Breves reflexiones (V)

No hay cosa que agrade más a Satanás que una Iglesia que renuncia a evangelizar para que no la acusen de proselitismo.

¿Por qué llaman misioneros a quienes son “evangelizados” por los paganos y renuncian a predicar el evangelio y bautizar bajo la excusa del respeto a los pueblos?

Quien se deja deslumbrar y atrapar por el incienso de las religiones paganas orientales es que ha cerrado los ojos a la luz de Cristo.

¿Cómo vamos a tener el mismo Dios aquellos que llamamos a Dios Padre y aquellos que niegan la paternidad divina?

¿Todavía no hemos entendido que Satanás no busca que dialoguemos con él para alcanzar acuerdos, sino que solo quiere y se conforma con nuestra capitulación y derrota?

El que pretende que los deseos y los aplausos del mundo son la voluntad del Espíritu Santo se convierte en blasfemo y ciego guía de ciegos.

Es preferible la sana doctrina del fariseo hipócrita que el veneno herético del saduceo que se prostituye con el César.

No hay misericordia alguna en impedir la amputación de un miembro gangrenado. Menos la hay en ocultar la gangrena del alma corrompida por graves pecados.

Como el falso amor entre una prostituta y su cliente, así es la falsa caridad que abre las puertas al pecado y la condenación.

De tanto consentir el error y la herejía, han conseguido que las conciencias queden corruptas e incapaces de formarse en la verdad. Dios les pedirá cuentas por ello.

No te fíes de quien consiente el mal a menos que quieras ser esclavo del pecado y del error.

No es buen pastor quien se va a por la oveja perdida y se queda con ella en malos pastos.

Es más cómodo no combatir el mal y la herejía que cargar la cruz del rechazo por predicar la verdad y ejercer la autoridad que viene de Dios, pero solo en la cruz hay salvación.

Ocultan el oro del evangelio, el mayor tesoro regalado al hombre, bajo un manto de suciedad formado por las bagatelas que gustan al mundo.

Si el populismo demagógico político es mortal para los pueblos que se dejan arrastrar, ¿qué no será para las almas el populismo espiritual?

Como el canto moral de las sirenas que atrapa marineros incautos, así es el discurso que dice a las almas rebeldes lo que quieren oír y no lo que Dios quiere decir para que sean salvas.

Los que no doblan su rodilla ante Cristo en esta vida aceptando su señorío, con Satanás y sus ángeles la doblarán de todas formas antes de recibir la sentencia de condenación eterna.

Quienes trabajan para destruir la Iglesia desde dentro olvidan que Cristo ya dio su vida por ella y es Dios celoso.

 

Santidad o muerte

 

Luis Fernando Pérez Bustamante