El sacerdote salmantino Lauren Sevillano es el actual párroco de Alba de Tormes, donde el 4 de octubre de 1582, fallecía Santa Teresa de Jesus, fundadora de las carmelitas descalzas y Doctora de la Iglesia. Hasta la población  acuden todos los años miles de peregrinos.

-Como párroco de Alba de Tormes, ¿cómo está viviendo los comienzos de este año teresiano?

Con mucha intensidad. Teresa es un regalo que nos habla de una mujer enamorada de Dios y por eso se convierte para nosotros en un ejemplo de vida. Por otra parte, siento una gran responsabilidad porque Mons. D. Carlos López nuestro Obispo nos ha pedido que demos a conocer la vida, la obra y el espíritu de Teresa de Jesús; y eso entre otras cosas, lleva mucha dedicación y tiempo.

-¿Cómo está afectando al ritmo propio de la parroquia los acontecimientos de este año teresiano?

Para la parroquia, la verdad, Teresa se ha convertido en un gran estímulo para el camino. Tenerla entre nosotros marca el espíritu religioso de la gente. En Alba se tiene mucho cariño a Santa Teresa, eso es indiscutible… pero este año además, queremos conocerla un poco mejor sobre todo a través de sus obras. De manera que acompañaremos el proceso de formación en los distintos grupos con el mensaje de Teresa. Además, estamos empeñados en profundizar sobre todo con los niños y los jóvenes en la relación de amistad con Jesús a través de la oración.

-Alba de Tormes no solamente es Santa Teresa… ¿cuáles son los grandes retos de una Parroquia como Alba?

La verdad es que tenemos muchos… En primer lugar creo que es necesario poner a Jesús en el centro de nuestras vidas y no las devociones particulares, ¡que tenemos muchas! Jesús siempre es el centro. En segundo lugar, apostar por la comunión; la parroquia es comunión de comunidades no es una comunidad más. Es el lugar donde se vive y se celebra la comunión de todos los carismas y desde luego en Alba tenemos muchos carismas: Isabeles, Benedictinas, Hijas de la Caridad, Padres Carmelitas, Madres Carmelitas, Padres Reparadores…tenemos que ser y debemos ser una gran familia. En tercer lugar, me parece prioritaria la formación. Por último, señalaría como una prioridad importantísima el compromiso social: debemos salir a las periferias, a los alejados, a los enfermos y transmitirle siempre con mucha bondad la compasión y la misericordia del Buen Pastor.

-Si viniera el Papa Francisco y le tuviera que recibir como párroco, ¿qué informe le darías?

¡Qué bueno si viniera! Lo primero que haría sería darle las gracias por su Exhortación ‘Evangelii Gaudium’, que me parece muy interesante y muy sugerente para el momento que estamos viviendo. No tendría inconveniente en decirle que estamos un poco perdidos en esto del seguimiento de Jesucristo pero que apostamos con decisión por Él y por el Evangelio, de hecho por la parroquia pasan 38 grupos de personas a la semana. Tenemos 360 niños en el proceso continuo de catequesis, y digo continuo porque el proceso comienza a los 6 años y termina a los 17 con la confirmación y no se rompe con la Comunión, esto de verdad es un regalo que tenemos en Alba de Tormes. Y no le ocultaría a pesar de todo, que nuestra fe es débil y que está sometida a muchas pruebas… pero que tenemos claro que la fe verdadera se fundamenta en el Dios que se revela en Jesucristo como Padre misericordioso que ama y que perdona incondicionalmente.

(Comunidad – Diócesis de Salamanca)