Casado y padre de dos hijas, Francisco Jiménez se define como trabajador social; pero en la actualidad compagina en Málaga su servicio como secretario general de Cáritas Diocesana con sus clases de Filosofía en los centros teológicos. Desde la semana pasada es, además, doctor en Sociología.

-Trabajador social y licenciado en Filosofía, ¿por qué un doctorado en Sociología?

El Trabajo Social me aporta estrategias de intervención social, y la Filosofía una concepción de la realidad. Pensé que la Sociología me permitiría combinar ambas preocupaciones y profundizar en nuestra realidad social para poder aportar algo en su transformación. Y así surgió la tesis “La lucha contra la exclusión social en la evolución de la democracia: participación proximidad y sentido”.

-¿Y en qué estado de salud está nuestra democracia?

Pienso que hasta que no eliminemos la exclusión social, hasta que no acabemos con ella, no podremos hablar de democracia de una forma seria. Democracia es participación de todos. Exclusión es “no participación”. O el centro de nuestra política es la lucha contra la exclusión social o la democracia será siempre una democracia incompleta.

-La Doctrina Social de la Iglesia tiene mucho que aportar en este ámbito

Así es. Nos recuerda mucho el valor de la comunidad pero sin olvidar al individuo; nos recuerda que nadie debe sustituir lo que los ciudadanos podemos hacer. Es decir, lo público no puede reducirse a lo estatal. Lo estatal forma parte de lo público, pero lo público es mucho más, implica la participación de todos en la construcción en común de la sociedad. La Iglesia dice no al individualismo, no al estatalismo; y sí a la solidaridad y a la fraternidad.

-El Papa Francisco ha pedido globalizar la solidaridad

Una sociedad será más integradora cuando establezcamos redes que eviten que se pueda caer en la exclusión social. Una persona tiene más difícil iniciar procesos de exclusión si tiene una red fuerte de amigos, de vecinos o de familia.

-¿Cabe la fe en un trabajo científico?

La fe está presente primero en la motivación. ¿Que por qué investigo? Pues porque creo que este no es el mundo que Dios soñó. Anunciar el Reino es luchar contra la exclusión y esto pasa por un modelo de desarrollo que ponga a la persona en el centro. Claro que esta es una tesis de Sociología y no de Teología, pero bebe de esas dimensiones que he aprendido siempre, desde pequeño, en mi comunidad de laicos de los Misioneros de la Consolata y en Cáritas.

(Antonio Moreno Ruiz – Diócesis de Málaga)