“Pido por el noble pueblo ecuatoriano, para que no haya diferencias, para que no haya gente que se descarte”, lo dijo el Papa Francisco en sus saludos a la ciudadanía congregada en la Plaza de la Independencia de Quito.

Después de la visita de cortesía al Presidente de la República de Ecuador, el Santo Padre se dirigió a la Catedral Metropolitana de Quito, donde fue recibido por el Rector de la iglesia y por Mons. Fausto Gabriel Trávez Trávez, OFM, Arzobispo de Quito. En el templo mayor de la capital ecuatoriana el Obispo de Roma se detuvo algunos momentos en oración delante de la imagen de la Virgen María y ante el Santísimo Sacramento. Posteriormente, el Sucesor de Pedro salió al atrio de la Catedral para bendecir y saludar a los fieles congregados en la Plaza Mayor de Quito.

En sus breves saludos el Papa Francisco les dijo:

“Les voy a dar la bendición, les voy a dar la bendición, para cada uno de ustedes, para sus familias, para todos los seres queridos y para este gran pueblo y noble pueblo ecuatoriano, para que no haya diferencias, que no haya exclusivo, que no haya gente que se descarte, que todos sean hermanos, que se incluyan a todos y no haya ninguno que esté fuera de esta gran nación ecuatoriana. A cada uno de ustedes, a sus familias les doy la bendición, pero recemos juntos primero el Ave María… La bendición de Dios Todopoderoso, del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Y por favor les pido que recen por mi. !Buenas noches y hasta mañana!”.

(Renato Martinez – RV)