Opinión

Género

 

Lo malo es que nuestros legisladores, tanto hispánicos como europeos, no se conforman con los cambios legislativos, sino que tratan de imbuir de estas ideas a nuestros niños, para que vean como normales las canalladas que se enseñan con la ideología de género.

17/06/15 3:29 PM | Pedro Trevijano Etcheverria


El Parlamento Europeo ha aprobado el día 9 de Junio el Informe Noichl en que se establece el «derecho» al aborto en toda la UE y cátedras de ideología de género. Ambas son cosas bastante diversas, sobre todo por el conocimiento que la gente tiene sobre ellas. Del aborto la gente sabe más o menos de qué se trata, aunque muchos, llevados por sus intereses e ideología, tratan de presentar como un simple conjunto de células lo que indiscutiblemente es un ser humano,

En cambio sobre la ideología de género el desconocimiento, incluso en ambientes cultos, es enorme. Una de las cosas que realmente me aterran es ver la ignorancia y el desinterés de la gente sobre estos problemas, donde está en juego nada menos que la educación y las convicciones de sus hijos. Los antecedentes de esta ideología hay que buscarlos en el feminismo radical y en un ciertto marxismo que interpreta la relación entre el hombre y la mujer en forma de lucha de clases, propagándose en algunos ambientes culturales, como algunas universidades americanas. El núcleo central de esta ideología es el dogma seudocientífico según el cual el ser humano nace sexualmente neutro, lo que expresó Simone de Beauvoir con su frase. «una no nace mujer, la hacen mujer», seguida evidentemente de su corolario «uno no nace varón, le hacen varón». Es decir mi morfología masculina o femenina no tiene mayor importancia, porque lo importante es el rol social que me asignan o yo mismo me asigno. Así se explica que yo pueda ir al Juzgado y salir convertido en Petra Trevijano, hasta que decida nuevamente volver a cambiarme de sexo. Lo decisivo en la construcción de la personalidad es que cada individuo pueda elegir sobre su orientación sexual a partir de sus preferencias. El sexo se convierte en objeto de consumo gracias a un permisivismo radical.

Para conseguir estos fines se cambia radicalmente el lenguaje: el aborto pasa a ser interrupción voluntaria del embarazo, cuando interrupción significa que uno puede volver a ello cuando quiera; se llama matrimonio a formas de unión que nada tiene que ver con la realidad matrimonial; la pedofilia se denomina educación afectivo sexual interactiva y libre de tabús; se suprimen esas maravillosas palabras que son papá y mamá para ser sustituidas en nuestro ordenamiento jurídico por «progenitor A» y «progenitor B», lo que por cierto me está valiendo algún disgusto familiar, porque como soy muy políticamente correcto quiero que una sobrinilla mía de un año de edad aprenda a hablar correctamente y diga desde un principio pro, pro, progenitor A y no, como se empeña erróneamente, en decir pa, pa, pa, y ma, ma, ma.

Lo malo es que nuestros legisladores, tanto hispánicos como europeos, no se conforman con los cambios legislativos, sino que tratan de imbuir de estas ideas a nuestros niños, para que vean como normales las canalladas que se enseñan con la ideología de género. Así surgió la Educación para la Ciudadanía y se mantiene en nuestras leyes actuales. La educación afectivo sexual ha de darse de acuerdo con la ideología de género, lejos de todo principio y valor moral, con lo que se contradice uno de los presupuestos del Estado de Derecho, que dice que son los padres los principales y primeros educadores de sus hijos y que tienen derecho a educar a sus hijos de acuerdo con sus conviccione religiosas y morales.

Cuando empecé a hablar de la ideología de género, alguien me escribió: «Me contaba un amigo, que da cursos a pequeños empresarios por cuenta de una fundación que recibe dinero público para su sostenimiento, que en los últimos años están sufriendo el siguiente chantaje: si quieren seguir recibiendo subvenciones, sus profesores deben encerrarse durante un día entero con ideólogas de una fundación satélite del PSOE (que a su vez recibirá también un buen dinero por esto), para recibir cursos de ideología de género. Las cosas que les dicen a ellos son las mismas que le han dicho a ese alumno. Por suerte, en general todos opinan que son una panda de chaladas, y sufren esas clases de »reeducación en silencio».

Los defensores de esta ideología, ¿son realmente una panda de chalados?: Nietzsche terminó sus días en un psiquiátrico, W. Reich murió en una penitenciaría psiquiátrica, diagnosticado de paranoia y esquizofrenia progresiva, Kinsey era sadomasoquista y pedófilo, Althuser estranguló a su esposa, Bataille fue partidario del satanismo orgiástico, Foucault tuvo varios intentos de suicidio, era politoxicómano y padecía una grave enfermedad del sistema nervioso, Margaret Sanger terminó internada en una clínica con delirio alcohólico, K. Millet es una enferma mental con tendencias suicidas, Shulamit Firestone pasó varios años en una clínica psiquiátrica, E. Fischer, M. Drago y E. Frankfurt se suicidaron. (Estos datos los he extraído de Google, de los libros de Jesús Trillo Figueroa y de un artículo de Fernando Paz).

Y es que no hay que olvidar que la naturaleza no perdona.

Y por supuesto que no he terminado de contar los desastres a los que nos puede llevar la satánica ideología de género.

 

P. Pedro Trevijano, sacerdote