para la conversión y no haya menores de edad son evangelizados.

Además, Israel es signatario del Código Ético Mundial para el Turismo, un acuerdo internacional que indica que el turismo con el fin de intercambiar las creencias religiosas es válido y debe fomentarse.

El Supremo decidirá a partir de febrero

Poco después de regresar al Reino Unido, Barnett comenzó el proceso legal para volver a entrar en el país, pero cuando solicitó otra visa de turista, se le informó que el Ministerio del Interior le había prohibido la entrada al país durante 10 años.

«Fui a la embajada de Israel, y ellos dijeron, 'Oh, no deberías haber hecho lo que hiciste, que era ilegal», cuenta Barnett. «Así que les expliqué la ley israelí. Le expliqué la ley israelí a la embajada de Israel, y le dije: 'No, no es ilegal. Toda persona tiene el derecho a expresar libremente su religión - a repartir folletos, a poner un cartel -, siempre y cuando no tiente a nadie a través de dinero o beneficio material».

Los abogados de 'Judios para Jesús' en Israel apelaron el caso en marzo, y podrán defender la causa ante el Tribunal Supremo el 9 de febrero. Barnett, evidentemente, no podrá asistir por la prohibición de entrada al país. Sin embargo se siente tranquilo. «Dios va a estar luchando por mí en la corte de todos modos», dijo.

Test para la democracia en Israel

Para Sered, el caso debe ser resuelto como ejemplo de que su país es verdaderamente democrático y un país que da libertad a las personas de practicar su religión. «Siempre he defendido que Israel es una democracia donde la justicia es ciega. Los derechos de libertad de expresión y de religión han hecho de Israel el país que es hoy. Esta es la diferencia entre Israel e Irán. Esto es exactamente por lo que somos la única democracia en Oriente Medio».