No se puede aprobar las ofensas a las religiones

El Patriarca copto ortodoxo de Egipto condena la última portada de Charlie Hebdo

 

Las viñetas de Mahoma publicadas por la revista satírica francesa Charlie Hebdo son «ofensivas» y los ultrajes deben ser rechazados «a todos los niveles». Son las palabras del patriarca copto ortodoxo Tauadros II quien ha mostrado su desaprobación a la elección tomada por los supervivientes del equipo de la revista. Después de la masacre, la revista ha vuelto a los quioscos el miércoles, 14 de enero con un fascículo – con una tirada de 5 millones de copias - cuya portada muestra una caricatura del profeta Mahoma llorando y sosteniendo un cartel que dice «je suis Charlie» bajo el título «tout est pardonnè» (todo está perdonado).

16/01/15 9:19 AM


(Fides) «Yo - explica el Patriarca - rechazo cualquier forma de insulto personal, y cuando las ofensas están relacionadas con las religiones, no se les puede dar aprobación ni en el plano humano, ni en el moral y social. No ayudan a la paz del mundo, y no producen ningún beneficio». El patriarca copto ha realizado estas declaraciones al encontrar a algunos periodistas dentro del contexto de la importante visita hecha a Egipto por Abuna Mathias, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Etíope.

Mons. Aziz defiende la verdadera libertad

«Las viñetas – añade hablando con Fides Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto católico de Guiza - son exaltadas como expresión de libertad. Pero la verdadera libertad siempre es responsable. No ofende de forma gratuita, no ridiculiza y no lastima a los demás, tocando en las cosas que tienen en el corazón, especialmente en materia de religión y fe. Tal vez es bueno no dar importancia a estos ataques, y no tener reacciones que luego son manipuladas y falsificadas como si se tratase de oscurantismo. Sobre todo porque, para nosotros los cristianos, la fe es un don gratuito de Dios, que da a quien él quiere. Y quién lo recibe no sólo no puede imponerlo a los demás, sino que no tienen ni siquiera el problema de tener que defenderlo de las ofensas. Porque es el Señor mismo quién piensa en defender el don de la fe».