Y el sacerdote dijo que María era una mujer casada y probablemente impura

 

Ayer fui con mi esposa a la Misa de 8:30 de la tarde en nuestra parroquia de Santo Domingo y San Martín en Huesca capital.

Durante la homilía, el sacerdote -no el pàrroco-, tras asegurar que el ángel Gabriel había fracasado (sic) con Zacarías -sacerdote y padre de San Juan el Bautista-, se acercó a Nazaret, donde en una casucha había una “mujer casada y muy probablemente en estado de impureza”.

En esos momentos, mi esposa se se levantó y salió de la Iglesia. Yo, al borde de expresar públicamente mi desacuerdo, aguanté hasta que el sacerdote empezó a a decir que esa mujer había escuchado en las sinagogas que había religiones falsas que enseñaban que había mujeres madres de dioses… no sé cómo acabó esa parte porque decidí seguir los pasos de mi esposa. Tras la homilía, regresamos para poder cumplir el precepto dominical.

El obispo de Huesca, diócesis a la que pertenecemos, sabe perfectamente que este sacerdote acostumbra a arremeter contra los dogmas de la Iglesia en sus homiliías. Sé que ha recibido quejas al respecto. Pero nada cambia. Por eso digo esto públicamente.

Que alguien me diga si, como católicos, tenemos que aguantar que un sacerdote diga, el día de la Inmaculada Concepción, que María era una mujer casada y probablemente impura.

Por mi parte, mientras este sacerdote siga adscrito a esta parroquia, me buscaré otro lugar donde asistir a Misa, porque me temo que un día haga algo de lo que me arrepienta si vuelvo a escuchar a ese cura decir algo parecido de la Madre del Señor. 

Luis Fernando Pérez Bustamante