Falsedades acerca de la Iglesia católica – La Iglesia católica es gobernada por una jerarquía carca

-Vamos a ver si encontramos algo de luz.

-Eso, eso, veamos…

Es bien cierto que a la Iglesia católica y, por extensión, a los católicos, se le tiene, se nos tiene, por parte de muchos, una manía ciertamente enfermiza.

Si creen que exagero les pongo lo que suele decirse de la religión católica, de la fe católica y, en fin, de la Iglesia católica. Aquí traigo esto para que vean hasta qué punto puede llegar la preocupación por un tema que es, ciertamente, falso.

Se suele decir que:

La fe católica está manipulada por la jerarquía.

La fe católica no va con los tiempos.

La fe católica ve poco sus propios defectos.

La fe católica pretende adoctrinar al mundo.

La fe católica está alejada de la realidad.

La fe católica defiende siempre a los poderosos.

La fe católica quiere imponer sus principios.

La fe católica no sabe cómo van los tiempos.

La fe católica está anquilosada.

La Iglesia católica acumula riquezas inmensas.

La Iglesia católica busca el poder aunque sea de forma escondida.

La Iglesia católica no acepta cambios en sus doctrinas.

La Iglesia católica es gobernada por una jerarquía carca.

La Iglesia católica no comprende la política actual.

La Iglesia católica esconde sus propios defectos.

La Iglesia católica no actúa contra determinados delitos que ocurren en su seno.

La Iglesia católica tiene muchos privilegios (sociales, económicos, educativos…)

Y a esto, se podían añadir muchas cosas, muchas acusaciones que están en mente de cualquiera.

¿Qué les parece a ustedes?

La Iglesia católica es gobernada por una jerarquía carca.

La jerarquía de la Iglesia católica es carca“.

Esto, más que un pensamiento bien elaborado es una frase hecha poco pensada. En realidad muestra la ignorancia supina de aquellos que, pretendiendo zaherir a la Esposa de Cristo pretenden atizar a los que son nuestros padres espirituales.

En esta serie ya hemos escrito acerca de la jerarquía eclesiástica. El caso es que antes nos referimos a que, al parecer según algunos dicen, la Iglesia católica está manipulada por la jerarquía. Pero ahora nos referimos a la naturaleza intrínseca de tal jerarquía y, así, nos situamos en un momento anterior a la propia actuación de la misma.

Pues bien, aquí traemos el pensamiento (esto es un decir) de un comunista español, un tal Joan Herrera:

“Los valores de la sociedad española tienen poco que ver con esta derecha dura e intransigente que es la jerarquía eclesiástica. Vivimos en un país con una Iglesia que hace más de partido que de Iglesia. Ya no tiene el papel que tuvo en la transición, de acercamiento a valores democráticos; hoy la jerarquía eclesiástica española es de lo peor que existe a nivel internacional".

Esto lo dijo en abril de 2009.

Y es que un año antes (2008) había dicho esto otro:

“Tenemos la peor jerarquía eclesiástica de hace años, la más carca, salvaje, y la que está más lejos del Evangelio y de aquellos cristianos de base que lucharon para que hubiera más libertad",

Esto no algo dicho que no tenga nada que ver con lo que muchos creen acercan de la jerarquía eclesiástica. El caso es que pretender que esto suponga una verdad es tentar en exceso a la inteligencia.

Pero también se ha leído que

“La Teología de la Liberación, no tiene cabida en la concepción carca y excluyente que tiene la jerarquía católica de la Iglesia”.

El caso es que estamos más que seguros que a pesar de la “primavera eclesial” que algunos han visto como una aparición fantasmagórica tras la elección del que fuera Arzobispo de Buenos Aires para ocupar la silla de Pedro, las cosas, al respecto de la carcunda como término aplicable a la jerarquía eclesiástica, siguen igual y por eso lo repetimos: la jerarquía eclesiástica es carca.

De verdad que no vamos a entrar a criticar lo que opinan las personas aquí traídas. Allá ellas con tales formas de pensar. Nos vamos a limitar a decir lo que las cosa son.

Empecemos por definiciones.

La palabra “carca” tiene mucho que ver con “carcunda” que, a su vez, define, a una persona, como que es de “actitudes retrógradas”. A su vez, “retrógrado” quiere decir “Partidario de instituciones políticas o sociales propias de tiempos pasados” o, en general, de pensamiento anclado en el pasado.

Pues bien, es bien cierto, y sólo puede ser así, que la jerarquía eclesiástica sólo puede tener el pensamiento puesto en el pasado, actuando en el presente basándose en el mismo y mirando el futuro que ha de venir.

¿No quiere decir, eso, que, en efecto, la jerarquía eclesiástica es carca?

Seguramente sí lo quiere decir. El caso es que sostener tal término de forma despectiva, es manifestar un alejamiento muy grande de la verdad de las cosa porque la misma no puede ser moderna ni aceptar el modernismo dentro de sus filas ni dentro de las filas de la propia Iglesia católica. Y hacer eso supondría una clara traición a una forma de ser, de parecer y de transmitir que lleva en sus genes religiosos.

Entonces… la jerarquía eclesiástica sólo hace lo que debe hacer y sólo hará lo que debe hacer si quiere permanecer anclada en la fe que ha de defender. Y hacer otra cosa es, verdaderamente, un acto vil y muy alejado de la religión católica.

Ahora bien, que haya ateos o, incluso, católicos, que tengan por bueno y mejor la adaptación acomplejada de la jerarquía católica a las modas y haceres del siglo es cosa suya. A nosotros, los católicos nos debe importar tanto como un comino, una brizna de nada, una voluta del viento o, en fin, un pepino.

Allá ellos con sus cosas porque las nuestras, incluidas las que se refieren a la jerarquía eclesiástica, nos las ventilamos nosotros que para eso tenemos en mandato de Cristo.

Y es que, como se dice tantas veces, la jerarquía eclesiástica, por ser carca, está muy alejada de la realidad aunque ¿no será que la realidad está muy alejada de la Iglesia católica?

 

Eleuterio Fernández Guzmán