En el viaje del aeropuerto El Alto al arzobispado de La Paz, el Papa Francisco se detuvo el miércoles 8 de julio para bendecir el lugar donde el 21 de marzo de 1980 fue asesinado el jesuita español Luis Espinal Camps, poeta, periodista y cineasta. El Padre Espinal que vivió al lado de las familias de los mineros durante su lucha bajo la dictadura de Luis García Meza, uno de los períodos más sangrientos de la historia del país, fue arrestado por los paramilitares, brazo armado del poder, el 21 de marzo de 1980 y su cuerpo se encontró al día siguiente en el camino de Chacaltaya. Su asesinato causó una profunda conmoción en el país y sus funerales, el 24 de marzo en La Paz, fueron multitudinarios. En 2007 el Presidente Evo Morales declaró el 21 de de marzo ”Día del cine boliviano” para conmemorar el aniversario del asesinato de Luis Espinal, en reconocimiento de su lucha por los derechos humanos, por la democracia y en agradecimiento por su contribución a la cinematografía de Bolivia.

El Santo Padre llegado al kilómetro octavo de la carretera de Chacaltaya, donde se habían reunido numerosas personas, bajó del automóvil y recordó al sacerdote asesinado con estas palabras: ”Buenas tardes, queridas hermanas y hermanos, me detuve aquí para saludarlos y sobre todo para recordar. Recordar un hermano, un hermano nuestro, víctima de intereses que no querían que se luchara por la libertad de Bolivia. El Padre Espinal predicó el Evangelio y ese Evangelio molestó y por eso lo eliminaron. Hagamos un minuto de silencio en oración y después recemos todos juntos”.

Después de guardar silencio el Papa tomó de nuevo la palabra y dijo: ”Que el Señor tenga en su gloria al padre Luis Espinal que predicó el Evangelio, ese Evangelio que nos trae la libertad, que nos hace libres. Como todo hijo de Dios, Jesús nos trajo esa libertad, él predicó ese Evangelio. Que Jesús lo tenga junto a Él. Dale Señor el descanso Eterno y brille para él la luz que no tiene fin. Que descanse en paz.

”Y a todos ustedes, queridos hermanos, los bendigan Dios Todopoderoso, el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo. Y por favor, por favor, les pido que no se olviden de rezar por mí. Gracias”.