¿El beso más caro de la historia?

Traición de Judas

Miércoles Santo. En el mundo anglosajón, ‘Spy Wednesday‘, el día que según algunas tradiciones Judas cerró la traición.

Me asombra la repulsa que causa en los niños el beso de Judas. Los hay que intentan justificarlo diciendo que «estaba escrito, que no podía hacer otra cosa, era él quien le iba a entregar» y no es cierto en todos los sentidos. Pudo no hacerlo. Pero, para ellos es un acto casi inconcebible.

En cambio, «los adultos» somos algo más indulgentes. Nos sabemos, al menos yo, capaces de ese beso. Lo hemos dado más de una vez. Gracias a Dios, podemos levantarnos una y otra vez. También Judas pudo.

Mons. Javier Echevarría comentaba que:

En algunos lugares de América, las imágenes de Cristo crucificado muestran una llaga profunda en la mejilla izquierda del Señor. Y cuentan que esa llaga representa el beso de Judas. ¡Tan grande es el dolor que nuestros pecados causan a Jesús! Digámosle que deseamos serle fieles: que no queremos venderle —como Judas— por treinta monedas, por una pequeñez, que eso son todos los pecados: la soberbia, la envidia, la impureza, el odio, el resentimiento… Cuando una tentación amenace arrojarnos por el suelo, pensemos que no vale la pena cambiar la felicidad de los hijos de Dios, que eso somos, por un placer que se acaba enseguida y deja el regusto amargo de la derrota y de la infidelidad.

¿El beso más caro? Treinta monedas. La sangre del Redentor…, nuestra salvación.

Acaba la Cuaresma y comienza el Triduo Pascual. Ya esta tarde-noche, las Tenebrae. el Oficio de Tinieblas, en algunos sitios con el candelabro de 15 velas –que representan  los 11 apóstoles, las tres marías y Nuestra Madre– que van apagándose al canto de los salmos.

Impresiona el «Amicus meus» de Victoria, el primero de los Tenebrae reponsories (para qué engañaros, Victoria me impresiona siempre en estas fechas):

Amicus meus osculi me tradidit signo:
Quem osculatus fuero, ipse est, tenete eum:
hoc malum fecit signum,
qui per osculum adimplevit homicidium.
Infelix praetermisit pretium sanguinis,
et in fine laqueo se suspendit.
Bonum erat illi, si natus non fuisset homo ille.
Infelix praetermisit pretium sanguinis,
et in fine laqueo se suspendit.

Mi amigo me ha entregado con la señal de un beso:
Aquel a quien yo bese, ese es; prendedle,
esa fue la maldita señal,
cometió asesinato con un beso.
El desgraciado rechazó el precio de la sangre
y finalmente se ahorcó.
Mejor sería que no hubiera nacido.
El desgraciado rechazó el precio de la sangre
y finalmente se ahorcó.