En la provincia de Salta se han producido dos muertes

Mons. Jorge Lozano acusa al gobierno argentino de esconder el drama de la desnutrición infantil

 

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Jorge Lozano, ha señalado que «hay situaciones de desnutrición infantil en varios lugares del país», y ha acusado al gobierno de «manipular las cifras en las estadísticas para no afrontar la realidad». La desnutrición no es un fenómeno nuevo en Argentina, sin embargo, en 2013 el diagnóstico de «desnutrición» se ha cambiado con el de «bajo peso».

13/02/15 9:05 AM


Además, ha aumentado el número de niños excluidos de los controles médicos y por tanto de los datos oficiales. En los últimos días en la provincia de Salta, se han producido 2 casos de niños muertos por desnutrición, que han sido publicados por la prensa local. El ministro de Salud ha dicho que «es una verdadera tragedia» confirmando que el 20% de los niños de la zona están fuera de los controles médicos estatales.

La prensa nacional acusa al gobierno de guardar silencio ya que el año pasado también ha habido casos de muertes por desnutrición, pero no han sido reconocidas como tales. Según datos oficiales, en Salta hay alrededor de 106.000 niños menores bajo control nutricional, y de éstos, unos 1.900 están por debajo del nivel normal.

En una entrevista con Monseñor Lozano al diario «El Tribuno» de Salta, el Obispo de la Diócesis de Gualeguaychú comenta las últimas muertes en la provincia: «Estas situaciones a veces se hacen públicas pero otras quedan ocultas, o parecen muertes por alguna enfermedad, pero siempre están vinculadas a la pobreza o a no tener la alimentación adecuada».

Entre las varias causas, ha señalado «el crecimiento económico concentrado en unas pocas manos termina engrosando pocos bolsillos». Luego ha añadido: «más allá de los números, la desnutrición infantil es un problema muy serio porque a algunos los lleva a la muerte y a otros los deja en inferioridad de condiciones para toda la vida porque cuando el cuerpo del niño no llega a desarrollarse en los primeros años no lo consigue después».