Conferencia Episcopal
La alerta ha pasado ha nivel 4

La Conferencia Episcopal está aplicando nuevas medidas de seguridad ante el aumento de la amenaza terrorista

Las principales amenazas son dos: los grupúsculos de extrema izquierda y, sobre todo, el yihadismo

La protección de todas las personas y lugares relacionados con el catolicismo se está convertido en una prioridad para la Conferencia Episcopal Española. Ricardo Sanz, asesor de seguridad de la dirección de patrimonio cultural de la CEE, ha hablado con Religión Confidencial sobre las nuevas medidas de seguridad que se están tomando al respecto.

Ricardo Sanz señala en declaraciones para Religión Confidencial las medidas que la Iglesia católica en España está tomando ante las crecientes amenazas. “Para hacernos una idea del ámbito de actuación, tenemos que tener en cuenta que en nuestro país hay 69 catedrales, que suman 80 edificios si añadimos también las concatedrales. Ahora bien, como nuestro objetivo, ante todo, es garantizar la seguridad de las personas, de todas las personas, hemos de centrarnos en aquellas catedrales que reciben más visitas, y estás son fundamentalmente dos: La Almudena, en Madrid, y la Catedral de Santiago de Compostela”.

Sanz ofrece algunas cifras: la Catedral de Santiago recibe, cada año, 4 millones de visitantes, y la Almudena, 2 millones. “La Sagrada Familia”, precisa, “recibe muchos más: 11 millones, un número que supera a La Alhambra o cualquier museo, pero no tiene rango de catedral, y nosotros nos centramos fundamentalmente en el ámbito de las catedrales”.

El asesor de la CEE en materia de seguridad indica cual es el protocolo de seguridad que los obispos españoles están implantando de manera colegiada en las distintas diócesis. “Lo señalaba antes y ahora lo quiero recalcar; nuestro objetivo fundamental es la protección de las personas; acto seguido y porque las personas se mueven en espacios físicos, viene la protección del patrimonio. Para ello tenemos una colaboración constante y permanente con la Policía y la Guardia Civil; ellos son los expertos en la lucha contra el terrorismo y quienes disponen de los medios necesarios”.

Sanz recalca que en este trabajo de protección de las personas y el patrimonio cada diócesis actúa de manera independiente; es labor de cada obispo aplicar, o no, los protocolos de seguridad propuestos, pero no impuestos, desde la CEE. “Por poner un ejemplo concreto de estos protocolos”, prosigue Sanz, “podemos fijarnos en la Catedral de Santiago. Allí, desde 2013 no se deja entrar a los peregrinos en el templo con sus mochilas grandes de viaje, y los bolsos y mochilas pequeñas tienen que pasar por un escáner, como en cualquier aeropuerto o museo”.

Nivel 4 de alerta

Sanz señala como la Policía ahora mismo ya está patrullando con subfusiles cerca de estas catedrales con gran afluencia de personas. También lo hacen de paisano, por dentro y por fuera de los templos. El experto en seguridad cree que estas medidas están justificadas. “El Ministerio de Interior recientemente ha pasado de nivel 3 a nivel 4 de alerta, siendo el máximo el nivel 5. La situación no estaba tan tensa desde el 11M. Y sabemos que las catedrales, por su evidente simbolismo religioso y porque forman parte de lo que podríamos llamar ‘el sistema’, son un objetivo del yihadismo y de los grupúsculos terroristas de extrema izquierda. Recordemos que ya hemos tenido atentados de anarquistas en las catedrales de Madrid y Zaragoza”.

Esto es lo que dice el Gobierno a través de su Ministerio de Interior. Pero a la hora de detallar las principales fuentes de riesgo con los que tiene que lidiar, Sanz establece su particular ranking de peligrosidad. “En primer lugar, lógicamente, está el yihadismo. Luego tenemos los grupos de extrema izquierda. En tercer lugar vienen los robos, el vandalismo, el carterismo y todo lo que tiene que ver con los traficantes de arte. Y, por supuesto, están los riesgos de incendio. Todas estas variables las tenemos presentes de forma conjunta”.

La planificación y gestión de seguridad de la CEE no se limita a las catedrales, sino que abarca a todos los templos, colegios, iglesias y universidades de la Iglesia en España. “Estamos hablando de 2.620 colegios o 22 bienes declarados patrimonio de la Humanidad, por no mencionar los cientos de miles de personas que cada día visitan los espacios relacionados con el catolicismo; por ejemplo, un comedor social o una parroquia”.

En todos estos lugares tan diversos, Sanz indica que el protocolo de seguridad es siempre el mismo. “Queremos proteger a todas las personas que trabajan, visitan o se agrupan en torno a la Iglesia. Para ello, dependiendo del lugar y los medios, se toman medidas específicas. El aumento del nivel de alerta ha hecho que lógicamente se haya ampliado la presencia de seguridad privada en determinados lugares. También se han tomado otras medidas que por cuestiones básicas de seguridad es mejor no manifestar. En cualquier caso, nuestro objetivo es siempre el mismo: garantizar la seguridad de todas las personas”.