El Papa Francisco después de la oración mariana del domingo, hizo un llamamiento por la paz en Paquistán donde se han producido dos ataques con bomba en dos iglesias cristianas, en Lahore, al este del país, durante la misa dominical. El Santo Padre, asegurando su oración por las víctimas y sus familias, hizo un apremiante llamamiento ante la persecución de los cristianos, “nuestros hermanos derraman sangre porque son cristianos” dijo, y pidió al Señor el don de la paz.

Además mostró su cercanía a la población de Vanuatu, en el Océano Pacifico, por el reciente ciclón que han vivido. Agradeció a las personas que están ayudando a los afectados llevando ayudas, y aseguró que reza por los difuntos, por los heridos y por las personas sin techo.

Saludó también a diversos grupos de peregrinos como a los fieles de Granada y Málaga de España, presentes en la plaza. También a diversos grupos de voluntariado que, “unidos en el empeño de la solidaridad, participan en la manifestación ‘Juntos por el bien común’”.

Palabras del Papa después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas,

Con dolor, con mucho dolor, he conocido los atentados terroristas de hoy contra dos iglesias en la ciudad de Lahore en Paquistán, que han provocado numerosos muertos y heridos. Son iglesias cristianas. Los cristianos son perseguidos. Nuestros hermanos derraman la sangre sólo porque son cristianos. Mienstras aseguro mi oración por las víctimas y por sus familias, suplico al Señor, fuente de todo bien, el don de la paz y la concordia para aquel país, y que esta persecución contra los cristianos que el mundo busca de esconder, termine y sea la paz.

Dirijo un cordial saludo a ustedes, fieles de Roma, y a ustedes venidos de tantas partes del mundo.

Saludo a los peregrinos de Granada y de Málaga, España, como también a aquellos de Mannhein, en Alemania.

Saludo a los grupos parroquiales provenientes de Perugia, Pordenone, Pavia, de San José de Aurelio en Roma y de la diócesis de Piacensa-Bobbio.

Un recuerdo especial va a los chicos de Serravalle Scrivia, de Rosolina y de Verdellino-Zingonia que se preparan para recibir la Confirmación; a aquellos de la diócesis de Lodi y del decanato Romana-Victoria de Milán que hacen en Roma la “promesa” de seguir a Jesús. Saludo también a los monaguillos de Besana en Brianza. Allí se les ve, allí con la pancarta, ¡muchos saludos!

Saludo a los diversos grupos de voluntariado que, unidos en el empeño de la solidaridad, participan en la manifestación “Juntos por el bien común”.

Aseguro mi cercanía a la población de Vanuatu, en el Océano Pacifico, afectada por un fuerte ciclón. Rezo por los difuntos, por los heridos y los sin techo. Agradezco a todos los que se han activado rápidamente para llevar ayudas.

Y a todos les deseos un buen domingo. Por favor no se olviden rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

(MZ-RV)