ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 25 de junio de 2015

El papa Francisco

El Papa en Sta. Marta: es necesario hablar, actuar y escuchar
En la homilía de este jueves, el Santo Padre advierte sobre los 'pseudoprofetas', los que no ponen su casa sobre la roca

Francisco: Los nuncios no sean una casta superior sino pastores con la caridad de Cristo
El Santo Padre recibe a la comunidad de la Pontificia Academia Eclesiástica y les recuerda que para realizar bien su misión deben 'dejar la actitud de juez y ponerse el traje de pedagogo' y tener la valentía de arar el terreno 'con sus propias manos'

El Papa: la paz debe ser no solo buscada sino construida
El Papa recibe a la B'nai B'rith International y recuerda la labor a favor de la amistad entre judíos y católicos de san Juan XXIII y san Juan Pablo II

Papa y Santa Sede

En Filadelfia no será un evento ideológico, sino de las familias
Presentan la Jornada Mundial de la Familia que se celebrará en EEUU, con la participación del Papa. Regalarán 200 mil copias del evangelio para La Habana, Marsella, Hanoi, Sidney y Kinshasa  

Turkson: "La encíclica del Papa ayuda a todos a descubrir su rol en la salvación del planeta”
El presidente del Pontificio Consejo ‘Justicia y Paz’ que ha colaborado en la redacción del documento, expresa sus esperanzas y observaciones

Mundo

Quito: jornada de trabajo común prepara la llegada del Papa
La "Minga Quiteña" convocada por el alcalde va a embellecer la ciudad. El Santo Padre llegará a Ecuador dentro de diez días 

Repercusiones a la encíclica Laudato si' en la prensa española
Han hecho hincapié en las cuestiones ecológico-ambientales y generalmente han olvidado lo que Francisco llama una “ecología integral”

España: la crisis económica no puede afectar a ciertos derechos humanos
Cáritas presenta un informe ante la ONU. Denuncia las devoluciones sumarias y la Ley de Seguridad Ciudadana. Reclama la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil y la Ley Hipotecaria

Espiritualidad y oración

Pasión por el cosmos
Reflexiones del obispo de San Cristóbal de Las Casas sobre la nueva encíclica del papa Francisco

San Josemaría Escrivá de Balaguer - 26 de junio
«Fundador del Opus Dei. Juan Pablo II lo denominó el santo de la vida ordinaria. Piadoso desde la infancia, creció bajo el amparo de María. Fue un intrépido apóstol. Pudo ver en vida cómo su obra recibía la estima de papas y prelados»

San Josemaría dedicó buena parte de su labor sacerdotal a las familias
A través de #JuneForFamilies, el Opus Dei ofrece en las redes sociales diferentes consejos de su fundador sobre el noviazgo, el amor matrimonial, la educación de los hijos y la vida familiar


El papa Francisco


El Papa en Sta. Marta: es necesario hablar, actuar y escuchar
 

En la homilía de este jueves, el Santo Padre advierte sobre los 'pseudoprofetas', los que no ponen su casa sobre la roca

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La gente sabe cuando un pastor tiene esa coherencia que le da autoridad. Así lo ha asegurado el Santo Padre esta mañana en la homilía de Santa Marta, en la que ha reflexionado sobre la distinción entre verdaderos predicadores del Evangelio y los “pseudoprofetas”.

Tal y como ha recordado Francisco, el pueblo siguió a Jesús porque Él enseñaba con autoridad y no como los escribas. Durante su homilía ha reflexionado sobre el Evangelio del día asegurando que la gente percibe cuando "un sacerdote, un obispo, un catequista, un cristiano tiene esa coherencia que les da la autoridad”. Asimismo, ha indicado que Jesús “advierte a sus discípulos” sobre los “falsos profetas”. Igualmente ha explicado cómo discernir “dónde están los verdaderos profetas y dónde están los ‘pseudoprofetas’”, “dónde están los verdaderos predicadores del Evangelio y dónde los que predican un Evangelio que no es Evangelio”.

Francisco ha hablado de tres palabras claves para entender esto: hablar, actuar y escuchar.  Además, ha recordado las palabras de Jesús: “no todos los que me dicen ‘Señor, Señor’, entrarán en el Reino de los Cielo”.

Y lo ha precisado así: “estos hablan, hacen, pero les falta otra actitud, que es precisamente la base, que es precisamente el fundamento del hablar, del actuar: les falta escuchar. Por eso Jesús continúa: ‘Quien escucha mis palabras y las pone en práctica”. El binomio hablar-actuar no es suficiente… nos engaña, tantas veces nos engaña, ha advertido.

Y Jesús cambia y dice: “el binomio es el otro, escuchar y actuar, poner en práctica: ‘quien escucha mis palabras y las pone en práctica será como el hombre sabio que construye su casa sobre la roca”.

Sin embargo, el Santo Padre ha subrayado también que “quien escucha las palabras pero no las hace suyas, las deja pasar, no escucha seriamente y no las pone en práctica, será como el que edifica su casa sobre arena”.

Al respecto ha precisado que “cuando Jesús advierte a la gente sobre los ‘pseudoprofetas’ dice: ‘por sus frutos les conoceréis’. Y de aquí, su actitud: muchas palabras, hablan, hacen prodigios, hacen cosas grandes pero no tienen el corazón abierto para escuchar la Palabra de Dios, tienen miedo de la Palabra de Dios y estos son ‘pseudocristianos’, los ‘pseudopastores’. Es verdad, hacen cosas buenas, es verdad, pero les falta la roca”.

Por esta razón, el Papa ha advertido que sin esta roca “no pueden profetizar, no pueden construir: fingen porque al final todo cae”.

Y así, Francisco ha insistido en que “uno que habla y actúa, solamente, no es un verdadero profeta, no es un verdadero cristiano, al final caerá todo: no está sobre la roca del amor de Dios, no es seguro como la roca”. Y ha añadido: “uno que sabe escuchar y desde la escucha, actúa, con la fuerza de la palabra de otro, no de la propia, ese permanece seguro. A pesar de que sea una persona humilde, que no parece importante, pero ¡cuántos de estos grandes hay en la Iglesia! ¡Cuántos obispos grandes, cuántos sacerdotes grandes, cuántos fieles grandes que saben escuchar y desde la escucha actúan!"

Para finalizar la homilía, el Pontífice ha puesto como ejemplo a la madre Teresa de Calcuta que “no hablaba, y en el silencio ha sabido escuchar” y “ha hecho tanto”. No ha caído --ha observado-- ni ella ni su obra.

De este modo ha concluido recordando que “los grandes saben escuchar y desde la escucha, actúan, porque su confianza y su fuerza está sobre la roca del amor de Jesucristo”. La debilidad --ha finalizado el Papa-- de Jesús que de fuerte se ha hecho débil para hacernos fuertes a nosotros, nos acompañe en esta celebración y nos enseñe a escuchar y a hacer desde la escucha no desde nuestras palabras”.

 

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Francisco: Los nuncios no sean una casta superior sino pastores con la caridad de Cristo
 

El Santo Padre recibe a la comunidad de la Pontificia Academia Eclesiástica y les recuerda que para realizar bien su misión deben 'dejar la actitud de juez y ponerse el traje de pedagogo' y tener la valentía de arar el terreno 'con sus propias manos'

Por Rocío Lancho García

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La misión del Representante Pontificio requiere la búsqueda de pastores auténticos, con la inquietud de Dios y con la perseverancia de la Iglesia, que sin cansarse, sabe que están porque Dios no deja que falten. Son palabras del santo padre Francisco a la comunidad de la Pontificia Academia Eclesiástica, a quienes ha recibido esta mañana en audiencia. Del mismo modo, el Papa ha pedido a los futuros nuncios que busquen pastores “guiados por la brújula interior con la que se orienta la propia vocación del pastor, con la medida exigente que se debe aplicar a uno mismo para no perderse en el declive”.

Tal y como ha recordado el Papa a los presentes, se preparan "para representar a la Santa Sede ante la Comunidad de las Naciones y en las Iglesias locales a las que seréis destinados”. La Santa Sede es la sede del Obispo de Roma, la Iglesia que preside en la caridad, que no se siente en el vano orgullo de sí, sino sobre la valentía cotidiana de la condescendencia --o sea el abajamiento-- de su Maestro. De este modo, Francisco ha asegurado que “la verdadera autoridad de la Iglesia de Roma es la caridad de Cristo”. Y ha explicado que “es la única fuerza que la hace universal y creíble para los hombres y el mundo; es el corazón de su verdad, que no levanta muros de división y de exclusión, pero sí hace de puente que construye la comunión y llama a la unidad del género humano”. Este es --ha precisado-- su poder secreto, que alimenta su tenaz esperanza, invencible a pesar de las derrotas momentáneas.

Por otro lado, ha recordado también a los presentes que no son llamados “a ser altos funcionarios de Estado, una casta superior que se “auto-conserva” y disfruta de los “salones mundanos”, sino “a ser custodios de una verdad que sostiene desde lo profundo a aquellos que la proponen, y no al contrario”.

Es importante, ha destacado Francisco, que no se dejen marchitar por los continuos traslados, es más, “es necesario cultivar raíces profundas, custodiar la memoria viva del por qué se ha emprendido el propio camino, no dejarse vaciar por el cinismo, ni consentir que se desvanezca el rostro de Aquel que está en la raíz del propio recorrido, o que se confunda la voz que ha dado origen al propio camino”.

Asimismo, el Santo Padre les ha recordado que se preparan para convertirse en puentes, “pacificando e integrando en la oración y en la lucha espiritual las tendencias a sentirse por encima de los otros, la presunta superioridad de la mirada que impide el acceso a la sustancia de la realidad, el pretender saber ya lo suficiente”.

Y para realizar lo mejor posible esta misión es necesario “dejar la actitud de juez y ponerse el traje de pedagogo, del que es capaz de hacer salir de la Iglesia y de sus ministros las potencialidades del bien que Dios no deja de sembrar”.

Además, les ha animado a no esperar que el terreno esté listo, sino a tener la valentía de ararlo con sus propias manos, “sin tractores y otros medios más eficaces de los que no podremos nunca disponer”.   

Para concluir, el Pontífice ha recordado que la misión que un día desempeñarán les llevará a todas las partes del mundo. A Europa, “necesitada de despertarse”. A África, “sedienta de reconciliación". A América Latina, “hambrienta de alimento e interioridad”. A América del Norte, que “intenta redescubrir las raíces de una identidad que no se define a partir de la exclusión”. A Asia y Oceanía, “desafiadas por la capacidad de fermentar en la diáspora y dialogar con la variedad de culturas ancestrales”.


 

                

                    

    

            

        

 

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El Papa: la paz debe ser no solo buscada sino construida
 

El Papa recibe a la B'nai B'rith International y recuerda la labor a favor de la amistad entre judíos y católicos de san Juan XXIII y san Juan Pablo II

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Judíos y católicos “estamos llamados a orar y trabajar juntos por la paz”. Son muchos, por desgracia, los países y regiones del mundo que viven en una situación de conflicto, en particular en Tierra Santa y en Oriente Medio, y que requieren un compromiso valiente por la paz. Una paz que no puede ser solamente deseada sino buscada y construida con paciencia y tenacidad con la participación de todos, especialmente de los creyentes.

Así lo ha indicado el santo padre Francisco al recibir esta mañana a una delegación de la B'nai B'rith International, (en español ''Los Hijos de la Alianza''). Se trata de una organización no gubernamental judía de carácter filantrópico, fundada en Estados Unidos en 1843, que combate el antisemitismo en todas sus formas y promueve los derechos humanos,

La B'nai B'rith estableció contactos con la Santa Sede a partir de la promulgación de la declaración conciliar Nostra Aetate. Hecho que, tal y como ha asegurado el Papa, ''constituyó un hito en el camino de la comprensión mutua y el respeto entre judíos y católicos, sobre la base del gran patrimonio espiritual que, gracias a Dios, tenemos en común''.

Del mismo modo, Francisco ha señalado en su discurso que durante las últimas cinco décadas “el diálogo entre la Iglesia católica y el judaísmo ha dado grandes pasos y sobre todo han crecido la confianza y el aprecio mutuo”. También ha observado que hay muchos ámbitos en los que judíos y cristianos colaboran por el bien de la humanidad. El respeto a la vida y a la creación, la dignidad humana, la justicia, la solidaridad --ha indicado-- pueden vernos juntos en favor del desarrollo de la sociedad y para asegurar un futuro de esperanza a las generaciones venideras.

Francisco ha querido recordar con profunda gratitud a todos los que han trabajado a favor de la amistad entre judíos y católicos, mencionando en particular a san Juan XXIII y san Juan Pablo II. Del papa Roncalli ha destacado que salvó a muchos judíos durante la Segunda Guerra Mundial, se reunió con ellos varias veces y quiso con fuerza un documento conciliar sobre este argumento. Del Papa polaco ha subrayado que  “siguen vivos en nuestra memoria algunos gestos históricos como la visita a Auschwitz y al Templo Mayor de Roma”.

Y así, el Pontífice ha concluido su discurso asegurando que “sobre sus huellas, con la ayuda de Dios, quiero seguir caminando, alentado también por las hermosas experiencias de encuentro y amistad que viví en Buenos Aires”.

 

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Papa y Santa Sede


En Filadelfia no será un evento ideológico, sino de las familias
 

Presentan la Jornada Mundial de la Familia que se celebrará en EEUU, con la participación del Papa. Regalarán 200 mil copias del evangelio para La Habana, Marsella, Hanoi, Sidney y Kinshasa

 

Por Sergio Mora

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La Jornada Mundial de la Familia en Filadelfia que se realizará del 22 al 25 de Septiembre, y que contará con la presencia del papa Francisco, ha sido presentada este jueves en la Sala de Prensa de la Santa Sede, por el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, por Mons. Vincenzo Paglia, por el arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Joseph Chaput, y por el obispo local Jhon McIntyre, además de un matrimonio de la tercera edad de la ciudad de Filadelfia, casado desde hace cincuenta años.

Se esperan entre uno y dos millones a los maxi eventos, como la misa del Papa, y unas 15 mil personas que participarán a las conferencias y eventos sobre la familia.

“Faltan solamente tres meses para el encuentro mundial de las familias en Filadelfia”, recordó Mons. Paglia, y precisó que el 26 esperamos al papa Francisco, en un evento “en el que nunca se ha reunido tanta gente, según los técnicos de EEUU”, indicó Mons. Paglia.

En “Filadelfia, en la ciudad de la Independencia --prosiguió el arzobispo italiano-- la campana tocará en favor de la familia”. Y subrayó: “No la ideología de la familia, sino las familias, con delegaciones que vendrán desde todo el mundo”.

Porque se verá durante el evento que “la familia, en realidad es el recurso más importante de nuestras sociedades” y para ello “presentaremos algunas investigaciones científicas realizadas estos años en el mundo”. La familia sigue siendo un recurso fundamental, “aunque no se hable de ellas y a veces sean maltratadas y apaleadas”.

Precisó también el arzobispo de Terni, que “la familia es un bien de la humanidad, que no pertenece a una religión o a otra”. Y por ello se contará “con la presencia de gente de todo el planeta”.

En esa fecha “los obispos estarán aquí en Roma con el sínodo y en Filadelfia miles de familias reunidas”.

En el marco del encuentro, se regalarán 200 mil copias del evangelio de Lucas, para las periferias de las ciudades de La Habana, Marsella, Hanoi, Sidney y Kinshasa.

Con el sínodo en Roma, concluyó se hará un nuevo esfuerzo para las familias, apuntando a una única familia, conectando a ella la última encíclica del papa Francisco.

Mons. Paglia añadió que el Instrumentum laboris será un instrumento de profundización, y la idea de una Iglesia sinodal encuentra en Filadelfia una expresión válida. Podrán participar todo tipo de familias y ninguna tiene que sentirse excluida, dijo el arzobispo italiano, que añadió: “Si alguna se siente afuera dejo las 99 y voy a buscarla”.

El obispo de Filadelfia Mons. Chaput, por su parte, indicó que “será un evento magnífico para nuestra ciudad, y le agradecemos al alcalde. Es un evento que estamos planificando desde hace tres años”.

Precisó que el congreso dedicado a las familias, del 22 al 27 de septiembre, contará con la participación activa de unas 15 mil personas de todo el mundo. “Una oportunidad para entender que la familia es en punto focal de la sociedad”. Y que los dos últimos días contará con la participación del papa Francisco durante su visita a Estados Unidos.

Añadió que habrá también una celebración intercultural de la familia el sábado por la noche, y contará con un gran concierto de Andrea Bocelli, lo que ha despertado gran interés en Estados Unidos. Y con la participación de la filarmónica de Filadelfia.

Y el domingo por la tarde será la misa celebrada por el papa Francisco, que tomará parte en otros momentos del evento.

Participarán también de las conferencias, un mormón y un rabino, quienes indicarán la importancia que la familia tiene entre sus fieles.

Indicó que participarán más de 10 mil voluntarios, y que “se está elaborando un plan específico de transporte público así como la seguridad y sanidad”. Sobre los alojamientos “tenemos una gran capacidad de acogida en los hoteles, pero también en áreas cercanas”. Además “habrá familias que abrirán sus casas”.

Respondiendo a las preguntas indicó que se gastarán unos 2 millones de dólares en seguridad y que se han dado becas para permitir la participación de las diócesis más pobres.  

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Turkson: "La encíclica del Papa ayuda a todos a descubrir su rol en la salvación del planeta”
 

El presidente del Pontificio Consejo ‘Justicia y Paz’ que ha colaborado en la redacción del documento, expresa sus esperanzas y observaciones

Por Deborah Castellano Lubov

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La encíclica del papa Francisco pretende promover la “nobleza” del mercado y advertir sobre el deseo excesivo de buscar ganancias. Así el cardenal ghanés Peter Turkson, sintetiza el mensaje del Pontífice en  Laudato Si’. En una entrevista con ZENIT, el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, que además ha colaborado con la elaboración del texto expresa sus esperanzas después de la publicación del documento papal que, según afirma, “es una encíclica colegial, destinada a todas las personas” y responde a las fuertes reacciones que se han generado, sobre todo en ciertos ámbitos económicos.

                                                                                                         ***

¿Están satisfechos con el resultado de la encíclica? ¿Cuáles son sus esperanzas al respecto?
-- Card. Turkson: Sí, estoy satisfecho. Ha sido realmente un documento muy esperado, con grandes expectativas. Había como ‘hambre’ por el mensaje del Santo Padre sobre ciertos temas. Por tanto, hemos sentido el deber de responder a este deseo, a causa también de tantas situaciones que se verifican hoy en el mundo. No tengo motivos para no estar feliz. El mundo necesita un liderazgo creíble sobre el argumento. Me he alegrado con el papa Francisco por esto y por toda la perseverancia que ha sido necesaria para alcanzar un resultado como este. Soy muy optimista con las reacciones que suscitará el documento. Su contenido es positivo. Es una encíclica muy concreta y extensa. Además, nuestro dicasterio ha desarrollado varias actividades antes de la realización para preparar a los prelados locales para la publicación. Y las Conferencias Episcopales están preparadas para ‘celebrar’ el contenido, que invita a todos a desempeñar un rol. A todos.

El Santo Padre, en la encíclica, hace algunas declaraciones fuertes sobre temas como el trabajo y los mercados. Algunos no se han quedado muy satisfechos con esto. ¿Quisiera responder a estas interpretaciones?
-- Card. Turkson: ¿Cómo hago para dar una respuesta breve a algo que requiere una larga explicación? Nada en esta encíclica es realmente una novedad. El papa Francisco no está atacando el mercado ni los negocios, que para él son una “noble vocación” como afirmó en su carta del 2014 al World Economic Forum, con ocasión de la reunión anual en Davos-Klosters (Suiza). El Santo Padre ha expresado aprecio por los hombres de negocios, exhortándoles a ponerlos al servicio de los pobres. Cuando se mira a estos aspectos, uno no ve un ataque del Papa. Más bien es un aprecio por el trabajo junto a la invitación de usarlo no para el beneficio personal y las ganancias, sino para los pobres y el bien común.

Dios ha confiado el don del trabajo a la humanidad, como vocación. Como tal, debemos colaborar con Dios, continuando con su obra de creación. Creo que lo que el Papa está diciendo es que la “noble profesión” de los negocios puede ser distorsionada. Ya no queda en su forma pura, sino que se deforma de alguna manera, a causa de la tendencia a que nos afecte el deseo de ganar, las carencias éticas, etc. Esto hace que las empresas pierdan su “nobleza”. El papa Francisco está estigmatizando al mundo de los negocios bajo la influencia del pecado, o bajo la debilidad humana. Y no lo hace para criticar, sino para invitar a la humanidad a asumir las propias responsabilidades, recordando que no podemos hacerlo solos, sino que necesitamos la gracia de Dios.

Un ejemplo de esto es la Caritas in Veritate, la tercera y última encíclica de Benedicto XVI y su primera encíclica social, en la que el Papa emérito observa que la globalización nos hace vecinos y no hermanos, porque esto requiere la gracia de Dios. En la encíclica, firmada el 29 de junio y publicada el 7 de julio de 2009, Ratzinger se interesó por los problemas del desarrollo global y del progreso hacia el bien común, sosteniendo que tanto el amor como la verdad son elementos esenciales para una respuesta eficaz.

Hay puntos específicos dirigidos a los líderes políticos, emprendedores, líderes religiosos, financieros y las agencias de ayuda, pero el trabajo en su conjunto se dirige también a todos los hombres de buena voluntad.

Muchos observan que el papa Francisco ha hecho la Iglesia más “aceptable” para la sociedad. ¿Cree que finalmente conseguirá convencer al mundo que la Iglesia respeta completamente la verdad científica?
-- Card. Turkson: Vale la pena recordar que la relación entre ciencia y religión siempre ha sido una cuestión debatida. Algunos ven una dicotomía, porque sus métodos son diferentes… Pero la línea de fondo es que, más que concentrarse en las diferencias entre estudios y metodologías, sería necesario centrarse en el punto común entre ambos, que es lo mismo, es decir, la persona humana. Cuando se reflexiona sobre esto, te das cuenta lo miope que es el esfuerzo de limitar el estudio de la persona humana a solo un aspecto de su existencia, tanto física como espiritual. Como persona, el hombres no es solo un cuerpo o acción, sino también un alma, y no hay ninguna contradicción entre ciencia y fe. Se sostienen la una a la otra.

En Caritas in Veritate, Benedicto XVI pide un diálogo entre fe y razón, todos los tipos de razón: científica, financiera, económica… Él explica que la razón puede desarrollar ‘puntos ciegos’, que precisamente la religión y la fe pueden ayudar a descubrir. Pero la fe requiere también de la razón para hacerla más concreta.  La Iglesia anima así al diálogo entre estas dos cualidades de la persona humana que busca la verdad. Dos cualidades que no perjudican una a la otra, sino que se relacionan entre ellas. Después de todo, una persona es tanto fe como razón. Por tanto, estamos llamados a reconocer en las palabras del papa Francisco una voz influyente y creíble. La gente aprecia esta autenticidad. Lo vemos también en nuestro dicasterio a través de las cartas que envían distintos grupos de personas, llenas de alabanzas no solo de parte de los cristianos, sino también de musulmanes por ejemplo.

¿Cómo puede tener la encíclica un efecto sobre los cristianos en su vida cotidiana?
-- Card. Turkson: La encíclica está dirigida a todos, cada uno según su propia vocación. Puede ayudar a cada persona, de forma también personal, a desarrollar un papel para contribuir a salvar el planeta. Recuerda a todos mirar el propio estilo de vida y las propias costumbres para ser coherentes con la propia esperanza por el futuro del mundo. Cuando comemos o hay una bolsa, se puede pensar en la forma correcta de deshacerse de los desechos. O, por ejemplo, se puede usar la bicicleta en vez de ir en coche u otro vehículo… Se puede ahorrar corriente. Son solo algunos ejemplos que pueden servir a quien busca distintas opciones para contribuir a salvar el planeta que nos ha dado Dios.


 

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Mundo


Quito: jornada de trabajo común prepara la llegada del Papa
 

La "Minga Quiteña" convocada por el alcalde va a embellecer la ciudad. El Santo Padre llegará a Ecuador dentro de diez días 

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

Una jornada de trabajo común, una “Minga Quiteña”, ha sido convocada para este sábado 27 de junio, desde las 7 de la mañana hasta el medio día, en toda la ciudad de Quito. Además, 14 barrios de cinco sectores de la zona centro ya han confirmado su participación.

Lo anunció el martes pasado el alcalde Mauricio Rodas y lo publicaron diversos medios locales. El objetivo de esta actividad “es mejorar la imagen de la ciudad por la llegada del papa Francisco, prevista del 5 al 7 de julio”, indicó Rodas en rueda de prensa. También precisó que “el objetivo es incentivar a todos los habitantes de Quito a ser parte de estos esfuerzos por cuidar la ciudad, rescatando los valores de trabajo colectivo, vecindad, solidaridad, amabilidad, para juntos mostrar un nuevo rostro de la ciudad”.

Las actividades que se realizarán durante el sábado son limpieza y pintura de las viviendas, aseo de los accesos a las casas, colocación de flores en los balcones y el embanderamiento de Quito. Para lograr este fin trabajarán funcionarios de dependencias municipales como la Epmmop, Epmaps, Bomberos, Secretaría de Cultura y Quitoturismo, entre otras.

En sus declaraciones, Rodas añadió que las personas interesadas en las actividades de la minga podrán comunicarse con una línea gratuita y precisó que además se establecerá un centro monitoreo de todas las acciones que se realicen durante la “Minga Quiteña”.

Otro de los lugares en donde los trabajos se realizan con ahínco es el convento de San Francisco. Allí el Papa tendrá un encuentro con la sociedad civil el 7 de julio. Los trabajos de limpieza y recuperación del templo los están realizando estudiantes y personal de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

(HSM) (RLG)

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Repercusiones a la encíclica Laudato si' en la prensa española
 

Han hecho hincapié en las cuestiones ecológico-ambientales y generalmente han olvidado lo que Francisco llama una “ecología integral”

Por Iván de Vargas

Madrid, (ZENIT.org)

La encíclica Laudato si' del papa Francisco ha tenido una amplia repercusión en los principales medios de comunicación de España. El documento ha causado reacciones importantes y grandes titulares en la mayoría de los diarios nacionales, tanto impresos como en Internet. La expectativa era muy alta, y se ha visto reflejada en los espacios dedicados a la carta papal, que ha sido apodada por muchos como la “encíclica verde”.

Por lo general, la prensa ha hecho hincapié en lo que dice el Pontífice sobre cuestiones ecológico-ambientales. Han tenido un gran eco temas como la responsabilidad de las industrias en el llamado “cambio climático” y la producción de gases contaminantes, o la mentalidad mercantilista que privilegia el beneficio de grupos de interés por encima del cuidado de la tierra, lo que a su vez afecta de manera más acentuada a los desfavorecidos. Pero con frecuencia se han obviado casi por completo las otras partes del documento, en las que aparece la verdadera propuesta del Santo Padre, que está lejos de ser una simple crítica a la degradación del hábitat provocada por el hombre, y que consiste en lo que Francisco llama una “ecología integral” basada en la visión cristiana del ser humano y de la creación, además de las interesantes “líneas de orientación y de acción” y la invitación a una “educación y espiritualidad” auténticamente ecológicas.

A pocos días de haberse promulgado el texto, ZENIT le propone echar un vistazo a la repercusión que ha tenido su publicación en los medios seculares. Ciertamente es imposible abarcarlos a todos, pero se puede tener una idea general revisando algunos de los más importantes.

Así, el diario 'El País' ha titulado su información: “El Papa urge a la política a liberarse del yugo del poder económico”. La tesis de fondo del corresponsal Pablo Ordaz es que la encíclica “critica la sumisión de los gobiernos ante las empresas”. Para el periodista afincado en Roma, el Pontífice “urge una y otra vez a los políticos a liberarse del yugo de los poderes económicos y gobernar a favor de la gente y de la tierra”.

Por su parte, el periódico 'El Mundo' ha destacado que “el Papa pide una 'revolución cultural' para salvar el planeta”. La periodista Soraya Melguizo define el documento como “una encíclica ecológica que va mucho más de una advertencia sobre las consecuencias de la explotación medioambiental”. En el texto, apunta Melguizo, Francisco se muestra muy “crítico” con el mercado, la economía global y los poderes políticos.

En el diario 'Abc', el corresponsal en el Vaticano, Juan Vicente Boo desgrana “los 20 puntos clave de 'Laudato si', la encíclica ecológica del Papa”. El periodista español dice que el Pontífice “reconoce que la sociedad está cambiando y que es momento de controlar la contaminación para cuidar el clima”. Además, “busca sacudir las conciencias de “todos” e influir en la próxima Cumbre del Clima de París, que se celebra a final de año” y “persigue cerrar un acuerdo mundial que sustituya al Protocolo de Kioto”. En este documento, “que se ha convertido en la primera encíclica sobre ecología en la historia de la Iglesia”, el Santo Padre “se enfrenta a las empresas petroleras y a los poderosos mercados financieros sin pelos en la legua, y pide a todos los ciudadanos del planeta un cambio de estilo de vida”, asegura Boo. Y concluye indicando con palabras del Papa que “no se trata solo de mitigar los desastres del cambio climático sino de impedir que “la tierra, nuestra casa, se transforme en un inmenso depósito de inmundicias””.

También el periódico 'La Razón' ha apostado por la idea de que “el Papa pide cambiar de vida para no maltratar la Tierra”. En un artículo firmado por Darío Menor, el corresponsal en Roma afirma que Francisco pide “una nueva alianza entre el hombre y la naturaleza”. En su opinión, se trata de “un texto valiente y contundente que propone un cambio radical en la forma de concebir la protección del medio ambiente”. Ya que, el Pontífice “denuncia el impacto del hombre en el cambio climático y lamenta que son los pobres quienes sufren las peores consecuencias del maltrato al que el ser humano somete a la Tierra”. Además, el Santo Padre advierte que “ni las empresas ni los políticos están a la altura de los grandes desafíos que afronta hoy el mundo”. De hecho, “lamenta que las decisiones que condicionan la vida de millones de personas se toman sólo según los criterios económicos”. Finalmente, “dice que los políticos son responsables de su propio descrédito debido a los abundantes casos de corrupción que surgen en naciones de todo el planeta”.

Por último, el diario 'La Vanguardia' ha propuesto un titular sugerente: “Los 10+1 mandamientos ambientales del papa Francisco”. Antonio Cerrillo, periodista especializado en medio ambiente y Premio Nacional de Periodismo Ambiental 2004, reconoce que la encíclica “es una amplia y profunda reflexión sobre los grandes problemas que atenazan a la humanidad, con propuestas para un cambio de valores centradas en una espiritualidad ecológica”. “Reducir el calentamiento del planeta, combatir la pobreza, redefinir la idea de progreso, refundar las finanzas o controlar la ciencia en favor del hombre son algunos pilares” del esperado documento, subraya el veterano periodista en su artículo.

La humanidad, en su relación con el medio ambiente, se enfrenta a desafíos clave, que requieren también políticas adecuadas. En este sentido, los expertos consideran que Laudato si' puede y debe tener un impacto en estos procesos. Ya un rápido examen de su contenido demuestra que tiene una naturaleza magistral, pastoral y espiritual, cuyo alcance, amplitud y profundidad no pueden reducirse solamente al ámbito de las políticas ambientales.

 

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España: la crisis económica no puede afectar a ciertos derechos humanos
 

Cáritas presenta un informe ante la ONU. Denuncia las devoluciones sumarias y la Ley de Seguridad Ciudadana. Reclama la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil y la Ley Hipotecaria

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Cáritas Española, representada por Sonia Olea Ferreras, ha intervenido este jueves en Ginebra, por delegación expresa de Cáritas Internationalis, durante la 29ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU con motivo del segundo Examen Periódico Universal (EPU) al que se somete España.

La experta del Equipo de Incidencia y Comunicación de Cáritas ha señalado que la crisis económica ha comportado riesgos para el acceso y la protección de los diversos derechos humanos de las personas en situación más vulnerable, especialmente en los ámbitos de la vivienda, las migraciones, la protección de la seguridad ciudadana y la cooperación internacional. Si bien ha expresado  "su reconocimiento a España por el número significativo de recomendaciones formuladas durante este segundo EPU".

El Examen Periódico Universal (EPU) es un mecanismo establecido por el Consejo de Derechos Humanos con la finalidad de mejorar la situación de los derechos humanos en cada uno de los 193 países miembros de la ONU.

En primer lugar, Olea ha indicado la necesidad de "llevar a cabo el II Plan de Derechos Humanos y de los mecanismos dirigidos a dar cumplimiento a las recomendaciones internacionales en dicha materia; así como a la firma  de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de los trabajadores migrantes y de sus familiares".

Además la representante de Cáritas ha solicitado la "derogación" de la parte de Ley de Protección a la Seguridad Ciudadana que permite  devoluciones sumarias de inmigrantes africanos que ingresan desde Ceuta y Melilla, y ha recordado que "toda persona, según la Constitución y la normativa de aplicación española, tiene derecho a un procedimiento administrativo de expulsión o devolución, con todas las garantías en el acceso a la justicia".

Siempre sobre la actual Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, se ha puesto el acento en "la creación de sistemas de seguimiento y observatorio" para auxiliar a personas "en situación de exclusión social y vulnerabilidad severa, lo que supondría una criminalización de la pobreza".

Y se ha pedido seguir profundizando en la creación de herramientas de intervención contra la discriminación racial y étnica.

Cáritas ha valorando muy especialmente "el esfuerzo que el Gobierno ha realizado con diversas medidas de ayuda a los deudores hipotecarios". Si bien pidió una reforma en profundidad de la Ley de Enjuiciamiento Civil y de la Ley Hipotecaria, así como la articulación de medidas estatales como un Pacto de la Vivienda".

Otro de los puntos señalados por Olea ante el Consejo ha sido el de la trata de seres humanos. "Aunque en España, en los últimos años, se han articulado políticas públicas en la lucha contra la trata, orientadas únicamente a combatir la trata con fines de explotación sexual, hace falta todavía una Ley donde se contemplen las actuaciones contra la trata de seres humanos en todas sus formas con objeto de garantizar la protección y asistencia a las víctimas de manera integral", ha subrayado.

El último aspecto abordado por la experta de Cáritas ha sido el de la política de cooperación internacional, "que necesita ser asumida como una política pública, construida y ejecutada por el conjunto de actores de la cooperación española y que cuente con la necesaria disponibilidad presupuestaria". "Es una responsabilidad del Reino de España cumplir tanto con los compromisos establecidos en el Pacto de Estado de 2007 en esta materia como con las obligaciones jurídicamente vinculantes derivadas de los instrumentos de los derechos humanos suscritos por España, o las que emanan del Tratado de Lisboa", ha insistido.

Para Cáritas, "es imprescindible avanzar en los aspectos expuestos ante el Consejo para seguir trabajando por el gran logro que la sociedad española ha tenido en las últimas décadas: el acceso de todas las personas a los derechos humanos. La crisis económica no puede ni debe ser excusa para que esto no sea así, porque una sociedad siempre será medida y examinada por cómo trata los más pequeños --o los que más sufren-- en los momentos de mayor dificultad".

EPU

El Examen Periódico Universal (EPU) es un nuevo y único mecanismo del Consejo de Derechos Humanos con el objeto de mejorar la situación de derechos humanos en el terreno de cada uno de los 193 Países miembros de la ONU. 

Bajo este mecanismo, la situación de derechos humanos de todos los Países miembros de la ONU es revisada cada 4-5 años. 42 Estados son revisados cada año durante 3 sesiones del Grupo de Trabajo, dedicadas a 14 Estados cada una. Estas 3 sesiones se celebran normalmente en enero/febrero, mayo/junio y octubre/noviembre.

El resultado de cada revisión es reflejado en un "informe final" que lista las recomendaciones que el Estado examinado tendrá que implementar antes de la próxima revisión.

El EPU es un proceso circular que comprende 3 etapas claves: el examen de la situación de derechos humanos del Estado examinado; la implementación entre dos revisiones (4-5 años) por el Estado examinado de las recomendaciones recibidas y las promesas y compromisos voluntarios hechos; e información en la próxima revisión de la implementación de esas recomendaciones y promesas, y de la situación de derechos humanos en el país desde la revisión anterior.

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Espiritualidad y oración


Pasión por el cosmos
 

Reflexiones del obispo de San Cristóbal de Las Casas sobre la nueva encíclica del papa Francisco

Por Mons. Felipe Arizmendi Esquivel

San Cristóbal de las Casas, (ZENIT.org)

 

VER

Yendo en visita pastoral a unas comunidades de la parroquia de La Trinitaria, observé que hay muchos terrenos donde hay sólo piedras y nada se produce. Me dijeron que hace años todo ese espacio estaba lleno de árboles. Los campesinos, para tener con qué comer, los tiraron y empezaron a sembrar maíz y frijol. Al principio, había tierra buena, producida por las hojas de los árboles; pero, con el tiempo, la lluvia se fue llevando esa tierra negra y sólo quedaron piedras. Durante un tiempo, entre piedra y piedra había algo de tierra buena y allí seguían sembrando; pero ni eso quedó. Ahora nada se produce y la gente tiene que emigrar, para buscar otras alternativas de vida. Esto mismo se puede observar en algunas partes entre Comitán y San Cristóbal, y sobre todo en terrenos de Zinacantán, camino hacia Tuxtla. Sólo quedan piedras, donde antes había árboles y vida.

En nuestra diócesis, preocupados por la creciente destrucción de la riqueza natural de Chiapas, hace dos años organizamos un Congreso sobre la Pastoral de la Madre Tierra. Al principio, algunos abordaban este asunto como lo trataría cualquiera ONG; pero poco a poco fuimos valorando que el tema tiene hondas raíces bíblicas y no es algo ajeno a nuestra pastoral profética, litúrgica y social. Ahora, ha ido creciendo el interés por darle esta dimensión integral y algo vamos logrando en el cuidado y protección no sólo de la tierra, sino de todo el cosmos.

 

PENSAR

El actual Papa nos acaba de enviar una carta encíclica, titulada Laudato si’, en que nos invita a reflexionar sobre el cuidado de la casa común. Se inspira en el Canto de las Creaturas de San Francisco de Asís, que dice: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba».

Entre muchas reflexiones, resalto algunas frases: “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22).

Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva” (Nos. 1,2 y 14).

La visión del Papa, sin embargo, no se reduce al medio ambiente, a la cuestión ecológica en un sentido restringido, sino que incluye el cuidado de toda vida, desde la incipiente en el seno materno, como la considerada inútil en la vejez o en la enfermedad. Esto es muy importante, porque algunos defensores apasionados por el cuidado de la madre tierra, son impulsores del aborto y del que el Papa llama descarte de los seres humanos, por la pobreza, la falta de trabajo y de educación. La visión, pues, es integral.

 

ACTUAR

Invito a leer, meditar y difundir esta encíclica, a nivel personal y familiar, y sobre todo en nuestros grupos pastorales. No es oportunismo ideológico, sino un llamado del Espíritu para salvar a la humanidad de un desastre que pareciera inminente e irreversible. Tenemos tiempo aún.

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San Josemaría Escrivá de Balaguer - 26 de junio
 

«Fundador del Opus Dei. Juan Pablo II lo denominó el santo de la vida ordinaria. Piadoso desde la infancia, creció bajo el amparo de María. Fue un intrépido apóstol. Pudo ver en vida cómo su obra recibía la estima de papas y prelados»

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

«Cristo no nos pide un poco de bondad, sino mucha bondad. Pero quiere que lleguemos a ella no a través de acciones extraordinarias, sino con acciones comunes, aunque el modo de ejecutar tales acciones no debe ser común», decía el fundador del Opus Dei, un hombre que no ha dejado a nadie indiferente; no lo hizo en vida, ni después de traspasar las fronteras del cielo. Le han escoltado luces y sombras. Sin embargo, fue un aragonés noble, sencillo, que iba creciendo sin otro afán que abrir surcos en su acontecer para llenarlos de Dios, un apóstol que no cesó de evangelizar a tiempo y a destiempo, una persona con un carisma innegable que tuvo la gracia de llegar al corazón de la gente, un apasionado de Cristo y de María, fiel a la Iglesia.

Nació en Barbastro, Huesca, España, el 9 de enero de 1902, y tuvo en su hogar la primera escuela de fe. Envuelto en ternura, se nutrió con la piedad que le inculcaron sus padres. Se percibe en su vida el influjo del remanso de paz y de cariño que vistió su cuna. La promesa materna de llevarlo ante la Virgen al santuario de Torreciudad, le rescató de una previsible muerte a sus 2 años. Inquieto, enredado a veces en infantiles rabietas y escudado en su timidez, escuchaba de su madre sentencias de gran valor espiritual: «Josemaría, vergüenza sólo para pecar». Los ecos de la sabiduría que tuvo cerca se aprecian en «Camino», que ha alumbrado espiritualmente a muchas generaciones.

Vivió la dolorosa pérdida de tres hermanos. Sus ojos infantiles, aturdidos por las desgracias, le hacían temer su propia muerte, pero su madre le tranquilizaba recordándole que a él le protegía la Virgen. En su adolescencia la familia se trasladó a Logroño por haber quebrado el comercio que regentaban en Barbastro. Era muy observador y en las gélidas navidades de 1917 se percató de la presencia de un carmelita que caminaba descalzo por la nieve llevado de su amor a Dios. Las huellas que fue dejando impregnaron su espíritu de un irresistible deseo de ofrecer su vida. Abrió las puertas de su corazón y por ellas penetró la vocación al sacerdocio. Sus padres le apoyaron. Cursó estudios en Logroño y en Zaragoza, donde el cardenal Soldevilla, que apreció sus virtudes y cualidades, le designó inspector del seminario.

En 1923 inició la carrera de derecho. Solía acudir a la basílica del Pilar haciendo confidente a la Virgen de todas sus cuitas. Su padre murió en 1924, y al año siguiente fue ordenado sacerdote. Su primer destino fue Perdiguera. Allí en su breve estancia realizó una edificante labor pastoral dejando un recuerdo inolvidable en los fieles, labor también manifiesta en la parroquia zaragozana de san Pedro Nolasco, entre otras. Tenía don de gentes y gran sentido del humor.

En 1927 fue autorizado a culminar su preparación en Madrid, y comenzó a impartir clases de derecho en una academia. Los destinatarios de su apostolado fueron, además de los enfermos del patronato regido por las Damas Apostólicas, moradores de barrios de la periferia: modestas familias; un entorno cuajado de carencias y marcado por el dolor. Esta vertiente no colmaba del todo sus anhelos. De su interior brotaba la urgencia de llevar el evangelio por doquier. El 2 de octubre de 1928 en la iglesia de los Paules vio la inmensidad de un camino de santidad fraguado en la vida ordinaria al que todos eran llamados. Cada uno desde su lugar de trabajo se convertiría en heraldo para los demás de esa verdad que es Cristo, siempre al servicio de la Iglesia. Adelantándose al Concilio Vaticano II, recordó la invitación universal a la santidad, algo inusual en la época. Poco a poco, a través de amigos, profesores, estudiantes y sacerdotes fue constituyéndose el Opus. Rosario, misa y comunión diarias, oración, lecturas espirituales, disciplinas…, conformaban el ideario a seguir. Comenzó con varones, y a partir febrero de 1930 lo hizo extensivo a las mujeres. Un ingeniero argentino se afilió a la Obra y tras él fueron llegando otros miembros. En agosto de 1931, a través de una moción divina percibida mientras oficiaba la misa, entendió que «los hombres y mujeres de Dios» izarían «la Cruz con la doctrina de Cristo sobre el pináculo de toda actividad humana... Y vi triunfar al Señor, atrayendo a Sí todas las cosas».

Los inicios no fueron fáciles. Se refugiaba en la oración y ofrecía sus mortificaciones. Sufrió la pérdida de tres de los integrantes principales, y tuvo que volver al punto de partida. Mientras, iba adentrándose en los senderos de la mística, invadido de amor por el Padre, conciencia filial que forma parte del carisma que dio a fundación. Hacía partícipes de sus sueños apostólicos a los estudiantes de Dya, academia fundada por él, animándoles a leer la vida de Cristo y a meditar en su Pasión.

Entre 1934 y 1935 trasladó el centro a una calle céntrica madrileña, donde escribió Consideraciones Espirituales, el conocido «Camino» que vería la luz como tal en 1939. La Guerra Civil le puso en peligro de muerte; tuvo que refugiarse en un psiquiátrico y padeció incontables penalidades. Huyo a Barcelona y a Andorra. Luego pasó por Pamplona y se estableció en Burgos; allí dio nuevo impulso a la Obra. En 1939 volvió a Madrid. Comenzó a impartir numerosos retiros espirituales, y en 1941 surgieron sus detractores cargados con dardos de incomprensión, maledicencia, calumnias y falsedades, carcomidos por la envidia. En 1944 se ordenaron los primeros sacerdotes.

En 1946 viajó a Roma buscando la aprobación que le concedió Pío XII; luego se entrevistaría con Juan XXIII y con Pablo VI. La Obra se extendió por el mundo, alumbrada por él con su palabra, oración y penitencia, amparado en Cristo y en María, viajando incansablemente dentro y fuera de España. Gozó del apoyo de los pontífices y de muchos prelados. Padecía diabetes, y al final sufrió severas cataratas. Murió en Roma el 26 de junio de 1975. Juan Pablo II lo beatificó 17 de mayo de 1992 y lo canonizó el 6 de octubre del año 2002, denominándole el santo de la vida ordinaria.

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San Josemaría dedicó buena parte de su labor sacerdotal a las familias
 

A través de #JuneForFamilies, el Opus Dei ofrece en las redes sociales diferentes consejos de su fundador sobre el noviazgo, el amor matrimonial, la educación de los hijos y la vida familiar

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El 26 de junio la Iglesia celebra la fiesta de san Josemaría Escrivá de Balaguer, quien falleció en 1975, hace ahora 40 años. Con motivo de su canonización, el papa Juan Pablo II se refirió al fundador del Opus Dei como “el santo de la vida ordinaria". Durante su vida, san Josemaría dedicó buena parte de su labor sacerdotal a las familias.

En este año de oración por las familias y por el próximo sínodo, la Prelatura se está haciendo eco de sus consejos sobre el noviazgo, el amor matrimonial, la educación de los hijos y la vida familiar, tanto en la web como en redes sociales bajo el hashtag #JuneForFamilies.

Esta iniciativa “quiere ser un modo de unirse a la petición del papa Francisco para el 2015”, informa el Opus Dei en su página. Estas son las frases de san Josemaría que está proponiendo en Internet:

Noviazgo
1. Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado. (San Josemaría, Surco, n. 795)
2. No te olvides: el amor de Dios ordena mejor nuestros afectos, los hace más puros, sin disminuirlos. (San Josemaría, Surco, n. 828)
3. Los enamorados no saben decirse adiós: se acompañan siempre. (San Josemaría, Surco, n. 666)
4. El noviazgo debe ser una ocasión de ahondar en el afecto y en el conocimiento mutuo. Y, como toda escuela de amor, ha de estar inspirado no por el afán de posesión, sino por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza. (San Josemaría, Conversaciones, n. 105)
5. ¿Matrimonio a prueba? ¡Qué poco sabe de amor quien habla así! El amor es una realidad más segura, más real, más humana. Algo que no se puede tratar como un producto comercial, que se experimenta y se acepta luego o se desecha, según el capricho, la comodidad o el interés. (San Josemaría, Conversaciones, n. 105)
6. Vosotros habéis experimentado, como yo, que la persona enamorada se entrega segura, con una sintonía maravillosa, en la que los corazones laten en un mismo querer. (San Josemaría, Amigos de Dios, n. 220)
7. Que os queráis, que os tratéis, que os conozcáis, que os respetéis mutuamente, como si cada uno fuera un tesoro que pertenece al otro. No olvidéis que está Dios Nuestro Señor delante, que os ve, que os oye. (San Josemaría, Caracas, 11-2-1975)
8. El matrimonio es una acción de Jesús, que invade el alma de los que se casan y les invita a seguirle, transformando toda la vida matrimonial en un andar divino en la tierra. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, 28)

Amor matrimonial
1. Evitad la soberbia, que es el mayor enemigo de vuestro trato conyugal (San Josemaría, Es Cristo que pasa, 26).
2. ¿Te ríes porque te digo que tienes “vocación matrimonial"? —Pues la tienes: así, vocación. (San Josemaría, Camino, n. 27)
3. El amor debe ser recuperado en cada nueva jornada, y el amor se gana con sacrificio, con sonrisas y con picardía también. (San Josemaría, Conversaciones, n. 107)
4. Las torrenteras de las penas y de las contrariedades no son capaces de anegar el verdadero amor: une más el sacrificio generosamente compartido. (San Josemaría, Conversaciones, n. 91)
5. Que procuréis ser siempre jóvenes, que os guardéis enteramente el uno para el otro, que lleguéis a quereros tanto que améis los defectos del consorte. (San Josemaría, Valencia, 18-11-1972)
6. El secreto de la felicidad conyugal está en lo cotidiano, no en ensueños. Está en encontrar la alegría escondida que da la llegada al hogar; en el trato cariñoso con los hijos, en el buen humor ante las dificultades. (San Josemaría, Conversaciones, n. 91)
7. El amor es sacrificio. De modo que el casado tiene que amar a su mujer, y demostrárselo. ¡No seáis tacaños! Hay que ser un poco novios toda la vida; y si no, no va. Ir a casa cansado, poniendo una cara larga... ¡no va! Vuestra mujer necesita dos besos vuestros, cuando llegáis; pero sin comedia, con naturalidad, con afecto (Lisboa, 1972)
8. Es importante que los esposos adquieran sentido claro de la dignidad de su vocación, que sepan que han sido llamados por Dios a llegar al amor divino también a través del amor humano. (San Josemaría, Conversaciones, n. 93)

Educación de los hijos
1. Que vuestros hijos vean que procuráis vivir de acuerdo con vuestra fe, que Dios no está sólo en vuestros labios, que está en vuestras obras; que os esforzáis por ser sinceros y leales, que os queréis y que los queréis de veras. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 28)
2. No es camino acertado, para la educación, la imposición autoritaria y violenta. El ideal de los padres se concreta más bien en llegar a ser amigos de sus hijos: amigos a los que se confían las inquietudes, con quienes se consultan los problemas, de los que se espera una ayuda eficaz y amable. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 27)
3. Conviene escuchar a los hijos con atención, esforzarse por comprenderlos, saber reconocer la parte de verdad —o la verdad entera— que pueda haber en algunas de sus rebeldías. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 27)
4. Es justo que tus hijos también te haga sufrir un poco. Entonces, coges un día a aquel revoltoso, te lo llevas de paseo, le invitas a tomar algo y le dices: ¿sabes que yo, cuando tenía tu edad, hice sufrir a tus abuelos? ¡Fíjate!, les hice esta trastada y aquella otra, y me perdonaron enseguida. Ahora estoy tan dolido de haberlos hecho sufrir: ¡qué lástima! El entenderá, se dará cuenta de que tú eres capaz de comprenderle, de disculparle, y de amarle, con sus defectos. ¡También con sus defectos! Se irá corrigiendo, poco a poco. (San Josemaría, Enxomil-Oporto, 31-10-1972)
5. Hazme eco: no es un sacrificio, para los padres, que Dios les pida sus hijos; ni para los que llama el Señor, es un sacrificio seguirle. Es, por el contrario, un orgullo grande y santo, una muestra de predilección, un cariño particularísimo. (San Josemaría, Forja, n. 18)
6. Trátalos como querrías que te hubieran tratado, cuando tenías su edad. Sobre todo, con una confianza extremada. Más vale que te engañen una vez, que hacerles pensar que no les quieres bastante, que no tienes confianza en ellos. ¡Déjate engañar alguna vez, que no pasa nada! (San Josemaría, Enxomil-Oporto, 31-10-1972)
7. No olvidéis que entre los esposos, en ocasiones, no es posible evitar las peleas. No riñáis delante de los hijos jamás: les haréis sufrir y se pondrán de una parte, contribuyendo quizá a aumentar vuestra desunión. Pero reñir, siempre que no sea muy frecuente, es también una manifestación de amor, casi una necesidad. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 26)

Vida familiar
1. Al pensar en los hogares cristianos, me gusta imaginarlos luminosos y alegres, como fue el de la Sagrada Familia. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 22)
2. La armonía que reina entre los padres se trasmite a los hijos, a la familia entera y a los ambientes todos que la acompañan. Así, en cada familia auténticamente cristiana se reproduce de algún modo el misterio de la Iglesia, escogida por Dios y enviada como guía del mundo (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 30)
3. Hay que embeberse de esta lógica nueva, que ha inaugurado Dios bajando a la tierra. En Belén nadie se reserva nada. Allí no se oye hablar de mi honra, ni de mi tiempo, ni de mi trabajo, ni de mis ideas, ni de mis gustos. (San Josemaría, 14-2-1974)
4. Santificar el hogar día a día: crear, con el cariño, un auténtico ambiente de familia. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 23)
5. Cada hogar cristiano debería ser un remanso de serenidad, en el que por encima de las pequeñas contradicciones diarias, se percibiera un cariño hondo y sincero, una tranquilidad profunda, fruto de una fe real y vivida. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 22)
6. En la sencillez de tu labor ordinaria, en los detalles monótonos de cada día, has de descubrir el secreto —para tantos escondido— de la grandeza y de la novedad: el Amor. (San Josemaría, Surco, n. 489)
7. María lleva la alegría al hogar de su prima, porque “lleva” a Cristo (San Josemaría, Surco, n. 566) 

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