¿Ha dicho el Papa que se salvarán “todos”?

El Papa Francisco

Una nueva catequesis del Papa ha revolucionado las redes sociales y los medios de comunicación y se encuentran por doquier católicos perplejos.

-Unos han entendido que el Papa ha dicho que el cielo no es un lugar sino un estado.

-Otros andan diciendo que ha caído en herejía al negar la doctrina católica del infierno, afirmando que absolutamente todas las personas se salvarán. Le acusan de origenismo o universalismo.  

Aunque no es mi costumbre andar justificando todo lo que el Santo Padre dice y hace, otra vez quiero abordar el tema porque me molesta que estas personas, por causa de una comprensión mediocre, y sin la más mínima prudencia, se lancen a arremeter contra el Papa cayendo en juicio temerario  y calumnia. 

Puede leer la catequesis completa aquí:

La Iglesia no es una realidad estática - Catequesis del Papa Francisco

 

El fragmento que ha causado escándalo es este:

“He aquí la meta a la cual aspira la Iglesia: es como dice la Biblia la “Jerusalén nueva”, el “Paraíso”. Más que de un lugar, se trata de un “estado” del alma, en el cual nuestras expectativas más profundas serán cumplidas de manera superabundante y nuestro ser, como criaturas y como hijos de Dios, alcanzará la plena maduración. ¡Seremos finalmente revestidos de la alegría, de la paz y del amor de Dios en modo completo, sin más ningún límite, y estaremos cara a cara con Él! ¡Es bello pensar esto! Pensar en el cielo. Todos nosotros nos encontraremos allí. Todos, todos, allí, todos. Es bello. ¡Da fuerza al alma!”

 

El Cielo, ¿un estado o un lugar?

Ambos.

Afirmar que el cielo, más que un lugar es un estado, no equivale a negar que sea un lugar. Una confusión similar ocurrió cuando el Papa Juan Pablo II en una catequesis  afirmó algo similar pero respecto al infierno: “El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría”. Hace ya cuatro años que traté el tema aquí en el blog y la explicación vale también para esta ocasión:    

El Papa y el infierno - ¿Ha cambiado la doctrina católica respecto al infierno?

¿Todos se salvarán? 

Respecto a las catequesis del Papa Francisco, siempre recomiendo a los católicos perplejos tener calma y tratar de entender todas sus predicaciones en su contexto y en continuidad con la enseñanza constante del Magisterio. Puede en determinada ocasión no ser tan explícito como debiera, pero para eso existe todo un cuerpo de doctrina que no se va a venir abajo sólo porque el Papa en determinada homilía no sea suficientemente claro o lo sacaron de contexto.

Este es el caso aquí: el Papa está hablando a católicos, a miembros de la Iglesia, y por eso comienza diciendo “He aquí la meta a la cual aspira la Iglesia”, y allí y por eso más adelante dice “Todos nosotros nos encontraremos allí. Todos, todos”. Obsérvese que ese “todos” se refiere a “todos nosotros”, él y el resto de católicos a los que dirige la homilía, creyentes en Cristo expresando su esperanza de salvación. No a absolutamente todo el mundo.

En el Nuevo Testamento vemos a San Pablo expresarse en no pocas ocasiones de manera similar, sin que eso signifique que él piense que todos se salvarían (o que no pueden condenarse inclusive si mueren en pecado mortal sin arrepentirse). Por ejemplo, cuando dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;  por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad” (Efesios 1,3-5).  O cuando dice: “Firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús.” (Filipenses 1,6).

Pero un católico que no esté predispuesto a interpretar de mala fe todo lo que diga el Papa vería claro en el contexto que no ha dicho eso, y por eso inclusive inmediatamente después agrega:

“Sí, porque en la perspectiva cristiana, la distinción no es más entre quien ya está muerto y que todavía no lo está, sino entre quien está en Cristo y quién no lo está. Éste es el elemento determinante, realmente decisivo para nuestra salvación y para nuestra felicidad.”

He aquí al Papa identificando al elemento determinante para la salvación: Estar en Cristo o no estarlo.  Si el Papa quería decir que todos se salvarían, ¿por qué aquí pone como condición para salvarse el estar en Cristo?  Si esto no fuera poco, finaliza de esta manera, resaltando que se refiere a las realidades que esperan a quienes tienen el don de pertenecer a la Iglesia, y por tanto son signo de esperanza entre sus hermanos: 

“Queridos amigos, cuando pensamos en estas maravillosas realidades que nos esperan, nos damos cuenta del maravilloso don que es pertenecer a la Iglesia, que lleva inscrita una vocación altísima. Pidamos entonces a la Virgen María, Madre de la Iglesia, que vigile siempre sobre nuestro camino y nos ayude a ser, como ella, un signo gozoso de confianza y esperanza entre nuestros hermanos.”

Pero los que tomaron fuera de contexto la frase “Todos, todos, allí, todos” y la difunden en las redes sociales contribuyendo objetivamente a aumentar la confusión no se tomaron el tiempo de leer un poco más adelante para entender mejor lo que el Papa quería decir. O si lo hicieron no comprendieron por estar prejuiciados para solo ver lo que querían ver. Me pregunto si pondrían las mismas energías para demostrar entonces que como la Biblia dice que “todos pecaron” eso quiere decir que la Santísima Virgen también pecó. Sacando textos de contexto se puede demostrar cualquier cosa, pero lo cierto es que terminan pensando como protestantes y no se dan cuenta.

Si todavía quedan dudas, pueden ver aquí al mismo Papa Francisco hablando de cómo los que no se arrepienten de sus pecados y reciben a Cristo, como los mafiosos, les espera el infierno (minuto 3):