Después de rezar el Ángelus del III domingo de Cuaresma, el Papa Francisco saludó a los numerosos fieles italianos y peregrinos de todas las partes del mundo que se habían congregado en la plaza de San Pedro para escucharle.

El Santo Padre  dio la bienvenida a los fieles brasileños de Curitiba; a los grupos parroquiales de Treviso, Génova, Crotone, L’Aquila y a los de la zona de Domodossola y acto seguido dijo unas palabras acorde al tiempo litúrgico actual: “Durante esta Cuaresma, tratemos de estar más cerca de las personas que están viviendo momentos de dificultad: cercanos con el afecto, la oración y la solidaridad”.

Además el Papa Francisco dirigió unas palabras a las mujeres en su día internacional:

“Hoy, 8 de marzo, ¡un saludo a todas las mujeres! A todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora. Y también un gracias fraterno a las que de mil maneras testimonian el Evangelio y trabajan en la Iglesia. Y ésta es para nosotros una ocasión para reafirmar la importancia y la necesidad de su presencia en la vida. Un mundo donde las mujeres son marginadas es un mundo estéril, porque las mujeres no sólo traen la vida sino que nos transmiten la capacidad de ver más allá  – ven más allá de ellas –, nos transmiten la capacidad de entender el mundo con ojos diversos, sentir las cosas con corazón más creativo, más paciente, más tierno. ¡Una oración y una bendición especial para las mujeres aquí presentes en la Plaza y para todas las mujeres! ¡Un saludo!

A todos deseo feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!