“Tira del hilo” es el lema bajo el que se celebra mañana sábado, 9 de mayo, en más de 50 localidades españolas el Día Mundial del Comercio Justo, que en esta edición pone el acento en las injusticias que se producen en el sector textil. La Red Interdiocesana de Comercio Justo (RICJ) de Cáritas se suma, como cada año, a la celebración, con distintas actividades en distintos lugares del país [VER AQUÍ].

Como señala la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) –de la que forma parte Cáritas–, la jornada de este año llama la atención sobre las injusticias que esconde la elaboración de artículos textiles, un sector muy potente económicamente –solo en España cada persona gasta al año 437 euros en ropa– y que ejemplifica de manera clara las consecuencias negativas de la globalización y en el que se producen numerosas violaciones de derechos humanos.

“Mujer asiática, joven que trabaja entre 12 y 14 horas diarias es el perfil tipo de las personas que confeccionan casi toda la ropa que llevamos”, ha destacado Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la Coordinadora Estatal, con motivo de la presentación de un informe sobre el sector del textil, elaborado con motivo de la Jornada.

Por un modelo de producción textil alternativo

Ante una realidad caracterizada por unas condiciones laborales indignas y peligrosas, sujeta a violaciones de derechos fundamentales de los trabajadores, es necesario dar a conocer el modelo alternativo de trabajo que protagonizan, por ejemplo, miles de personas en todo el mundo que cultivan algodón bajo los criterios del Comercio Justo. Dentro de un laborioso proceso de producción y apoyados por los impactos positivos del Comercio Justo, los trabajadores y trabajadoras de este sector, además de obtener un salario digno, destinan los beneficios extra a iniciativas que deciden democráticamente, como adquisición de material escolar o la construcción de una clínica. Solo el hecho de que las mujeres participen en estas votaciones genera un cambio importante en cuanto a su papel en la sociedad.

En la actualidad, en el cultivo del algodón “justo” trabajan 73.400 personas, una cifra pequeña comparada con los casi 100 millones de hogares que participan en la cosecha mundial de esta materia prima. Sin embargo, para quienes trabajan en este sector significa mucho cualitativamente, ya que tienen garantizadas unas condiciones de vida

Durante las celebraciones programadas en España con motivo del Día Mundial del Comercio Justo, la lectura del manifiesto será uno de los momentos principales de la jornada.

(Cáritas)