El pasado 24 de octubre, en la sede del Obispado de Madrid, Miguel Ángel Velasco, periodista y el que fue hasta abril de este año director del semanario Alfa y Omega, fue condecorado con la Cruz de Caballero de la Orden de San Gregorio Magno. Le hizo entrega de dicha condecoración el Cardenal Antonio María Rouco Varela, en el que fue su último acto como Arzobispo de Madrid.

 
 
Está condecoración, es el máximo reconocimiento pontificio que un laico puede recibir. Con este galardón, la Santa Sede quiere reconocer la labor de Miguel Ángel Velasco, quien ha tenido una carrera informando al servicio de la Iglesia. “Lo resumo de todo corazón en una sola frase: es una auténtica gozada dedicar la vida a lo mejor y con los mejores”, explicaba Miguel Ángel Velasco después de conocer la noticia.
 
 
Miguel Ángel Velasco se mostró emocionado y agradecido al recoger el galardón y todas sus palabras fueron de agradecimiento al cardenal por su labor y a las más de cien personas que han ido pasando durante todos estos años por el semanario Alfa y Omega.
 
 
El cardenal Antonio María Rouco Varela, entregó también cinco distinciones pontificias: Antonio Troncoso de Castro, promotor y Presidente del Proyecto Gallego de dotación de campanas a la catedral de la Almudena; Manuel Gómez del Río, ex Subdirector de Cáritas Madrid; y Aniceto Arnés Carrasco, miembro del Consejo de Asuntos Económicos de la archidiócesis de Madrid. Por su parte, Eugenia Kirkpatrick Mendado, Presidenta de la Adoración Nocturna Femenina, fue distinguida como Dama de la Orden de San Gregorio Magno.
 
 
En las palabras que el cardenal quiso dirigir a los condecorados, los describió como “personas de una fe acendrada, vivida, que no se limita a ser un tesoro íntimo, sino que se refleja en la vida de sus familias y de la sociedad. Personas de Iglesia en el mejor sentido de la expresión, asumiendo su condición de seglares con todas sus consecuencias, primero en el servicio específico a la vida interna de la Iglesia, pero también de ser testigo del Evangelio”.