Raúl Mayoral es socio propagandista del Centro de Madrid y director gerente de la Fundación Cultural Ángel Herrera, clausuró el curso de la Asociación Católica de Propagandistas de su centro en Cáceres el pasado martes 23 de junio con la conferencia: “El compromiso social-político del cristiano”, en el Palacio de la Isla en Cáceres. El acto fue presidido por el obispo de Coria-Cáceres, Mons. Francisco Cerro Chaves, y el presidente de la asociación, Carlos Romero Caramelo. Con este motivo también se desplazaron hasta esta ciudad extremeña la vicepresidenta de la ACdP, María Isabel Martínez Torre-Enciso; el viceconsiliario nacional, Andrés Ramos Castro, el secretario del Centro de Madrid, Juan Luis Jarillo Gómez y otros socios del Centro de Madrid.

-Actualmente la política está muy denostada en nuestra sociedad. A pesar de esa mala fama, a los cristianos se nos pide involucrarnos en ella.

-El papa Francisco y sus antecesores y en la Doctrina Social de la Iglesia, hablan del derecho y el deber del cristiano a participar en la vida pública, en la política, cada uno desde sus propias convicciones siempre acordes al concepto del bien común. En España padecemos una desafección por la política, justificado por la situación. Los partidos son demasiado protagonistas, vivimos una partidocracia, más que una democracia de los ciudadanos. El gran reto del católico es lograr una regeneración de la democracia. La religión católica es una religión por la libertad y desde la libertad. No hay incompatibilidad entre religión y democracia o fe y democracia como algunos quieren hacernos creer.

-También se pide un compromiso en otros ámbitos de la vida pública, no solo en la política.

-El católico se puede desarrollar en la política y en otras áreas: el área económica, el área cultural… que de una forma u otra influyen en la política. Nosotros entendemos que el debate hoy en día está en la cultura. Ahí es donde nos la jugamos. Por ejemplo, la cuestión del aborto. No hemos sabido decir ahí fuera, en la plaza pública, que la cuestión de la vida es una bandera por la que hay que luchar. Si eso hubiera ocurrido, los políticos hubieran oteado la sociedad y hubieran considerado la importancia de esta cuestión.

-¿Estamos preparados para la vida pública?

-Los cristianos tenemos un manual que es la Doctrina Social de la Iglesia que todos los católicos deberíamos conocer. En algunos casos no es así, o hay quien lo conoce y no la pone en práctica y hay quien no sabe transmitirlo. En la última instrucción pastoral de la CEE, Iglesia servidora de los pobres, se explica que un requisito indispensable para eliminar las causas estructurales de la pobreza es formar una conciencia sociopolítica en los cristianos. Ángel Herrera Oria ya dijo en los años 20, que el problema es que no hay una conciencia social y por eso es necesario formarla. Los cristianos tenemos mucho potencial en la sociedad y no lo estamos aprovechando.

-La diócesis de Coria-Cáceres continúa en Sínodo, ¿qué mensaje le daría en este momento?

-Hay que estar siempre mirando a Roma, que es el faro que nos alumbra y la jerarquía española tiene que seguirlo. Los católicos tenemos que estar muy en comunión también con el magisterio de la Iglesia.

(Iglesia en Coria-Cáceres)