OscaIglesia se despide

 

La miserable actitud de esos dos tipejos de la información religiosa en internet contra el Arzobispo de Granada nos ha hecho reflexionar.

No queremos que nos pase como a ellos. No estamos dispuestos a acosar a sucesores de los apóstoles, con ataques constantes, contando mentiras, manipulando, contando medias verdades, inventando sucesos fantásticos, dando como primicias sucesos que nunca ocurrieron. No queremos hacer a ningún obispo lo que ellos están haciendo a Mons. F. Javier Martínez.

El escribir un blog como éste que tiene una opinión fundacionalmente crítica con nuestro obispo nos expone a cometer injusticias como las que esta pareja de juntaletras comete a diario.

El acoso a Mons. Martínez nos ha hecho reflexionar. No nos creemos mejor que ellos dos. A nosotros cualquier día puede pasarnos como a ellos, quizás ya nos haya pasado. Cualquier día podemos dejarnos llevar por nuestros rencores, o por nuestras fobias que nos hacen poner el foco en lo negativo. Por ello, seguir escribiendo en un blog como éste propicia que estemos siempre cerca de ocasiones de pecado. Evitar toda ocasión de pecado nos lleva necesariamente a dejar de escribir este tipo de artículos y a cerrar el blog.

Nuestra opinión sobre la situación de la Iglesia en Huesca es muy negativa, opinión fundada en hechos, actitudes, nombramientos, ceses, planes, programación de conferencias, etc. La opinión sobre algunas personas siempre ha sido consecuencia de los hechos y los dichos que hemos observado y hemos valorado y nunca al revés, es decir, hemos procurado no opinar sobre determinados hechos en función de que persona los realizaba.

Pensamos que la Iglesia en Huesca necesita un gran cambio. Seguimos con una estructura pensada para una sociedad confesionalmente católica en la que todo el mundo era católico, todos se bautizaban, iban a catequesis, se confirmaban, se casaban, iban a misa los domingos y morían en el seno de la Iglesia. Esa sociedad, que en casi todo era mejor que ésta, ya ha pasado. Ese tiempo ya ha pasado. Pero todavía no nos hemos dado cuenta. Seguimos organizando la diócesis sin tomar conciencia de esa realidad. La pura realidad es que en Huesca muchos, muchísimos, demasiados, desconocen que Dios se hizo hombre y que para nuestra salvación murió en la cruz. Seguimos programando payasadas para jóvenes, seguimos dando comida a los pobres mientras les negamos a Cristo a quien no anunciamos. En Huesca la Iglesia discrimina a los pobres. Sí los discrimina. Los viste, da de beber, les paga la vivienda, la luz, el agua y el gas, …. pero no les anuncia que Dios los quiere tal y como son y por ser pobres son preferidos por quien da sentido a nuestra vida. Huesca necesita una diócesis orientada a la evangelización, al anuncio del acontecimiento cristiano, empezando en casa, en los colegios, en las catequesis y siguiendo por toda la sociedad oscense.

Y siendo verdad que la Iglesia en Huesca necesita grandes cambios, no es menos cierto que cualquier reforma tiene que empezar por la conversión, por nuestra conversión, nuestra completa conversión, la de cada uno de nosotros. La de Oscaiglesia, la de sus lectores, y la de todo el pueblo fiel.

Queremos agradecer a todos nuestros lectores su fidelidad, su apoyo, sus palabras de ánimo, sus cientos de emails y sobre todo que nos hayan leído. Nuestro agradecimiento a los que fuera de Huesca nos han apoyado. Un agradecimiento especial a La Cigueña sin cuyos enlaces no nos hubieran conocido más allá de Almudevar. Gracias también a los que sin ser de Oscaiglesia nos han dado buenos consejos. Agradecemos un consejo que hemos procurado seguir al pie de la letra «caritas in veritate», nos dijo. Y es lo que hemos procurado hacer.

Acabamos pidiendo perdón a los que hemos molestado o a los que han sentido que nuestras informaciones eran ataques personales. Especialmente le pedimos perdón a nuestro querido D. Julián por excedernos en la formas en algunas ocasiones. Sabe que le deseamos lo mejor allá donde vaya.

Nosotros acabamos pidiendo a todos que recen sin descanso por la Iglesia, por el Papa y por nuestro obispo. Que la Virgen de Cillas nos proteja y nos guarde.

Adiós a todos.

 

Publicado originalmente en el blog de OscaIglesia