ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 23 de noviembre de 2014

La frase del día domingo 23 - Festividad de Cristo Rey

"Jesús nos habla de rey, de reino, refiriéndose no al dominio sino a la verdad"
Benedicto XVI.

 


El papa Francisco

En la solemnidad de Cristo Rey, Francisco canoniza a 6 beatos
'La salvación --precisó el Papa-- no inicia confesando la realeza de Cristo, sino imitando las obras de misericordia'

Ángelus: el Papa invita a la Iglesia en India a un nuevo impulso misionero
Invita al pueblo italiano a reavivar el espíritu de colaboración hacia el bien común y a mirar al futuro con esperanza

Texto completo de la homilía del Papa en la festividad de Cristo Rey
El Santo Padre canonizó a seis beatos y recordó que seremos juzgados sobre el amor, sobre la proximidad y la ternura hacia nuestros hermanos.

Comunicación

Nace LC Blog
Una bitácora que mira el mundo con los ojos de religiosos jóvenes

Espiritualidad

Beata Enrichetta Alfieri - 23 de noviembre
«Sanada milagrosamente por la Virgen de Lourdes de una grave enfermedad cuando ya le acechaba la muerte, se convirtió en un rayo de luz para los reclusos de San Vittore. Ellos la denominaron su mamma y su ángel»


El papa Francisco


En la solemnidad de Cristo Rey, Francisco canoniza a 6 beatos
'La salvación --precisó el Papa-- no inicia confesando la realeza de Cristo, sino imitando las obras de misericordia'

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - En el día de la solemnidad de Cristo Rey, el santo padre Francisco celebró la santa misa en la explanada de la basílica de San Pedro, y concedió el título de santos a cuatro beatos italianos y dos de la India.

Ante una plaza de San Pedro llena de fieles y peregrinos, delante de los lienzos en la fachada de la basílica de San Pedro de los seis religiosos, el Santo padre les proclamó santos. A continuación las reliquias de los seis fueron puestas al lado del altar de la celebración e inciensadas.

Los nuevos santos son:
- Giovanni Antonio Farina,(1803-1888), obispo de Vicenza, fundador de las Hermanas Maestras de S. Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones.
- Ludovico de Casoria (1814-1885), sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores, fundador de la Congregación de las Religiosas Franciscanas de Santa Isabel, llamadas ''Bigie''.
- Nicola da Longobardi (1650- 1709), oblato profeso de la Orden de los Mínimos.
- Amato Ronconi (1226-1292),de la Orden Tercera de San Francisco, fundador del Hospicio de los Peregrinos de Saludecio, hoy Casa de Reposo/'Opera Pia Beato Amato Ronconi'.
- Kuriakose Elias Chavara de la Sagrada Familia (1805-1871), sacerdote y fundador de la Congregación de los Carmelitas de María Inmaculada.
- Euphrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón (1877-1952), religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas de la Madre del Carmelo.

Durante la misa oficiada en latín, el Evangelio ha sido proclamado también en griego, para recordar la unión con Roma de las iglesias de oriente.

“La liturgia de hoy nos invita a fijar la mirada en Jesús como Rey del Universo. La hermosa oración del prefacio nos recuerda que su reino es 'reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia , de amor y de paz”, dijo el Santo padre en la homilía.

Por ello, añadió, “quienes en la Iglesia estamos llamados a ser pastores, no podemos apartarnos de este modelo, si no queremos volvernos mercenarios. Sobre esto el pueblo de Dios posee un olfato infalible para reconocer los buenos pastores y distinguirlos de los mercenarios”.

“La salvación --precisó el Papa-- no inicia confesando la realeza de Cristo, sino imitando las obras de misericordia mediante las cuales Él ha realizado el Reino”. Y "del amor, de la proximidad y la ternura hacia nuestros hermanos. De esto dependerá nuestro ingreso o menos en el reino de Dios".

Hacia el término de su homilía, el papa Francisco recordó que con el rito de canonización, “una vez más hemos confesado el misterio del reino de Dios y horado a Cristo Rey, pastor lleno de amor por su rebaño”. Y añadió: “Que los nuevos santos con su ejemplo e intercesión, hagan crecer en nosotros la alegría de caminar en la vía del Evangelio, la decisión de tomarlo como brújula de nuestra vida.

“Sigamos sus huellas --concluyó el Santo Padre-- imitemos su fe y su paridad, para que nuestra esperanza se revista de inmortalidad. No nos dejemos distraer por otros intereses terrenos pasajeros. Y nos guía hacia el reino de los cielos, la Madre, María, Reina de todos los santos. Amén".

Leer el texto completo de la homilía

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Ángelus: el Papa invita a la Iglesia en India a un nuevo impulso misionero
Invita al pueblo italiano a reavivar el espíritu de colaboración hacia el bien común y a mirar al futuro con esperanza

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco, tras celebrar la santa misa en la explanada delante de la basílica de San Pedro y proclamar santos a cuatro beatos italianos y dos de la India, rezó el ángelus junto a los miles de peregrinos allí presentes y les dirigió las siguientes palabras:

"Queridos hermanos y hermanas.

Al concluir esta celebración deseo saludarles a todos los que han venido a rendir homenaje a los nuevos santos, en modo particular a la delegación oficial de Italia y de India.

El ejemplo de los cuatro santos italianos, nacidos en las provincias de Vicenza, Nápoles, Conseza y Rímini, ayude al querido pueblo italiano a reavivar el espíritu de colaboración y de concordia en favor del bien común y a mirar al futuro con esperanza, confiando en la cercanía de Dios, que nunca nos abandona, ni siquiera en los momentos difíciles.

Por intercesión de los dos santos de la India, provenientes de Kérala, gran tierra de fe y de vocaciones sacerdotales y religiosas, el Señor conceda un nuevo impulso misionero a la Iglesia que está en India, para que inspirándose en su ejemplo de concordia y de reconciliación, los crisitanos de India prosigan en el camino de la solidaridad y de la convivencia fraterna.

Saludo con afecto a los cardenales, obispos, sacerdotes, y también a las familias, los grupos parroquiales, las asociaciones y escuelas presentes. Con amor filiar nos dirigimos ahora a la Virgen María madre de la Iglesia, reina de los santos y modelo para todos los cristianos».

(El papa rezó: Angelus Domini...)

A concluir el Santo padre les deseó a los presentes que tengan "un buen domingo, en paz, con la alegría de estos nuevos santos". Y añadió: “Les pido que recen por mí y 'buon pranzo e buona domenica'".

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Texto completo de la homilía del Papa en la festividad de Cristo Rey
El Santo Padre canonizó a seis beatos y recordó que seremos juzgados sobre el amor, sobre la proximidad y la ternura hacia nuestros hermanos.

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - En el día de la solemnidad de Cristo Rey, el santo padre Francisco celebró la santa en la explanada de la basílica de San Pedro, y canonizó a los beatos Giovanni Antonio Farina (1803-1888); Kuriakose Elias Chavara della Sacra Famiglia (1805-1871); Ludovico da Casoria (1814-1885); Nicola da Longobardi (1650- 1709); Eufrasia Eluvathingal del Sacro Cuore (1877-1952); Amato Ronconi (1226-1292).

Concluidas las lecturas, y la proclamación del Evangelio, el papa Francisco dirigió la siguiente homilía:

«La liturgia de hoy nos ivita a fijar la mirada en Jesús como Rey del Universo. La hermosa oración del prefacio nos recuerda que su reino es 'reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia , de amor y de paz». Las lecturas que hemos escuchado nos muestran como Jesús ha realizado su reino, como lo realiza durante la historia, y qué nos pide a nosotros.

Sobre todo, cómo Jesús ha realizado el reino: lo ha hecho con cercanía y ternura hacia nosotros. Él es el pastor del cual ha hablado el profeta Ezequiel en la Primera lectura. Todo este párrafo se encuentra entrelazado de verbos que indican la premura y el amor del pastor hacia su rebaño: buscar, controlar, reunir a los dispersos, conducir al prado, hacer reposar, buscar a la oveja perdida, reconducir la, fajar la herida, curar a la enferma, tomarse cuidado, pastorear. Todas estas actitudes se volvieron realidad en Jesucristo: Él realmente es el 'gran pastor de las ovejas y cuidador de nuestras almas'.

Y todos los que en la Iglesia estamos llamados a ser pastores, no podemos apartarnos de este modelo, si no queremos volvernos mercenarios. Sobre esto el pueblo de Dios posee un olfato infalible para reconocer los buenos pastores y distinguirlos de los mercenarios.

Después de su victoria, o sea después de su Resurrección, ¿cómo Jesús realiza su reino?

El apóstol Pablo, en la Primera carta a los Corintios dice: 'Es necesario que Él reine hasta que no haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies'. Es el Padre que poco a poco somete todo al Hijo, y al mismo tiempo el Hijo somete todo al Padre. Jesús no es un rey como los de este mundo. Para Él reinar no es mandar, pero obedecer al Padre, entregarse a Él, para que se cumpla su designio de amor y salvación. Así hay plena reciprocidad entre el Padre y el Hijo. Por lo tanto el tiempo del reino de Cristo es el largo tiempo de la sumisión de todo al Hijo y de la entrega de todo al Padre.

'El último enemigo a ser aniquilado será la muerte'. Y al final, cuando todo habrá sido puesto bajo la realeza de Jesús, y todo, también el mismo Jesús, habrá sido sometido al Padre, Dios será todo en todos. (cfr 1 Cor 15, 28).

El Evangelio nos dice lo qué nos pide el reino de Jesús: nos recuerda que la cercanía y la ternura son la regla de la vida también para nosotros, y sobre esto seremos juzgados. Este será el protocolo de nuestro juicio. Es la gran parábola del juicio final de Mateo 25.

El rey dice: 'Venid benditos del Padre mio, recibid en herencia el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo, porque tuve hambre y me dieronde comer, tuve sed y me dieron de beber, era un extranjero y me acogieron, estaba desnudo y me vistieron, enfermo y visitado, en la cárcel y me visitaron. Los justos preguntarán: ¿cuándo hemos hecho todo esto? Y Él responderá: 'En verdad yo les digo: todo lo que han hecho a uno solo de estos mis hermanos más pequeños lo han hecho a mi'. (Mt 25,40).

La salvación no inicia por la confesión de la realeza de Cristo, sino de la imitación de las obras de misericordia mediante las cuales Él ha realizado el Reino. Quien las cumple demuestra de haber acogido la realeza de Jesús, porque ha hecho espacio en su corazón a la caridad de Dios. En el ocaso de la vida seremos juzgados sobre el amor, sobre la proximidad y la ternura hacia nuestros hermanos. De esto dependerá nuestro ingreso o menos en el reino de Dios, nuestra colocación en uno o en otro lado. Jesús con su victoria nos ha abierto su reino, pero depende de cada uno de nosotros entrar, ya iniciando en esta vida. El reino inicia ahora, haciéndonos concretamente cercanos al hermano que nos pide pan, vestido, acogida y solidaridad. Y si realmente amaremos a aquel hermano, a aquella hermana, seremos empujados a compartir con él o con ella lo que tenemos de más hermoso, o sea Jesucristo y su Evangelio.

Hoy la Iglesia nos pone a los nuevos santos como modelos, que justamente mediante las obras de una generosa dedicación a Dios y a los hermanos, han servido, cada uno en el propio ámbito, al reino de Dios y se han vuelto herederos. Cada uno de estos ha respondido con extraordinaria creatividad al mandamiento del amor de Dios y del prójimo.

Se han dedicado sin ahorrar esfuerzo, al servicio de los últimos, asistiendo a los indigentes, enfermos, ancianos, peregrinos. Su predilección para los pequeños y los pobres fue el reflejo y la medida del amor incondicional a Dios. De hecho han buscado y descubierto la caridad en la relación fuerte y personal con Dios, de la cual se desprende el verdadero amor al prójimo. Por ello en la hora del juicio, han escuchado esta dulce invitación: 'Venid, bendecidos del Padre mio, recibid en herencia el reino preparado para vosotros desde el inicio del mundo”. (Mt 25,34).

Con el rito de canonización, una vez más hemos confesado el misterio del reino de Dios y horado a Cristo Rey, pastor lleno de amor por su rebaño. Que los nuevos santos con su ejemplo e intercesión, hagan crecer en nosotros la alegría de caminar en la vía del Evangelio, la decisión de tomarlo como brújula de nuestra vida. Sigamos sus huellas, imitemos su fe y su caridad, para que nuestra esperanza se revista de inmortalidad. No nos dejemos distraer por otros intereses terrenos pasajeros. Y nos guíe hacia el reino de los cielos, la Madre, María, Reina de todos los santos. Amén".

(Traducido y transcrito desde el audio por ZENIT)

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Comunicación


Nace LC Blog
Una bitácora que mira el mundo con los ojos de religiosos jóvenes

Por Jorge Enrique Mújica

ROMA, 23 de noviembre de 2014 (Zenit.org) -  Según los datos más recientes (31 de diciembre de 2013) en la Legión de Cristo hay 836 religiosos y novicios que se preparan para ser sacerdotes.

La variedad de etapas de formación, procedencia geográfica, edades, lengua y sectores de interés confieren una riqueza de reflexiones que recientemente ha sido canalizada en una original iniciativa digital: «LC Blog» (http://lcblog.catholic.net/).

Se trata de un blog plurilingüe (http://lcblog.catholic.net/) donde se publican sólo artículos de los religiosos que se preparan al sacerdocio. «La verdad es que nació "sin querer queriendo". No es que hayamos hecho una gran planeación. Más bien coincidimos varios legionarios en formación que nos fascina escribir, y nos dimos cuenta que teníamos el flujo suficiente de publicaciones como para mantener un sitio vivo y compartir nuestros artículos y reflexiones con amigos y familiares. Así que el objetivo, en resumen, es compartir al mundo lo que pensamos. Un blog que ofrece la realidad desde los ojos consagrados de jóvenes legionarios de hoy. Escribimos sólo hermanos en camino al sacerdocio», refiere el H. Javier Gaxiola, L.C., coordinador de la iniciativa.

¿Cuál es entonces la línea editorial del proyecto? «La línea editorial es el carisma legionario que corre por las venas de cada uno de nosotros, de modos diversos y a través de una nacionalidad, cultura, personalidad e historia distintas», refiere el H. Javier. Y añade: «Cada uno aporta su estilo y preferencias en las temáticas en las que tiene algo que aportar o en las que se está especializando de alguna manera. Todos diferentes, pero todos legionarios. Unidad en la diversidad. Paradojas del Espíritu».

La mayoría de los religiosos que escriben en «LC Blog» se encuentra actualmente en los centros de formación de la legión de Cristo en Roma pero, ¿expresa la opinión institucional de la Legión de Cristo? A esto nos contesta el H. Javier: «Es la opinión de los legionarios en formación, pero no es un blog institucional. Es independiente, en ese sentido. No depende de la oficina de comunicación institucional de la orden. Es más bien un blog de opinión, análisis y reflexiones».

Ciertamente «LC Blog» no es la primera bitácora de los legionarios de Cristo, congregación que tienen no pocos de sus miembros desarrollando un trabajo digital en la web: desde blogs, pasando por Instagram, Facebook o YouTube, hasta Twitter, LinkedIn o Google+. Y entonces, ¿era necesario una iniciativa más? «Es una iniciativa que surge en un contexto institucional histórico, en donde hemos redescubierto el valor de la fraternidad y trabajar unidos en un proyecto comunitario. El Papa lo ha dicho con sus palabras en varias ocasiones: "Nadie se salva solo". En una sociedad individualista, donde se fomenta el "yo" sobre el "nosotros", queremos ponderar la fuerza de la comunidad, la unión de esfuerzos, el trabajo en equipo que integra e incluso es enriquecido por la diversidad cultural o temperamental. Además de que unidos podemos alcanzar mayor difusión, que es también lo que buscamos», contesta el H. Javier Gaxiola.

«LC Blog» es una bitácora plurilingüe porque plurilingüe son los centros de formación de la Legión. «Donde nos formamos, vivimos más de 300 hermanos de casi 20 nacionalidades», dice el H. Gaxiola, y añade: «Se puede imaginar la riqueza que eso conlleva. Como decía el P. Álvaro Corcuera, L.C., que en paz descanse, los mexicanos les enseñamos a los alemanes a ser puntuales y ellos nos enseñan a ser espontáneos. Fuera de bromas, el blog tiene una riqueza cultural que no creo que tengan otros blogs del género».

Actualmente los contenidos de «LC Blog» son compartidos en Twitter en esta dirección https://twitter.com/mujicaje y en Facebook tanto enhttps://www.facebook.com/legionariosdecristo como enhttps://www.facebook.com/ActualidadyAnalisis.

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Espiritualidad


Beata Enrichetta Alfieri - 23 de noviembre
«Sanada milagrosamente por la Virgen de Lourdes de una grave enfermedad cuando ya le acechaba la muerte, se convirtió en un rayo de luz para los reclusos de San Vittore. Ellos la denominaron su mamma y su ángel»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 23 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La vida de Enrichetta fue apasionante. Coraje, misericordia y piedad, virtudes, entre otras, de esta brava mujer, tocaron las fibras más sensibles de los prisioneros de la cárcel milanesa de San Vittore. Está claro que Dios otorga a cada uno la fortaleza para llevar a cabo su misión. Cuando se contempla retrospectivamente la vida santa, se aprecia la inmensidad del amor divino que se manifiesta por medio de personas que, en su fragilidad física y espiritual, realizan gestas de alcance imprevisible, sorprendentes, conmovedoras. Enrichetta poseía la madurez humana y espiritual requerida para afrontar las desdichas de los lóbregos corredores de la prisión donde habita la desesperanza y el llanto desgarrador. Supo proporcionar a los reclusos el consuelo que precisaban, acoger sus miedos y temblores, dar un vuelo inusitado a estas vidas, algunas de las cuales, llevadas de su mano, recibieron la gracia de encontrarse con Cristo. Hay que amar mucho, haber encarnado en sí mismo a Cristo fielmente para poderlo transmitir a los demás como hizo ella.

Nació el 23 de febrero de 1891 en Borgo Vercelli, Italia. Era la primogénita de los cuatro hijos de Giovanni y Rosa Compagnone. Y aunque le impusieron en el bautismo tres nombres: María Ángela Domenica, sus allegados la llamaban María. Parecía un vaticinio de la protección que iba a recibir de la Virgen. Encantadora durante su infancia, sensible a las enseñanzas de fe que recibía en su hogar y en la parroquia, al cumplir 17 años, una edad en la que muchos jóvenes de todos los tiempos han sentido la llamada de Dios, ella también se sintió elegida por Cristo para seguirle. Aunque no sufrió oposición paterna, tuvo que aguardar un tiempo para ingresar en la vida religiosa, como su familia aconsejó que hiciera. Muchas veces los padres no comprenden que la decisión de consagrarse a Cristo ya está tomada, y que dilatar el tiempo para iniciar el camino solo conlleva sufrimiento para sus hijos, aunque en esa prueba éstos comiencen a mostrar a Dios el grado de su amor.

La determinación que la beata había tomado era irreversible y lo único que hizo fue madurarla. A finales de 1911 ingresó en el convento de Santa Margarita de Vercelli con las Hermanas de la Caridad, fundadas por la madre Thouret, donde le habían precedido varios familiares. Al profesar tomó el nombre de Enrichetta. Apta para la docencia, estudió magisterio en Novara, como le indicaron, y después impartió clases en Vercelli. Pero solo pudo ejercer la profesión durante unos meses puesto que una espondilitis tuberculosa le impidió hacer vida normal. La pésima evolución de la enfermedad fue vertiginosa. Dos años más tarde ni siquiera podía desempeñar trabajos de apoyo en tareas administrativas.

En 1920 los médicos que la trataron en Milán no ocultaron el mal pronóstico. Regresó a Vercelli y continúo empeorando. Su día a día comenzó a ser el lecho. Aprisionada en él por intensísimo dolor, agradecía a Dios la posibilidad de unir sus padecimientos a Cristo Redentor. Comprendió que así como la vocación nos sitúa en el calvario, por la enfermedad estamos en la cruz con Cristo. De modo que el lecho debe considerarse como un altar en el que la persona que sufre se inmola y se deja sacrificar llevada de su amor, siempre y cuando cumpla el requisito de «sufrir santamente», haciéndolo además con «dignidad, amor, dulzura y fortaleza».

Buscando salida para su penoso estado, la llevaron a Lourdes en 1922 y un año más tarde le administraron el sacramento de la Unción. El 25 de febrero de 1923, celebración de la novena aparición de la Virgen de Lourdes, al tomar un sorbo de agua de la gruta con gran esfuerzo y dolor, se sintió instada a levantarse en medio de una locución divina que provenía de María: «¡Levántate!». En ese momento recobró la salud. No es difícil imaginar el impacto del hecho en toda la comunidad ante un episodio milagroso que atribuyó a María. Estaba presta a morir, pero la voluntad de Dios había sido otra.

Después fue trasladada a la prisión de San Vittore. «La vocación no me hace santa, se decía, pero me impone el deber de trabajar para conseguirlo». Poseía un espíritu luminoso, así como la suficiente madurez y fortaleza para vivir en aquel lugar. Su escuela había sido el sufrimiento. Por eso comprendió y supo acoger a tanto deshecho humano como halló en el penal. Sufrir, orar (también junto a las reclusas), trabajar ejercitando la caridad por amor a Cristo sin descanso, fue el día a día de este apóstol que se ganó el respeto, confianza y cariño de los presos. Ellos la denominaron el «ángel» y la «mamma» de San Vittore. En 1939 fue nombrada superiora de la comunidad. Durante la Guerra Mundial la cárcel fue tomada por los nazis, y se jugó la vida defendiendo y rescatando de la muerte a los judíos y presos políticos que iban a ser gaseados en los campos de exterminio.

En 1944 las SS interceptaron un mensaje de una reclusa. Enrichetta fue acusada y apresada. Gravitando sobre ella la condena a muerte, oraba en su celda en acto de gratitud. Con la intervención del arzobispo de Milán, monseñor Schuster, a través de Mussolini se condonó su pena, pero fue enviada a Bérgamo a un centro de enfermos mentales. De allí partió a Brescia, y escribió sus memorias por obediencia. En 1945 regresó a San Vittore conduciendo al camino de la conversión a muchos, como a la peligrosa convicta de múltiple asesinato Rina (Caterina) Fort. En septiembre de 1950 sufrió una funesta caída en la calle, y no se recuperó. Murió el 23 de noviembre de 1951. Fue beatificada por Benedicto XVI el 26 de junio de 2011.

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