El sacerdote Elie Mputu Mande Diemo es el cura párroco de Madrigalejo, que festeja cinco siglos de la construcción del templo parroquial. Con este motivo, entrevistamos a este religioso salvatoriano, procedente de Congo, radicado en la diócesis de Plasencia.

–¿Qué supone para Madrigalejo esta celebración?

–La celebración del V Centenario de la construcción del Templo de Madrigalejo supone para mí una ocasión de dar gracias al Señor, porque en quinientos años ha bendecido a su pueblo que está en Madrigalejo. Eso nos lleva a celebrar nuestra fe sin miedo ni vergüenza ninguna. En el año en que toda la Diócesis está en estado permanente de Misión, soñamos con hacer de nuestra parroquia una misión y de cada parroquiano un misionero. Por cierto, el V Centenario es para nosotros una oportunidad de vivir el acontecimiento en la perspectiva misionera. Dar a conocer la permanencia de nuestro Templo, es subrayar la belleza de la fe en Nuestro Señor Jesucristo que anunciamos. Es decir que todos, desde la parroquia, cada cual debe vivir sus compromisos bautismales con el fin de dar un testimonio valiente de misionero comprometido.

–¿Cuándo comienzan los actos previstos y qué destacaría?

-El inicio de los actos empezó con la sensibilización del pueblo para la celebración del V Centenario. La misa de apertura Solemne presidida por el Señor Obispo Don Amadeo tendrá lugar el día 11 de enero, fiesta del Bautizo del Señor. A partir de allí viviremos un año centenario de celebraciones y de fiesta.La fiesta patronal del mes de junio será la cima del año centenario, hasta su clausura en diciembre, con la fiesta de la Inmaculada Concepción. Por mi parte destacaría tres cosas: primero, el Templo supone el orgullo de todo el pueblo de Madrigalejo; cada cual se identifica refiriéndose al Templo como tal. Pido a todos que nunca falte esa referencia al Templo en su vida. Segundo, el Templo esta en medio del pueblo y su campana llama a todos. Su torre elegante, su altura que invita a las cigüeñas a anidar sobre la torre, da un toque a la belleza del pueblo. Pero más allá de todo esto, el Templo, después de quinientos años nos invita a redescubrir la belleza de la fe en Señor Jesucristo. Y por último, nos ha tocado vivir el año del V Centenario, creo que nadie de nosotros vivirá otros quinientos años, si uno llega a vivirlo bendito sea Dios. Por eso, animo a todos y a cada uno de mis parroquianos a participar con alegría e ilusión en nuestra fiesta.

–¿Cómo está preparando y viendo la gente del pueblo este acontecimiento?

–Todo el pueblo está preparando el acontecimiento los que viven fuera y son del pueblo, quienes acuden a misa asiduamente y quienes no lo hacen con frecuencia. Creamos un grupo con gente de la parroquia cuya misión fue dar a conocer el evento dentro y fuera de la Iglesia.

También un concurso para que los niños del colegio idearan un lema para la fiesta del V  entenario. Así, los padres se implicaron en ayudar a los niños en este deber. El lema es: “El tiempo pasa, nuestro templo permanece”. Otro medio para darlo a conocer ha sido colocar, en varios puntos del pueblo, unas huchas con el logotipo y el lema del del acontecimiento. Yambién hemos hecho camisetas, calendarios, velas, balconeras, medallas, estampas con la imagen del santo y una oración. El Ayuntamiento nos acompaña en este proceso de información al pueblo.

–Como cura párroco extranjero, ¿cómo se siente al frente de esta parroquia?

–Soy congoleño (vete al Congo como se suele decir por aquí, para decir irse lejos); soy religioso salvatoriano, con una cultura africana muy diferente de la extremeña. Me siento bien gracias a Dios, recuerdo la misa de toma de posesión como párroco, el Templo estaba lleno, fue un signo de acogida del pueblo que siempre guardaré en mi corazón. Esto no quita que haya dificultades de adaptación pero el encuentro de culturas trae enriquecimiento y con la ayuda de Dios se superan.

(Iglesia en Plasencia)