Casaldáliga, D'Escoto y Boff, a Maduro: "Usted inspiró esperanza a millones de personas. ¿Qué le pasó, querido amigo?"

 

Su Excelencia Nicolás Maduro, presidente de la república bolivariana de Venezuela

Palacio de Miraflores

Caracas

(con copia a los camaradas Fidel Castro y Evo Morales)

Estimado Presidente Maduro,

Le saludamos como a un hermano en Cristo Jesús nuestro Señor, con amor y respeto, en cumplimiento del mandato que debemos amar incluso a aquellos que, como enemigos, se comporten contra nosotros. ¿Qué le pasó a usted, querido hermano? ¿Qué fue de ese valiente e inteligente Maduro que habló de cambio, cambio verdadero, en el que la gente pudiera creer? Usted inspiró esperanza a millones de personas en todo el mundo.

Usted personalmente sabía que Venezuela era un país mirado con recelo por todo el mundo. Usted es claramente una persona inteligente. Además de eso, mostró signos de tener muy arraigados valores éticos y morales y adhesión a los principios y valores proclamados por Jesús y, de hecho, por todos los grandes líderes espirituales del mundo, independientemente de su religión.

Lo que nos impulsa, querido hermano, a escribir esta carta es la extremadamente vergonzosa situación de tantos venezolanos que carecen de alimentos. Pero aún más nos urge a hacerlo la situación de violencia y represión que se vive en las calles y que ha costado la muerte incluso a niños.

Más estupor nos causa aún que haya arrancado al parlamento venezolano autorización para poder gobernar por simple decreto, situándose así fura de toda democracia y participación. Esto nos parece una flagrante violación del derecho más elemental de los venezolanos.

Usted debe saber, querido hermano, que en Venezuela hay hambre de pan, de justicia, de libertad y de democracia, y que su mandato no hace sino deslizarse por una senda de violencia y falta de respeto a los venezolanos iniciada por su antecesor, el comandante Hugo Chávez.

Mientras rechazamos totalmente su arrogante e intervencionista forma de gobernar el país, le instamos que vuelva a Jesús, a la fraternidad, la solidaridad y la paz y a que, de una vez por todas, rechace los demonios de la codicia, de la guerra y de dominación sobre su pueblo.

Usted seguirá estando en nuestras oraciones por usted, sus seres queridos, su país y nuestro mundo.

La asombrosa gracia de Dios no le faltará sí usted no le da la espalda a Él.

Amor y bendiciones.

Miguel d’ Escoto Brockmann, M. M.

Nicaragua

 

Leonardo Boff

Brasil

 

Obispo Pedro Casaldáliga

Brasil

 

Obispo Thomas Gumbleton

EE.UU.

 

Ramsey Clark

EE.UU.

 

D. Jorge. ¡D. Jorge! Despierte hombre de Dios, que se ha quedado traspuesto en el sillón del despacho.

Ah, es que me he emocionado leyendo una carta de Casldáliga, Boff y no sé cuántos más reprochando a Maduro su forma de gobernar.

Que no, D. Jorge, que no. Que han escrito una carta pero no era a Maduro, sino a Obama reprochándole lo de siempre…

 Vaya. Ya decía yo que era demasiado bonito… En fin, qué bonitos son los sueños.