Apúntate a R.A.F.A.E.L.A.

 

Como nota previa, decir que por favor se abstengan personas carentes de al menos una mínima dosis de sentido del humor.

Pues bien, vistos los resultados, habida cuenta de que doña Rafaela es mucha Rafaela, que sus fans se acrecen por momentos, que los gritos de “yo también soy Rafaela” se escuchan en más de una parroquia, sin descartar más altas instancias, y que han ido apareciendo sugerencias de asociarse en torno al tan olvidado sentido común eclesial, después de hablar con la interfecta, que aceptaría el puesto de presidenta de honor pero sin que se le complique excesivamente la vida, por la presente decretamos la fundación de la asociación R.A.F.A.E.L.A., que como sus siglas indican, quiere decir:

*Real (no por Felipe VI, sino por realidad)
Asociación de
Fieles
Aburridos por los
Eclesiales y
Litúrgicos
Abusos.

Esto es una primera idea, a la que entre todos los lectores espero demos cuerpo, estatuto, fines, medios y sepa cumplir con las obligaciones que de su nombre dimanan. Necesario será definir y nombrar sus cargos directivos, delimitar sus fines y competencias, establecer protocolos de funcionamiento y todas esas demás cosas que cualquier asociación que se precie necesita.

Interesante sería, en plan divertimento, cómo no, pero instructivo divertimento, sacar adelante la asociación R.A.F.A.E.L.A. para desahogo, reivindicación, pataleo y vínculo de comunión y consuelo mutuo de aquellos que se sienten aburridos e incluso cabreados en el seno de esta Iglesia nuestra.

Pues hoy dejo esta primera idea. Como divertimento, pero con ganas de alguna cosa que pudiera resultar. Seguro que mis comentaristas, agudos, sagaces y divertidos, salvo esas pequeñas excepciones amargas que confirman la regla, sabrán hacerlo. Tal vez uno se ofrezca a pergeñar un estatuto. Posiblemente otros comiencen a sugerir nombres para esa primera junta para ponerlo en marcha y que técnicamente un nombre ha de tener. Quién sabe si otro u otra –aquí siempre igualitarios- irá ya sugiriendo competencias. Quién sabe…

Servidor, para empezar, se atreve a pedir apoyo y colaboración para el proyecto. Me permito sugerir a doña Rafaela como presidenta, y que Alejandro Galván, creador de las siglas, sea considerado miembro fundador de primera clase.

El resto se irá viendo. Por una iglesia más auténtica, por el fin de todo abuso eclesial y litúrgico, por el buen humor como ingrediente indispensable en la vida de la comunidad cristiana, apúntate a R.A.F.A.E.L.A.

Y esto no es más que empezar.