El obispo de Bilbao critica la actitud del Partido Popular

Mons. Iceta: «El aborto mantiene su consideración de derecho que tenía en la denominada Ley Aído»

 

Mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao y presidente de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, ha indicado a Europa Press que la «puntual e insuficiente» reforma de la ley del aborto, que hará obligatorio el permiso paterno para abortar a las menores de 17 años, «no entra en el fondo del asunto». El aborto «mantiene su consideración de derecho», no se reforma el modelo de plazos y tampoco se aborda la cuestión de la objeción de conciencia del personal sanitario. Además, descalifica el argumento de falta de consenso para una reforma más profunda de la ley.

19/02/15 9:39 AM


(InfoCatólica) Mons. Iceta ha indicado los siguientes puntos en relación a la anunciada «mini reforma» de la ley del aborto

1.  La propuesta de la reforma presentada es puntual e insuficiente. Esta reforma no entra en el fondo del asunto.

2.  No se cambia el actual modelo de regulación sobre el aborto: El aborto mantiene su consideración de derecho que tenía en la denominada Ley Aído. La vida humana continúa estando legalmente indefensa en sus 14 primeras semanas de gestación, en cuanto que se considera su eliminación como un derecho.

3.  En este mismo sentido, tampoco se reforma el modelo de plazos actualmente vigente. El proyecto que hoy se presenta no modifica los artículos 14 y 15 que establecen los plazos para abortar (14 semanas a voluntad de la madre y hasta 22 semanas si hay causas médicas, o en cualquier momento si hay malformaciones incompatibles con la vida). Por eso, la vida humana sigue sin estar protegida en las semanas subsiguientes cuando venga acompañada de discapacidad.

4.  Tampoco se aborda la cuestión de la objeción de conciencia del personal sanitario ni la prometida ley de protección a la maternidad

5.  La razón aducida en realmente inconsistente. Se habla de la falta de consenso para reformar la ley vigente que es injusta e inicua y proponer una ley que sea respetuosa con la mujer gestante, con su familia y con el nuevo ser que vive en su seno.

6.  Si se refiere a la falta de consenso interno, entonces habría que preguntarse por qué en el programa electoral de 2011, en el epígrafe «Comprometidos con España» (apartado 3.1, propuesta 6) se afirma que «Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores». O si esa promesa electoral ya no rige. El no cumplir con el compromiso electoral constituye un fraude a los votantes.

7.  Y si se refiere a un consenso con otras fuerzas políticas, habría que preguntarse si es el mismo consenso que se alcanzó para aprobar la reforma laboral o la ley de educación, es decir, ninguno.

8.  Pienso que aún se está a tiempo para favorecer verdaderamente una cultura de la vida, legalmente protegida desde su inicio, desidelogizar un asunto tan importante el ser humano y para la sociedad, ayudar y acompañar a las mujeres embarazadas, proteger y cuidar la maternidad, apoyar a tantas iniciativas que acompañan el tiempo de gestación y una vez que el niño ha nacido, a las familias que se encuentran en dificultad.