Al término de la primera jornada del Papa Francisco en Ecuador, el enviado de Radio Vaticano en Quito, Mario Galgano, entrevistó al Padre Federico Lombardi, Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de la emisora vaticana, quien, naturalmente forma parte del séquito papal, para preguntarle, ante todo, cómo se desarrolló el vuelo de trece horas de Roma a Ecuador:

“Fue un viaje muy sereno, según el esquema que el Papa utiliza durante el viaje de ida: mantiene un encuentro con los periodistas, pero que no es un encuentro tipo ‘rueda de prensa con respuestas a preguntas comunes’, sino un paso para saludar personalmente a cada uno desde cerca. Creo que es un momento muy bello e importante porque crea comunidad, crea comunión entre el Papa y los comunicadores que, de alguna manera, están llamados a la ‘misión’ de ayudar al Papa en su misión, multiplicando las voces y los mensajes. El Papa logra suscitar esto muy bien, con esta relación personal, que agrada mucho y que entra en los corazones. Este ha sido el momento principal, desde el punto de vista comunicativo, de este largo viaje, en el que después el Papa también pudo descansar, preparar sus discursos y rezar, como hace en estos casos”.

Ante la pregunta sobre el primer discurso del Santo Padre en respuesta al de bienvenida del Presidente de Ecuador, Rafael Correa, nuestro Director General nos dijo:

“El Papa tiene conciencia del momento histórico que viven estos países y de la importancia de ayudarlos a orientarse bien por un camino de verdadero desarrollo – en la dignidad humana, en el bien común –  un desarrollo que se inspire en la fe cristiana. El Papa dijo que elEvangelio ofrece claves para afrontar los problemas que tienen estas naciones. Naturalmente, el Papa piensa en el crecimiento en la justicia, en el crecimiento en la integración comunitariade las minorías o de las personas marginadas o de los grupos que son desfavorecidos, etc.”.

“Por tanto, el Papa da un mensaje y un impulso muy fuerte, que puede ayudar a encontrar la dirección justa, a poner a punto las direcciones que tal vez sean justas pero tienen necesidad de ser corregidas en diversos aspectos. Por tanto, diría, una perspectiva muy positiva. El Papa pronunció hermosas palabras para el pueblo ecuatoriano, que ‘se pone de pie con dignidad’. Es decir, reconoce que está haciendo un esfuerzo, está logrando resultados. Naturalmente es un camino que se debe continuar, perfeccionar, para que el desarrollo sea pleno, digno de la persona humana, de la participación comunitaria de todos y así sucesivamente”.

Por último, nuestro colega le preguntó al Padre Federico Lombardi si algo especial le llamó la atención a él, o al Santo Padre, a su llegada a Quito.

“Me llamó la atención positivamente lo que de alguna manera esperábamos, por suerte, es decir este calor, esta alegría del pueblo al recibir al Papa, a quien se lo siente como un Papa de familia, un Papa cercano, un Papa que habla a este pueblo de modo espontáneo, de modo simple, de modo concreto. La acogida, por tanto, maravillosa ya a lo largo de las calles de Quito esta tarde manifiesta lo que seguiremos viendo ciertamente en los próximos días, es decir, este encuentro profundo entre el Papa y el pueblo: no un encuentro superficial, sino un encuentro profundo. Esto lo vemos también en los rostros y en las actitudes de las personas, en sus sonrisas y en sus lágrimas de conmoción. Y creo que el Papa, que siente muchísimo el tema del ‘pueblo’ como experiencia comunitaria, también en el hecho de vivir la fe, de vivir la religiosidad popular, en el hecho de traducir la fe en realidad concreta en la vida cotidiana, podrá vivir días llenos de alicientes para él y para los demás en esta comunidad, en comunión con el pastor, con un gran pueblo que lo escucha y lo entiende”.

(María Fernanda Bernasconi - RV)