Pide a los católicos acercarse más al Señor

El cardenal Urosa señala «el olvido de Dios» como el principal problema de Venezuela por encima de la situación socio-política

 

En el mensaje que el cardenal Jorge Urosa ha hecho público con motivo de la llegada del 2015, el prelado advierte que el nuevo año no pinta bien para Venezuela, pero no solo por la caída de los precios del petróleo, la cual hace prever que la inflación y el desabastecimiento se agudizarán; o porque la conflictividad repuntará debido a las elecciones parlamentarias, sino por «las conductas erradas de las personas» y el «olvido de Dios»

2/01/15 11:21 AM


(El Universal/InfoCatólica) El cardenal señala en particular «la indiferencia religiosa, el odio y el egoísmo, el afán de lucro y la idolatría del dinero, el ansia de poder y la soberbia política, el desenfreno de las pasiones, el ocio y la pereza».

En el documento titulado «Felicidad y renovación», el purpurado reitera que «el país necesita urgentemente el diálogo y la concertación, a fin de resolver nuestros conflictos de manera pacífica, descartando la violencia».

No obstante, el también arzobispo de Caracas indica:

«Más allá de las medidas políticas, económicas y sociales que se deben necesariamente implementar en Venezuela para solucionar los graves problemas que tenemos, es necesario que los venezolanos, y en especial los católicos, nos acerquemos más a Dios, y dejemos a un lado los vicios y pecados que nos han llevado a esta situación. Si queremos ser felices tenemos que renovarnos espiritualmente».

El Señor nos llama a la conversión

El prelado llama a los fieles a «fortalecer» la práctica religiosa:

«Escuchemos la voz del Señor que nos llama a la conversión, a vivir de acuerdo a su Palabra, a participar en la Santa Misa dominical, a orar incesantemente, a guardar y cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios. El camino del pecado, del desorden, del relajo afectivo-sexual, no es el camino de la felicidad. Si queremos ser felices hemos de agarrarnos de la mano de Dios y caminar con Él, escuchando y cumpliendo su palabra».

En su mensaje, el purpurado asevera que el camino a la felicidad pasa por la comunión con el Todopoderoso:

«Si queremos ser felices tenemos ineludiblemente que poner en práctica la Palabra de Dios, que nos invita a amar al prójimo, a ser honestos, a respetar la familia y el matrimonio, a rechazar el odio y la violencia, y trabajar por la paz».