El conocimiento de Dios del presente, el pasado y el futuro

Esta breve reflexión está dedicada a un tema muy hermoso que forma parte de la doctrina católica y que no es muy frecuente encontrar. Se trata del tema de la presciencia de Dios, es decir, de la ciencia o el conocimiento que Dios tiene del pasado, del presente y del futuro.

Este tema es importante para comprender muchas cosas, por ejemplo cómo, a pesar del pecado, el Padre nos eligió en el Hijo antes de la creación del mundo, y nos predestinó a la adopción de hijos para restaurar en Cristo, su Hijo, todas las cosas. Porque es imposible comprender esto si no entendemos con suficiente profundidad que Dios tiene ciencia o conocimiento del pasado, del presente y del futuro, es decir, si no comprendemos el tema que en Teología se conoce como el de la presciencia de Dios.

De un modo lo más sencillo posible, y sin complicarnos mucho, hay que saber que Dios por ser eterno y perfecto, conoce el pasado, el presente y el futuro, pero en el caso del futuro es preciso distinguir al menos entre dos tipos de futuros: 

  1. Futuros necesarios, es decir, los que dependen de causas necesarias, que tienen que ser así y no pueden ser de otra manera y que por tanto ya están acabados en la mente divina como algo que va a suceder necesariamente en el tiempo.
  2. Futuros contingentes condicionados que dependen de causas que no son necesarias sino fortuitas, que pueden producirse o no producirse, como lo son los actos de la libertad que realizan creaturas libres como son las Personas divinas, angélicas y humanas.

Como ejemplo de estos futuros contingentes condicionados, tenemos que el tentador, el mentiroso y padre de la mentira que es el demonio, no conoció el futuro de Adán y Eva después del pecado, aunque sí sabía el bien que ya no tendrían y la cantidad de males a los que se habían precipitado por el pecado. En cambio, Dios si conocía el futuro de Adán y Eva después del pecado porque Dios si conoce los futuros contingentes que se llaman condicionados porque dependen de la libertad.

El conocimiento que Dios tiene de las cosas que han existido, existen o existirán se llama ciencia de visión y esto se da en Él porque el entender de Dios, que es su Ser, se da en simultaneidad sin sucesión del pasado, el presente y el futuro.

Dios conoce todo incluyendo lo posible, es decir,  lo que no es indispensable que exista, o que haya existido o que tenga que existir. Por eso Dios conoce todo aunque de lo que conoce sólo puede existir, lo que es posible y de eso que es posible sólo existe lo que Él quiere o permite que exista con ciencia de aprobación que involucra la inteligencia y la voluntad divina.

La existencia de futuros condicionados que son conocidos por Dios por la ciencia de la aprobación, nos lleva a comprender que puede ocurrir que lo ideado y querido por Dios no llegue a existir. Como es lo que sucede con nuestros pecados que van contra la voluntad de Dios o con nuestras oraciones que pueden hacer que Dios cambie de opinión y se logren cosas que Dios había dispuesto, en cierto sentido, de otro modo.

En resumen, Dios tiene:

  1. Ciencia de simple inteligencia de las cosas posibles pero que no han existido, ni existen, ni existirán.
  2. Ciencia de visión de los futuros acabados que son cosas que han existido, existen o existirán necesariamente.
  3. Ciencia de aprobación de lo que puede ocurrir o frustrarse que son los futuros condicionados por la libertad de Dios mismo que puede cambiar de opinión o por la libertad humana creada por Dios que puede frustrar la realización.

Estos elementos nos ayudan a comprender muchos temas relacionados con la necesidad y la libertad, y entre ellos a comprender con más precisión el hecho de que Dios nos eligió antes de la creación del mundo, y nos predestinó a la adopción de hijos, aun cuando el hombre haya pecado.