“Eucaristía y divorcio: ¿Hacia un cambio de doctrina?”. Este es el interrogante al que da respuesta en un libro, publicado por la BAC, el P. José Granados García, Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Vicepresidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia (Universidad Lateranense, Roma).

Esta obra se presenta el jueves, día 5 de febrero, en Madrid, en un acto académico que tendrá lugar en la Universidad Francisco de Vitoria, a las 19,30 horas. Presidirá el acto el Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Plà. Intervendrán, además del autor, Dña. María Lacalle Noriega, Vicerrectora de Ordenación Académica y Calidad y Directora del Centro de Estudios de la Familia del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Francisco de Vitoria, y el P. Carlos Granados García, Director General de la BAC.

Sínodo Extraordinario sobre la Familia

Del 5 al 19 de octubre se celebró en Roma el Sínodo Extraordinario de obispos sobre la Familia con el lema, “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la nueva evangelización”. Una de las cuestiones debatidas entonces fue si la Iglesia puede admitir a la Eucaristía a los divorciados y vueltos a casar civilmente y, en el fondo, si se podía cambiar esta praxis de la Iglesia católica aun manteniendo intacta la doctrina (afirmada por la Familiaris Consortio). En torno a esta pregunta discurren las páginas del libro y para responderla, el P. Granados se plantea qué es la doctrina y cuál es su relación con la Eucaristía, con la vida del cristiano y con la verdad del ser humano. Al reafirmar su fidelidad a esta praxis eclesial, la Iglesia es convocada a recorrer un camino, “no por ser fiel a una doctrina abstracta, sino porque es la solución pastoral fecunda en la vida de los hombres”.

En los seis capítulos en que divide el libro, el P. Granados explica cómo la doctrina cristiana es inseparable de la vida cristiana, de la celebración de los sacramentos (que son “sacramentos de la fe”), y, por tanto, cómo es inseparable también de la pastoral y por qué no son pensables, en consecuencia, “soluciones pastorales” que discurran al margen de la doctrina cristiana. Esto se aplica finalmente al matrimonio.

El recorrido del libro lleva al autor a cambiar el interrogante. “La pregunta interesante no es si la doctrina cambia o no, sino esta otra: ¿qué modo de entender la doctrina es fecundo para abrir horizontes en la vida de la Iglesia y de las familias?”.