ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 06 de enero de 2015

La frase del martes 6

"Los Magos son modelos de conversión a la verdadera fe porque han dado más crédito a la bondad de Dios que al aparente esplendor del poder". El papa Francisco

 


El papa Francisco

Francisco en el ángelus: La vida es caminar buscando a Dios
Texto completo. La vida es caminar, atentos, incansables, con coraje, con la luz, con el evangelio. En adoración Dios se manifiesta a todos los pueblos y no sólo a unos privilegiados

El Papa en la misa de Reyes: ¿Dónde está la estrella?
Texto completo de la homilía del Santo Padre en la misa de la epifanía. Encontrar a Jesús en los más pequeños, en los que sufren explotación, torturas, trata o tráfico de armas

Rome Reports

El avión del Papa, la moderna barca de Pedro

Agenda de la primera semana del año del Papa: Bautiza niños en la Capilla Sixtina (VIDEO)

Espiritualidad

Beata Lindalva Justo de Oliveira - 7 de enero
«La existencia de esta religiosa es una parábola de la caridad frente a la violencia. El epígrafe de su vida martirial lo provocó un individuo sin escrúpulos que no logrando consumar sus abyectos deseos, la asesinó brutalmente»

Comentario a la liturgia dominical - El bautismo del Señor
Ciclo B - Textos: Is 42, 1-4.6-7; Act 10, 34-38; Mc 1, 7-11


El papa Francisco


Francisco en el ángelus: La vida es caminar buscando a Dios
Texto completo. La vida es caminar, atentos, incansables, con coraje, con la luz, con el evangelio. En adoración Dios se manifiesta a todos los pueblos y no sólo a unos privilegiados

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 06 de enero de 2015 (Zenit.org) - Después de la santa misa que celebró en el Vaticano, con motivo de la festividad de los Reyes Magos, el santo padre Francisco desde la ventana de su oficina que da hacia la plaza de San Pedro, rezó la oración del ángelus. Ante los miles de peregrinos allí reunidos, el Papa dirigió las siguientes palabras.

«Queridos hermanos y hermanas. Buenos días y una buena fiesta.

En la noche de Navidad hemos meditado sobre el acercarse de algunos pastores pertenecientes al pueblo de Israel, a la gruta de Belén. Hoy en la solemnidad de la Epifanía, recordamos la llegada de los Reyes Magos, que vienen desde Oriente para adorar al recién nacido Rey de los Judíos, y Salvador universal, para ofrecerle dones simbólicos.

Con su gesto de adoración, los Magos dieron testimonio de que Jesús vino al mundo para salvar no solamente a un pueblo, sino a toda la gente. Por lo tanto en la fiesta de hoy nuestra mirada se amplía al horizonte del mundo entero para celebrar la 'manifestación' del Señor a todos los pueblos, o sea la manifestación del amor y de la salvación universal de Dios.

Él no reserva su amor a algunos privilegiados, sino que lo ofrece a todos. Así como es de todos el Creador y el Padre, así quiere ser el salvador de todos. Por esto estamos llamados a nutrir siempre gran confianza y esperanza hacia a cada persona y su salvación: también los que nos parecen lejanos al Señor son seguidos, o mejor perseguidos por su amor apasionado, por su amor y fiel, y por su amor humilde, porque el amor de Dios es muy humilde.

La narración evangélica de los Magos describe su viaje desde Oriente como un viaje del alma, como un camino hacia el encuentro con Cristo. Ellos están atentos a las señales que indican su presencia; incansables al enfrentar las dificultades de la búsqueda; están llenos de coraje cuando individuan las consecuencias en la vida que trae el encuentro con el Señor.

La vida cristiana es esto, es caminar, atentos, incansables y con coraje. Así camina un cristiano, incansable, atento y con coraje.

La experiencia de los Magos evoca el camino de cada hombre hacia Cristo. Como para los Magos, también para nosotros buscar a Dios significa caminar, incansables, atentos y con coraje; mirando al cielo e interpretando en el signo visible de la estrella, el Dios invisible que habla a nuestro corazón.

La estrella que es capaz de guiar a cada hombre hacia Jesús es la Palabra de Dios: palabra que está en la biblia, en los evangelios. La palabra de Dios es luz que nos orienta en el camino, nutre nuestra fe y la regenera. Es la Palabra de Dios que renueva continuamente nuestros corazones y nuestras comunidades.

Por lo tanto no olvidemos de leerla y meditarla cada día, para que se vuelva para cada uno de nosotros como un fuego que llevamos dentro que sirve para orientar nuestros pasos, y también los pasos de quienes caminan al lado de nosotros, que quizás tienen dificultad para encontrar el camino hacia Cristo.

Siempre con la palabra de Dios, con la palabra de Dios a la mano, un pequeño evangelio en el bolsillo, en la cartera, siempre, para leerlo. No se olviden de esto, siempre conmigo la palabra de Dios.

En este día de la Epifanía, nuestro pensamiento va también a nuestros hermanos y hermanas del oriente cristiano, católicos y ortodoxos, muchos de quienes celebran este miércoles la Navidad del Señor. A ellos llegue nuestro afectuoso saludo.

Me gusta además recordar que hoy se celebra la Jornada Mundial de la Infancia Misionera. Es la fiesta de los niños que viven con alegría el don de la fe y rezan para que la luz de Jesús llegue a todos los niños del mundo.

Animo a los educadores a cultivar en los pequeños el espíritu misionero, para que no sean niños o jóvenes cerrados, sino abiertos, que vean un gran horizonte, que su corazón vaya hacia ese horizonte, para que nazcan entre ellos testigos de la ternura de Dios y anunciadores de su amor.

Nos dirigimos ahora a la Virgen María, e invocamos su protección para la Iglesia universal, para que difunda en el mundo entero el evangelio de Cristo, 'Lumen gentium', luz de todos los pueblos. Y que Ella nos haga estar cada vez más en el camino, nos haga ir en el camino, atentos, incansables, y llenos de coraje”.

El Papa reza el ángelus... A continuación dirige las palabras siguientes:

“Queridos hermanos y hermanas. Saludo a todos, los romanos y los peregrinos, renovando el deseo de paz y de todo el bien en el Señor. Saludo a los fieles que han venido de Aachen (Alemania), de Kilbeggan (Irlanda), y a los estudiantes de Northfield – Minnesota (Estados Unidos); y a los que recién recibieron la Confirmación, de Romano di Lombardia y a sus papás; a los fieles de Biassono, Verona, Arzignano, Acerra y de algunas diócesis de Puglia ; y a los jóvenes de la Obra de Don Orione.

Un saludo especial a todos los que dieron vida al cortejo histórico-folclórico que este año está dedicado al territorio de las Municipalidades de Segni, Artena, Carpineto Romano, Gorga e Montelanico.

Y acuerdense bien, que la vida es caminar, caminar siempre buscando a Dios, atentos, incansables y con coraje. Y falta una cosa: atentos, incansables, con coraje, Y falta algo: atentos, incansables, con coraje. ¿Y qué falta? caminar con la luz, con el evangelio, la palabra de Dios. Siempre con el evangelio en el bolsillo, en la cartera, con nosotros, para leerlo siempre. Caminar siempre antentos, incansables, atentos y con la luz del evangelio de Dios.

Y a todos les deseo una buena fiesta, y no se olviden de rezar por mi, 'y ¡buon pranzo!'".

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El Papa en la misa de Reyes: ¿Dónde está la estrella?
Texto completo de la homilía del Santo Padre en la misa de la epifanía. Encontrar a Jesús en los más pequeños, en los que sufren explotación, torturas, trata o tráfico de armas

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 06 de enero de 2015 (Zenit.org) - En la solemnidad de la Epifanía, la fiesta de Reyes, el papa Francisco ha presidido la santa misa en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, concelebrada con cardenales, obispos y sacerdotes, todos con paramentos color crema y dorado, y acompañada por el coro polifónico de la Capilla Sixtina.

En la homilía el Santo Padre recordó como los Reyes Magos son símbolo de las personas que buscan a Dios. Ellos no le encontraron en el palació real y no se dejaron engañar por la apariencia de fragilidad del Niño. Y guiados por el Espíritu, reconocen que Dios no se manifiesta en la potencia de este mundo, sino que nos habla en la humildad de su amor. Y el Papa interrogó: ¿Cuál es el misterio en el que Dios se esconde? ¿Dónde puedo encontrarlo? "Vemos a nuestro alrededor guerras, explotación de los niños, torturas, tráfico de armas, trata de personas... Jesús está en todas estas realidades, en todos estos hermanos y hermanas más pequeños que sufren tales situaciones", dijo. E invitó a "vivir el mismo camino de conversión que vivieron los Magos, y a rechazar las tentaciones que oscurecen la estrella".

A continuación, el texto completo de la homilía del Papa. 

"Ese Niño, nacido de la Virgen María en Belén, vino no sólo para el pueblo de Israel, representado en los pastores de Belén, sino también para toda la humanidad, representada hoy por los Magos de Oriente. Y precisamente hoy, la Iglesia nos invita a meditar y a rezar sobre los Magos y su camino en busca del Mesías.

Estos Magos que vienen de Oriente son los primeros de esa gran procesión de la que habla el profeta Isaías en la primera lectura (cf. 60,1-6). Una procesión que desde entonces no se ha interrumpido jamás, y que en todas las épocas reconoce el mensaje de la estrella y encuentra el Niño que nos muestra la ternura de Dios. Siempre hay nuevas personas que son iluminadas por la luz de su estrella, que encuentran el camino y llegan hasta él.

Según la tradición, los Magos eran hombres sabios, estudiosos de los astros, escrutadores del cielo, en un contexto cultural y de creencias que atribuía a las estrellas un significado y un influjo sobre las vicisitudes humanas. Los Magos representan a los hombres y a las mujeres en busca de Dios en las religiones y filosofías del mundo entero, una búsqueda que no acaba nunca.

Los Magos nos indican el camino que debemos recorrer en nuestra vida. Ellos buscaban la Luz verdadera: «Lumen requirunt lumine», dice un himno litúrgico de la Epifanía, refiriéndose precisamente a la experiencia de los Magos; siguiendo una luz ellos buscan la luz. Iban en busca de Dios. Cuando vieron el signo de la estrella, lo interpretaron y se pusieron en camino, hicieron un largo viaje.

El Espíritu Santo es el que los llamó e impulsó a ponerse en camino, y en este camino tendrá lugar también su encuentro personal con el Dios verdadero.

En su camino, los Magos encuentran muchas dificultades. Cuando llegan a Jerusalén ellos van al palacio del rey, porque consideran algo natural que el nuevo rey hubiera nacido en el palacio real. Allí pierden de vista la estrella, cuantas veces se pierde la vista de la estrella, y se encuentran una tentación, puesta ahí por el diablo, es el engaño de Herodes. El rey Herodes muestra interés por el niño, pero no para adorarlo, sino par eliminarlo.

Herodes es un hombre de poder, que sólo consigue ver en el otro a un rival. Y en el fondo, también considera a Dios como un rival, más aún, como el rival más peligroso. En el palacio de Herodes los Magos atraviesan un momento de oscuridad, de desolación, que consiguen superar gracias a la moción del Espíritu Santo, que les habla mediante las profecías de la Sagrada Escritura. Éstas indican que el Mesías nacerá en Belén, la ciudad de David.

En este momento, retoman el camino y vuelven a ver la estrella. El evangelista apunta que experimentaron una «inmensa alegría» (Mt 2,10), una verdadera consolación. Llegados a Belén, encontraron «al niño con María, su madre» (Mt 2,11).

Después de lo ocurrido en Jerusalén, ésta será para ellos la segunda gran tentación: rechazar esta pequeñez. Y sin embargo: «cayendo de rodillas lo adoraron», ofreciéndole sus dones preciosos y simbólicos. La gracia del Espíritu Santo es la que siempre los ayuda. Esta gracia que, mediante la estrella, los había llamado y guiado por el camino, ahora los introduce en el misterio. Esa misma estrella que les ha acompañado en el camino les hace entrar en el misterio. 

Guiados por el Espíritu, reconocen que los criterios de Dios son muy distintos a los de los hombres, que Dios no se manifiesta en la potencia de este mundo, sino que nos habla en la humildad de su amor. El amor de Dios es grande, sí; el amor del Dios es potente, sí; pero el amor de Dios es humilde, tan humilde. De ese modo, los Magos son modelos de conversión a la verdadera fe porque han dado más crédito a la bondad de Dios que al aparente esplendor del poder.

Y ahora nos preguntamos: ¿Cuál es el misterio en el que Dios se esconde? ¿Dónde puedo encontrarlo? Vemos a nuestro alrededor guerras, explotación de los niños, torturas, tráfico de armas, trata de personas... Jesús está en todas estas realidades, en todos estos hermanos y hermanas más pequeños que sufren tales situaciones (cf. Mt 25, 40.45). El pesebre nos presenta un camino distinto al que anhela la mentalidad mundana. Es el camino del anonadamiento de Dios, de su gloria escondida en el pesebre de Belén, en la cruz del Calvario, en el hermano y en la hermana que sufren.

Los Magos han entrado en el misterio. Han pasado de los cálculos humanos al misterio, y éste es el camino de su conversión. ¿Y la nuestra? Pidamos al Señor que nos conceda vivir el mismo camino de conversión que vivieron los Magos. Que nos defienda y nos libre de las tentaciones que oscurecen la estrella. Que tengamos siempre la inquietud de preguntarnos, ¿dónde está la estrella?, cuando, en medio de los engaños mundanos, la hayamos perdido de vista. Que aprendamos a conocer siempre de nuevo el misterio de Dios, que no nos escandalicemos de la “señal”, de la indicación: «un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12), y que tengamos la humildad de pedir a la Madre, a nuestra Madre, que nos lo muestre. Que encontremos el valor de liberarnos de nuestras ilusiones, de nuestras presunciones, de nuestras “luces”, y que busquemos este valor en la humildad de la fe y así encontremos la Luz, Lumen, como han hecho los santos Magos. Amén". 

Texto completo de la Sala de Prensa del Vaticano, con los añadidos del Papa que fueron tomados del audio por ZENIT

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Rome Reports


El avión del Papa, la moderna barca de Pedro

Por Rome Reports

ROMA, 06 de enero de 2015 (Zenit.org) - No es propiedad del Vaticano. El Papa suele volar en Alitalia y regresar en la aerolínea del país que visita.

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Agenda de la primera semana del año del Papa: Bautiza niños en la Capilla Sixtina (VIDEO)

Por Rome Reports

ROMA, 06 de enero de 2015 (Zenit.org) - Retoma la audiencia general y la misa en Casa Santa Marta con peregrinos.

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Espiritualidad


Beata Lindalva Justo de Oliveira - 7 de enero
«La existencia de esta religiosa es una parábola de la caridad frente a la violencia. El epígrafe de su vida martirial lo provocó un individuo sin escrúpulos que no logrando consumar sus abyectos deseos, la asesinó brutalmente»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 06 de enero de 2015 (Zenit.org) - Nació el 20 de octubre de 1953 en Sitio Malhada da Areia, una zona deprimida perteneciente a Río Grande del Norte, Brasil. Era fruto del segundo matrimonio de João Justo da Fé, y de María Lúcia de Oliveira. Fue la sexta de trece hermanos. Las deficiencias económicas fueron paliadas por la fe de su familia que no escatimó esfuerzos para que la numerosa prole recibiese una educación adecuada. Y, de hecho, todos tuvieron la fortuna de ser formados en los principios cristianos. Sencilla y humilde, Lindalva recogió fecundamente las semillas que sus padres sembraron en su corazón, y creció con una singular predilección hacia la infancia desfavorecida, acercándose a los niños de su entorno, feliz de prestarles ayuda.

Al fallecer su padre determinó dedicar su vida a los pobres. Antes había cursado estudios para trabajar como administrativa y fue cajera en una gasolinera. Pero la pérdida de su padre en 1982 la llevó a matricularse en un curso de enfermería con el objetivo de dedicarse a los que nada poseen. En el asilo de ancianos era bien conocida por visitarlos asiduamente. Entre tanto, no había descuidado amigos, cultura y aficiones, como tocar la guitarra. Tuvo la oportunidad de conocer a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en el transcurso de una actividad apostólica en 1986. Y dos años más tarde solicitó ingresar en el convento. Luego escribiría: «Cuando Dios llama no vale esconderse; más pronto o más tarde la voluntad de Él prevalecerá».

En el noviciado se advertían sus virtudes, entre las que se subrayan su disponibilidad y sinceridad. La vida le había asestado duros mazazos templando su espíritu encaminado en todo momento a realizar el mayor bien. Como la caridad siempre es próxima, los primeros que se beneficiaron de la que ella prodigaba fueron sus hermanos. En particular, uno, que era alcohólico, suscitó en ella conmovedores sentimientos que expresó en una carta: «Piensa sobre esto y interiorízalo en ti. Yo oro muchísimo por ti y continuaré orando, y si es necesario haré penitencia para que seas capaz de revindicarte como persona. Sigue a Jesús, quien luchó hasta la muerte por los pecadores, dando hasta su propia vida, no como Dios sino como hombre, para el perdón de pecados. Debemos buscar refugio en Él; solo en Él la vida merece la pena». Estas palabras fueron determinantes para su hermano que un año más tarde logró abandonar este vicio.

En 1991 comenzó a ocuparse de pacientes terminales, todos varones, en un asilo de ancianos de Salvador da Bahía, Abrigo Dom Pedro II. Volcada en los demás y lejos de sí, eligió para su cuidado a los que consideró que precisaban más atenciones humanas y espirituales. Oraba y cantaba junto a ellos, de modo que, estimulados por su ejemplo y palabra, muchos comenzaron a frecuentar los sacramentos. Había aprendido en su casa el valor del esfuerzo en su cariz evangélico, así obtuvo el carnet de conducir pensando que con él podría llevarlos a pasear. Fue otro de los signos visibles de su entrega a los enfermos. No en vano había manifestado claramente cuáles eran sus objetivos en la vida: «Quiero tener una felicidad celestial, desbordar de alegría, ayudar al prójimo y hacer incansablemente el bien». Tenía la convicción de que para ello había venido al mundo: «Nací para entregarme a Dios en la persona de los pobres y no deseo más nada, Señor, que vivir esa entrega con dedicación total y un grande amor».

Todo seguía su curso dentro de una normalidad hasta que en enero de 1993 se incorporó al centro un hombre de 46 años, Augusto da Silva Peixoto; su ingreso era fruto de una recomendación, ya que de otro modo no le hubiera correspondido recibir atención en él. El asunto no hubiera tenido nada de particular si no fuera por la enfermiza fijación que tomó hacia Lindalva. Ella, consciente de lo delicado del momento, y aunque se ocupó de él con la delicadeza acostumbrada que dispensaba a todos los internos, ejercitó la prudencia al máximo. Pero en lugar de abandonar el centro cuando este hombre expuso sus pecaminosas intenciones, llevada de su amor por los ancianos, dijo: «prefiero verter mi sangre que dejar este lugar». De nada le sirvió rechazar las demandas ilícitas de Augusto, que se había enajenado con ella, haciéndole comprender que era una persona consagrada. Su mente tormentosa no aceptaba una negativa por respuesta. Incapaz de frenarlo, la beata tuvo que recurrir incluso a la asistencia de un oficial de seguridad. Este hecho despertó la furia del acosador, y el 9 de abril de 1993, después del Vía Crucis de Viernes Santo, mientras distribuía el desayuno, Augusto primeramente la atacó por la espalda para culminar su sed de venganza asestándole en total 44 puñaladas. Lleno de obcecación, y sin atisbos de arrepentimiento, manifestó: «¡Debería haber hecho esto antes!». Lindalva tenía 39 años.

El cardenal Lucas Moreira Neves, O.P., primado de Brasil, en su entierro dijo: «Unos pocos años fueron suficientes para que Sor Lindalva coronara su vida religiosa con el martirio». Fue beatificada el 2 de diciembre de 2007 en Salvador de Bahía por el cardenal Saraiva como delegado de Benedicto XVI.

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Comentario a la liturgia dominical - El bautismo del Señor
Ciclo B - Textos: Is 42, 1-4.6-7; Act 10, 34-38; Mc 1, 7-11

Por Antonio Rivero

BRASILIA, CZESTOCHOWA, 06 de enero de 2015 (Zenit.org) - P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: Cristo en su bautismo purificó las aguas, las santificó y las fecundó, para que en esas aguas naciésemos como hijos de la Iglesia, santos y regenerados, pues estábamos muertos por el pecado.

Síntesis del mensaje: Celebramos una nueva manifestación de Jesús en el río Jordán. Cristo es el nuevo Noé que se sumerge en estas aguas, que recuerdan a las del diluvio, para anegar en ellas nuestros pecados; y, como Noé después del diluvio, también Él recibe la paloma divina que anuncia la paz y la salvación para los hombres. Y con este día cerramos el ciclo de Navidad y abrimos el Tiempo Ordinario que precederá a la Cuaresma.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, en este día del Bautismo, Jesús vio que los cielos “se abrían”. Porque los cielos a raíz del pecado original estaban cerrados para nosotros. Hoy se abren para indicar que en Cristo el cielo se ha reconciliado con la tierra, que ya no hay sino un solo rebaño formado por ángeles y hombres, y un solo pastor de todos, que las clausuradas puertas del Paraíso se han abierto para los pecadores arrepentidos. Del Niño recién nacido pasamos al Profeta y Maestro que nos ha envidado Dios y que va a comenzar su misión. Y en nuestro bautismo, Cristo nos incorpora también a nosotros en su misión.

En segundo lugar, ¿por qué Cristo quiso ser bautizado? No para ser purificado de sus pecados, Él, que era la pureza original. Si Cristo descendió al Jordán fue para purificar las aguas, para comunicarles su propia pureza, de tal modo que en adelante esas aguas fuesen capaces de purificar a los hombres mediante el bautismo. El calor del cuerpo vivo de Cristo puesto en contacto con las aguas hizo a éstas aptas para limpiar no sólo el exterior de los cuerpos –que es su virtualidad natural-, sino también lo más recóndito de las almas, el pecado. Al penetrar, pues, Jesús en el Jordán, las aguas de este río, y la de todos los ríos, todas las aguas del mundo, se hicieron aptas para el orden sacramental. Ya no serán tan sólo “aguas de la tierra”, serán también “olas de Cristo”. El Cristo que se sumerge en el Jordán es el Cordero que carga los pecados y que quita los pecados. Por eso, el Bautismo del Jordán anticipa en figura a la Cruz, que está en el telón de fondo de aquel episodio. A partir de hoy comienza para Cristo la ruda ascensión al Calvario. Y ya clavado en la cruz, de su costado brotó sangre y agua. El bautismo es fruto de la Pascua.

Finalmente,desde este día Cristo fecundó las aguas, es decir, el agua no sólo quedaría limpia sino que además se convertiría en el seno materno de la Iglesia hecha fecunda. Esposo y Esposa son, en el Jordán, “una sola carne”. Cristo, en su Bautismo, purificó, pues, a la Iglesia, pero para unírsela a Él en esponsales. Es, ni más ni menos, lo que dice san Pablo en su epístola a los efesios: “Maridos, amad a vuestra esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada” (Ef 5, 25). El bautismo en el Jordán es así el baño nupcial gracias al cual la Esposa-Iglesia recibió la última preparación antes de ser presentada al Esposo. Desposándose el Señor con la Iglesia en el Jordán, dejó en el agua el germen de su fecundidad para hacer del agua el seno de la Iglesia-Esposa. A lo largo de los siglos, de las aguas del Bautismo –seno virginal de la Madre Iglesia- incesantemente nacerán nuevos hijos, hijos de Dios.

Para reflexionar: ¿Medito con frecuencia en el don de mi bautismo? ¿A qué altura me llegó el agua bautismal: ya me llegó a la rodillas, al corazón, a la cabeza? ¿Ya se llevó el agua todos mis pecados? ¿Ya renuncié a Satanás, a sus obras y a sus pompas? ¿Vivo como miembro comprometido de la Iglesia, hijo consciente de Dios, hermano de Cristo, templo abierto del Espíritu?

Para rezar: Gracias, Señor, por el don del bautismo. Señor, que viva a lo que me comprometí el día del bautismo: a ser santo y a ser misionero. Contigo quiero, Señor, escuchar mi nombre y una llamada “tú eres mi hijo” para que nunca falten en tu causa buenos testigos que pregonen tu palabra, que pronuncien tu nombre, que den testimonio de tu Reino, que ofrezcan lo que son y tienen, y Dios sea  conocido, amado y bendecido en las cuatro direcciones del mundo.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

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